"Nadie pasa el 20% en la PBA; y en Santa Fe, Córdoba, la CABA
y Mendoza es peor".
"¿El Interior?, por las buenas a las malas, son tropa de los
Feudales, los Gobernas".
El lamento en voz alta, "Néstor no se animo a “construir”
algo diferente, y así nos llevaron a este atolladero".
La relación de José con Néstor fue embrionaria pero fuerte.
Feinmann defendió siempre el peronismo de izquierda, pero no convalidó
jamás la locura montonera de los 70, y le propuso desde el comienzo a Kirchner
que se deshiciera del aparato peronista.
Kirchner, como se sabe, no le hizo caso.
Y en una escena memorable de su libro, que quedará para siempre en los
anales de la literatura política argentina, esa última discrepancia se
manifiesta con crudeza.
El escritor ha sido invitado a la quinta de Olivos, y el Presidente
está intentando convencerlo de que debe combatir a Duhalde y quitarle el
aparato.
Se encuentra allí Alberto Fernández, y los tres se inclinan sobre un
gran plano del conurbano bonaerense.
Néstor ya ha pronunciado su credo:
"La política es no hacerle asco a nada".
Pone un dedo en una localidad y pregunta qué candidato tienen.
El jefe de Gabinete le dice "nadie".
Luego le menciona cuatro o cinco nombres de otros partidos.
Ninguno es decente.
Se preguntan entonces quién es el más barato.
Resulta ser un dirigente de Luis Patti, a quien apoyarán.
"Esto es política -señala al final el ex Presidente -.
¿Cómo se lo explico a los progres?"
El inconsciente de Feinmann, 24 de abril de 2011
Los “Indecentes” mencionados tenían votos propios, locales más
que nacionales, es cierto.
Como los tenia el Lupo en 1983, cuando salio 3º y lejos, en Río
Gallegos.
Como en 1987, cuando gano sobre la hora la Intendencia.
Como en 1991, saliendo de la Hiperinflación y con Menem, ver
imagen.
¿Hay que refrescar la memoria sobre 2003?
¿Y sobre 2004?, ¿que decía, por ejemplo JMS?
Aníbal Fernández, ministro del Interior, es un peronista convencido de
que el Gobierno nunca debe cortar los puentes con los rebeldes de cualquier
estirpe.
Fernández fue el primer puente tendido por Eduardo Duhalde, y luego por
Néstor Kirchner, hacia los piqueteros.
Ayer, sin embargo, sufrió empujones y agresiones verbales en Santiago
del Estero, no de parte de piqueteros, sino de remiseros ofendidos por la
muerte violenta de un colega.
Los días de descontrol están mojando los pies del propio Gobierno, que
hasta ahora se había mantenido a salvo de las revueltas.
Santiago del Estero turbó a Fernández como seis días antes Tucumán
arruinó la fiesta pública de Kirchner por la conmemoración de la independencia
nacional.
Una sensación (real o no, pero sensación al fin) se instala sobre un
muy escaso control del Estado para asegurar la normalidad de la calle.
Dos días antes, el actor Nito Artaza se igualó al líder piquetero
oficialista Luis D´Elía al ocupar la planta baja del Palacio de Tribunales y
provocar una fogata.
Artaza protestaba por un fallo de la Corte adverso a quienes reclaman
la devolución en dólares de sus depósitos pesificados.
Durante esa jornada, una ordalía de caravanas piqueteras convirtió la
ciudad, otra vez, en un infierno de calles cortadas, de tránsitos enloquecidos,
de personas desesperadas por llegar a algún lugar ya demasiado remoto.
Artaza no fue mejor que D´Elía, que ocupó una comisaría en La Boca hace
dos semanas.
En cierto modo, fue peor.
El sector social al que representa Artaza, la clase media atrapada por
corralitos y corralones, es, según las mediciones de opinión pública, un severo
crítico de los métodos violentos de los piqueteros.
¿El método es malo sólo cuando es ejercido por otros y es, en cambio,
legítimo cuando se entiende como un acto de propia justicia?
El planteo puede ser, al fin y al cabo, un mero divertimento
intelectual.
El valor que está en juego, con episodios de una u otra dimensión, con
protagonistas de un signo ideológico o de su opuesto, es el de la paz social o,
al menos, el de cierta noción de tranquilidad en la vía pública.
La renuncia de antemano a cualquier mecanismo para preservar una idea
del orden, por parte del Gobierno, parece haber esfumado ya hasta un elemental
sentido de los límites y del respeto por el otro.
Es lo mismo peticionarle a un ministro de la administración nacional
que andar empujándolo por la calle.
No hay diferencias visibles entre ser críticos de las políticas
oficiales que desatar una gresca violenta ante las narices del propio Presidente.
D´Elía ha desaparecido en la misma medida en que crecieron las
encuestas que objetaban su cercanía a Kirchner.
Las mediciones le daban muy mal al Presidente cada vez que el líder
piquetero se manifestaba su entrañable amigo ante la pantalla de la televisión.
Supuestamente está en Venezuela: ¿para qué viajó a ver a Hugo Chávez
justo cuando el presidente venezolano estaba en Buenos Aires?
Puede deducirse que el Gobierno le sugirió un paso al costado antes de
que terminara por destruir la imagen de su jefe político.
Al mismo tiempo, un aliado de D´Elía, el jefe de la agrupación Barrios
de Pie, Jorge Ceballos, ingresaba en el Gobierno como funcionario de la
ministra de Desarrollo Social, Alicia Kirchner; es decir, como funcionario
directo del propio Presidente. Barrios de Pie es una agrupación que suele verse
comúnmente en las manifestaciones piqueteras.
