Probablemente no haya un cuerpo de funcionarios más fiscalizado y transparente que el de la Unión Europea, que publica regularmente en internet hasta los más ínfimos detalles de sus condiciones de trabajo.
Sin embargo, es muy posible también que los burócratas comunitarios sean los que tienen peor reputación de todos los funcionarios de cualquier origen y condición en toda Europa. La convocatoria de una huelga para el próximo lunes para reclamar el pago de un aumento salarial ha colmado el vaso de la mala imagen de los «eurócratas». En tiempo de crisis, cuando la Comisión Europea pide a todos los países que se aprieten el cinturón, que reclamen un 3,7 por ciento de aumento para unas nóminas muy bien pagadas, ha sembrado cierto escándalo.
Con 38.000 funcionarios, las instituciones europeas hacen mucho bulto en una ciudad pequeña como Bruselas, donde los servidores de la media docena de administraciones belgas que se superponen en la capital comunitaria y que son muchos más, parecen no existir ante la imponente presencia de la legión de expertos, consejeros,y administrativos europeos cuyos sueldos duplican a los suyos.
«Si los trabajadores comunitarios debemos sufrir como todo el mundo por la incapacidad de los gobiernos para controlar sus equivocaciones financieras, eso no debe ir para nosotros más allá de lo que ya sufren nuestros colegas de las administraciones nacionales», dice el Comité Ejecutivo de la Unión Sindical, que considera que si el Consejo se niega a aprobar el aumento «se situará al margen de la ley». Unos y otros recuerdan que en caso de que en los países de referencia no se suban los sueldos este año o se bajen, el que viene eso repercutirá en las instituciones europeas.
De modo que es muy probable que hoy mismo y mañana viernes haya funcionarios manifestándose frente al edificio del Consejo, como hacen recurrentemente desde los productores de leche alemanes a los opositores de Zimbabue, y que los jefes de Estado o de Gobierno tengan que dejar los asuntos previstos en la cumbre y se vean obligados a decidir qué hacer en este caso, sabiendo que si se niegan a aplicar una regla que ellos mismos aprobaron, los sindicatos los llevarán al Tribunal de Luxemburgo, donde tienen todas las de ganar.
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Hasta 16.000 euros al mes de sueldo base
En la UE hay dieciséis niveles, y cinco categorías dentro de un mismo nivel. El salario máximo base para el nivel máximo (16) y la categoría máxima dentro de ese nivel es de aproximadamente 16.000 euros al mes. Son los directores generales.
El sueldo mensual mínimo: 2.300 euros
El funcionario más modesto de la Unión Europea tiene asegurado un sueldo de unos 2.300 euros al mes. Corresponde al nivel 1 de la categoría 1. Se trata, por ejemplo, de asistentes técnicos o de archiveros. Evidentemente, hay suplementos por viajes, gastos justificados, suplementos familiares, etc.
Pensión con diez años de servicio
Un funcionario que haya cumplido al menos diez años de servicio tiene derecho a una pensión por jubilación. Independientemente del tiempo de servicio, tendrá también una pensión si fue contratado cuando tenía
más de 63 años. La pensión será del 70 por ciento del salario base final.
Los «expertos», muy bien pagados
Un poco por debajo de los directores generales, en el nivel 14, con un sueldo de entre 11.000 y 14.000 euros mensuales, están lo que la UE llama «expertos»: en Economía, Derecho, Medicina, Finanzas, Veterinaria; científicos y consejeros. Un espectro muy amplio.
Intérpretes y traductores
La Unión Europea es un destino magnífico para personas que hayan estudiado esas carreras. Un intérprete, o un traductor jefe, puede llegar hasta el nivel 11, lo que le asegura un sueldo base entre 8.000 y 9.000 sueldos mensuales.
