Olvidan que los verdaderos militantes políticos no tienen dónde volver, porque pertenecen, en cuerpo y alma, a la lucha política.
Porque no podrían hacer otra cosa, porque nacieron para eso, porque quemaron las naves.
Un gerente es demasiado cerebral y tiene demasiado “sentido común” para quemarlas.
Un militante se mide no por cómo reacciona ante una victoria, sino por cómo se recupera de las derrotas.
¿Se recuperarán estos muchachos o tomarán la valija y volverán, sanos y salvos, a casita?
Necesitan un examen profundo para entender lo que les ocurre.
Son amateurs jugando a ser profesionales.
No dominan del todo la materia y, en el fondo, la desprecian un poco.
Toda la nueva oposición está llena de estos personajes tiernitos y bienintencionados: aves de paso queriendo comerse crudas a las fieras.
No se le puede enseñar política a un negado, así como no se le puede enseñar música a quien no tiene oído.
Entender la política, entenderla de verdad, es un don: se tiene o no se tiene.
Es un saber que no se adquiere en los libros ni en los claustros.
Se adquiere en la calle y con las entrañas.
La hora de los no políticos
Por Jorge Fernández Díaz
De
Jueves 27 de diciembre de 2007
Ya están operando para que se “resigne” el balotaje; se calcula que haría mas daño esa opción que una derrota similar al 2007, de 60% a 40%.
El resistir, aferrarse, y partir de allí comenzar la recuperación; una lógica histórica de la militancia P; es la pesadilla del Establishment.
Mijaíl Kutúzov, se hizo cargo del Ejercito Zarista a las puertas de Moscu; una batalla que era muy difícil de ganar.
En Borodinó, el objetivo era dar tiempo para evacuar Moscu, y desgastar a
La estrategia Fabiana no tiene a la épica como eje, sino la efectividad.
Y eso será cada día más importante.