…o ANSES y
el rizoma de Deleuze.
La
perplejidad ante el “convenio” resulta ser la demostración palmaria de la
inopia de los analistas y críticos políticos sobre la “masa de data” que “dispone”
un Estado.
Además de “ignorar”
que en muchos casos la “data” esta duplicada o triplicada en los diversos ministerios
y secretarias.
Por ejemplo
Interior, vía el DNI y SUBE, se dispone no solo del domicilio, sino también de
los datos del móvil y el mail; además de la data DIARIA de los desplazamientos.
“Información”
que es clave para el “Miniluv” orwelliano.
¿Por qué,
entonces, si ya se tiene a disposición la cuestión del “control” se firma el “convenio”?
Porque ANSES
dispone de la data más completa, y a disposición del PEN, sobre las llamadas
redes sociales en nuestro país.
“Consultas” vía
Twitter, Facebook, etc. “realizadas” por los “beneficiarios”; o por allegados
muy cercanos.
La
herramienta “adecuada” para el “Minitrue”; cuya tarea no es “vigilar y castigar”,
sino “operar” sobre la “percepción de la realidad”.
Con los
Media, gráficos y audiovisuales, en “línea”; al estilo del diario de Yrigoyen
para la masa de audiencia; resulta insuficiente.
Los Decretos
hablan por sí solos, generando inquietud y dudas entre los propios votantes, y
reforzando la intransigencia recalcitrante en sufragios opositores del
balotaje.
Para “contener”
lo propio, y “fragmentar” lo ajeno, es obligado “comunicar” de forma “segmentada”
de acuerdo a cada “colectivo” de las redes digitales.
Que, hay que
recordar, suelen tender a la “endogamia” y “tabicarse” entre sí.
Lo que
llamamos “comunicación política” ha tenido, históricamente, un sesgo “mercantilista”
orientado al sector ABC1; incluso en las Administraciones K.
Y por ello ha
existido, también históricamente, un “obstáculo epistemológico” para “comunicar”
a las llamadas Clases Populares; donde lo único “realmente existente” es el
peronismo.
A pesar de la
“virtuosa” aplicación de las redes por
el PRO durante la campaña electoral, el balotaje dejo al desnudo la “grieta de
clase” en sus resultados.
La plebe
solo “entiende” el legendario lema del 45:
“Mejor que decir es
hacer, mejor que prometer es realizar”.
Y como el “hacer”
y el “realizar” no se encuentran entre los Objetivos de la Administración;
tienen que hacer “creíbles” el “decir” y
el “prometer”.
Y para ello,
el “Minitrue”, requiere la data del ANSES; para “amplificar” hasta la brizna “positiva”
más diminuta, y “reducir” lo “negativo”.
En fin; no
se trata solo de “cooptar” al “pobrerío”, lo que sería lo lógicamente optimo,
aunque “instrumentalmente” impracticable.
Sino de introducir,
“rizomaticamente”, el “ruido” necesario para que las “articulaciones sociales”
existentes se “desarticulen”, o por lo menos que no “funcionen” a pleno.
Aunque el éxito
no está garantizado, ni mucho menos ya que el peronismo aún sigue siendo analógico,
ello no quita la brillantez de la hipótesis.