¿Ha renunciado Ceballos a esos métodos?
¿O podríamos estar ante la posible contradicción de un funcionario que
lidera piquetes en contra de sí mismo?
* * *
En ese paisaje tan confuso, tan vacío a la vez de política y de
partidos, se inscribió la unificación de la CGT.
Hugo Moyano, la cara más visible de la nueva conducción, nunca dejó de
ser un "gordo" de alma.
Esto es: un aparente hereje, que siempre terminaba asistiendo a los
oficios religiosos y seguía, en última instancia, los ritos de la vieja y
ortodoxa dirigencia sindical.
Pero su sindicato, el de los camioneros, es un gremio de hombres duros,
acostumbrados a competir por el control de la calle y de los espacios
políticos.
El propio Moyano se vio obligado ayer a aclarar que sus hombres no
serán una "fuerza de choque" contra los piqueteros.
Seguramente no lo serán, pero es posible que se obsesionen por dirimir
una drástica mutación en el liderazgo del conflicto social.
No es casual que hasta en algunos sectores empresariales se haya
recibido con alivio la designación de Moyano, antiguo demonio de las
patronales, que no se detuvo ni cuando bloqueó a los supermercados por una
competencia de afiliados con otro gremio.
Los "gordos" de la CGT reclaman que el Gobierno les
transfiera el control de los subsidios de desempleo a los trabajadores que
pertenecieron a sus sindicatos.
Es una vieja práctica, por ejemplo, del gremio de la construcción.
El jefe de la poderosa Uocra, Gerardo Martínez, bregó hace mucho -y lo
consiguió- porque su sindicato se hiciera cargo de los desocupados de la
construcción.
Y Martínez ha sido un eslabón fundamental en la unificación de la CGT y
en la elección de su nueva dirigencia.
El mismo día que sucedía eso en la histórica central obrera, uno de los
tres principales líderes de los piqueteros, Néstor Pitrola, del trotskista
Partido Obrero, le reclamaba al ministro de Trabajo, Carlos Tomada, una serie
de decisiones para beneficiar a los actuales trabajadores.
Actuaba en nombre de una virtual CGT y no sólo de los desocupados, que
formaron el origen del movimiento piquetero.
La competencia se ha entablado de hecho.
Nada asegura, con todo, que el problema desaparezca con sólo cambiar de
manos el manejo de los subsidios oficiales.
Además, ¿podría el Estado delegar, sin agrandar el conflicto, la
restauración de la paz social en la corporación sindical?
Una vieja lección de la política argentina señala que los sindicatos
históricos sólo son fieles a su propia sobrevivencia..
Se hace lo que se puede, con lo que se tiene a mano, y con
las limitaciones objetivas existentes.
Ojo, también esta la Puerta 21, la de los que se “deslizan”
entre las penumbras; tratando de “zafar” de las pinzas del “Frente Tabaquista
de los Savonarola Rubicundos”.
Ella, la Lila, y Él, el Jorge; no, no se trata del de Transtevere
Nord, sino de Avellaneda Sud.
No es que si son “señalados” se “pierden” miles, decenas de
miles, cientos de miles, o millones de votos.
Los que les preocupan son los murmullos, con sonrisas irónicas,
de los vecinos; en los “amenities” del Country o las Torres de Palermo o Puerto
Madero.
Mientras tanto, el de Transtevere Nord, que SI lo “estudio”
a NK; sigilosamente juega al Go.
Tedeum 2015 en San Cayetano; Poli, su sucesor, que hizo los
comienzos de su curato en la periferia de la General Paz; hacer
clic aquí.
Maletti, trasladado de los Altos de Bariloche a
Merlo-Moreno, ídem; hacer
clic aquí
El eje de la Ruta 7, San Cayetano Liniers a Basílica Lujan,
es la columna vertebral de la acción pastoral social de la Santa Madre.
El día de San Cayetano, la peregrinaciones juveniles a
Lujan, la “Ayuda Social” y las “Promesas por Salud”; pasan por allí.
El Casbah de Liniers; por si solo es la suma de Once, Retiro
y Constitución; y es fácil de acceder desde cualquier lugar del Conurbano, o
del Interior.
El amigo Ayj,
que vive en los aledaños, puede dar fe sobre la Calcuta del Oeste.
Tanto Poli como Maletti, prefieren “hacer Organización”
antes que “hacer Política”.
Esa es una tarea de la “Conducción”, que no por casualidad, volverá
luego de las PASO y las Generales; para “tomar mate mano a mano”, con la “Liga
de los Ganadores”.
La estrategia para el Vaticano, que es su principal preocupación,
ya fue guiónada por el Beato de Rimini.
El Centro, hacer clic aquí, al igual
que el resto de las Elites del Atlántico Norte, sufre de una esclerosis aguda.
Las Periferias, hacer
clic aquí, abandonadas a sus propios recursos; y a sus conflictos propios
se le suma la demolición del Sistema Económico.
Por eso pide marchar a las Periferias, hacer
clic aquí, para hacerse cargo.
Desde ya, no es nada nuevo, se ha hecho varias veces en “el
fin del Mundo”.
En Resumen, si un Eclesiástico de avanzada edad pudo
aprender de los últimos 30 o 70 años.
¿Por qué no lo pueden hacer las mentes mas lucidas de la
Argentina?
¿Hace falta echarle la culpa a Néstor?, o en realidad ¿no
quieren mirarse al espejo?