Alejandro publico en Artepolítica, Unidades, que continua en
Como dije en mi comentario; no voy a chicanear sobre la dialéctica de CGT si, CTA no; o si el peronismo sindical es superior al sindicalismo de izquierda.
Porque ambos ha cometido errores graves, y aun los siguen cometiendo; y este ultimo brote (Kraft) es mas un conflicto por controlar los recursos de
Veamos que publico
El tenso y prolongado conflicto en la empresa Kraft sacó a la luz una batalla que mantienen los gremios vinculados a la izquierda contra los sindicatos tradicionales vinculados con el peronismo.
De raíz clasista y combativa, las comisiones internas de izquierda cuestionan a los jefes gremiales que responden a
Aunque la penetración de los gremios es menor en las empresas chicas y medianas, dirigentes del sector más radicalizado coinciden en que el avance de la izquierda sobre el sindicalismo tradicional tiene lugar en las compañías grandes, donde proliferan comisiones internas que no responden a la central sindical que dirige Hugo Moyano.
El convencimiento acerca de la "debilidad creciente" de la estructura sindical y el "rechazo" hacia los sindicalistas que se consolidaron en los años de la "flexibilidad laboral menemista" fueron argumentos recurrentes durante las marchas y piquetes en apoyo a los despedidos en Kraft.
Pero no sólo vinieron de boca de los dirigentes de fuerzas de izquierda como el Partido Obrero, el PTS, el MST,
El argumento de la debilidad de base de
A pesar de la mayor presencia sindical, a medida que crece la cantidad de trabajadores, los gremialistas "combativos" coincidieron en que el anonimato de las grandes fábricas resulta favorable para la formación de comisiones internas de izquierda. Y pusieron como ejemplo las compañías vinculadas al sindicato de la alimentación, que conduce Rodolfo Daer. Tanto en Kraft como en las otras grandes fábricas (Pepsico, Stani, Molinos Río de
Algo similar sucede hoy en
La lista se extiende a todos los sindicatos, con una excepción: los camioneros de Hugo Moyano, el único suelo infértil para la izquierda.
¿Qué habría pasado si todas las fábricas mencionadas hubieran entrado en huelga en apoyo a Kraft? ¿O qué sucedería si, eludiendo como interlocutores a los sindicatos, surgiera una coordinadora de gremios "clasistas y combativos"?
Esta pregunta fue el eje de la reunión que anteayer mantuvieron un centenar de delegados de comisiones internas de todo el país.
El encuentro, marcado por el sigilo ante la posible "mirada" de
"La tarea central es constituir ya mismo una coordinadora de lucha para fortalecer, en primer lugar, el apoyo a Kraft-Terrabusi y preparar el apoyo a las demás peleas", se leía en una de las actas que circularon durante la reunión del Bauen, que además exhortaba a reagrupar a las comisiones internas "combativas y antiburocráticas".
Abrazar e inmovilizar
El ex secretario general del sindicato ceramista de Neuquén Alejandro López fue más directo respecto de los beneficios de la unión entre delegados: "Frente a la crisis, estamos ante una oportunidad enorme para luchar y defendernos", dijo. Tras denunciar que el kirchnerismo logró "abrazar, para luego inmovilizar y quebrar" a los gremios, advirtió que la "burocracia" sindical no participará en la defensa de los trabajadores "ante los despidos que se vienen".
Tras el debate, que se extendió durante cuatro horas, se acordó convocar a nuevos plenarios en el resto del país con el fin de darle alcance nacional a la "coordinadora de lucha". Las sedes de los próximos encuentros serán Neuquén, Rosario, Mendoza, Jujuy y Córdoba.
Con una "coordinadora de lucha" en pleno desarrollo, los delegados reunidos en el Bauen también dieron a conocer su segundo objetivo: crear una corriente política y sindical de alcance nacional.
En Unidades, comentaba lo siguiente:
“Ahora bien, sin chicanas de ningún tipo; la autoridad de aplicación contra el trabajo “informal” es el ministerio de Trabajo y
No es lo mismo unidades productivas de mas de 100 dependientes que las de menos de 20.
El negreo ilegal es en las PyMEs, que es donde están la gran mayoría de los desamparados.
Fue
Como se puede ver, no defiendo a los Burócratas, ni tampoco soy gentil con Tomada; entre el 70% y el 80% de quienes están en relación de dependencia privada no tienen delgados ni comisiones internas.
A su vez son quienes componen el grueso de los trabajadores en condiciones de “informalidad”; o sea el famoso trabajo en negro.
Como peronista no puedo hacerme el boludo, es culpa nuestra; como espacio político, como Administración, y como militantes.
Pero los antiburocrático tampoco están libres de culpa; porque solo apuntan a dos universos posibles;
Lo que esta en el medio no existe, es invisible; en el peor de los escenarios posibles, dependen de lo gaucho que sea el Patrón.
Es cierto, como dije en el comentario, que es una tarea del Ministerio y
Pero si no se habla, si no se los menciona, y por lo tanto no se los logra organizar; la discusión parece mas una lucha por las Cajas que por las Condiciones y el Salario.
Hay que discutir las paritarias, y encontrar la manera de incorporar a las PYMES, no solo para que blanqueen a sus Dependientes; y abonen Cargas, Contribuciones e Impuestos.
Sino que también accedan a los Créditos de Promoción a tasas razonables, que no queden prisioneros de los Grupos Diversificados; que puedan equiparse para producir mas y mejor, para el mercado interno y externo.
Que bajen los precios y aumente el poder de compra, que la inflación no sea inducida en base de expectativas o maniobras oligopólicas; que se genere mas trabajo y eso lleve a la calificación laboral.
Pero parece que es mas importante disputar
La verdad, es el mismo discurso de los 60 y 70, que Balbín denomino “Guerrilla Urbana”; a pesar que sus dirigencias tenían un fluido dialogo con la cúpula de
¿Cómo actuara
La mayoría de sus miembros, cincuentones y sesentones, tienen demasiada fresca en la memoria la sentencia de Albano Harguindeguy:
“La unidad sindical atenta contra los principios liminares del Proceso."
Resumiendo, como decía el criptoperonista Marcelino Camacho
“Los trabajadores asalariados son la mayor fuerza del país, pero están divididos.
Mientras los empresarios sólo tienen una patronal, nosotros tenemos CCOO, CNT, UGT, los pequeños…
No se ha conseguido la unidad en una sola central”, afirma el veterano sindicalista, quien dice desolado que “la división no es la fuerza, te debilita profundamente”.
A pesar de su férreo comunismo, esto no significa que Camacho quiera imponer su ideología.
“Es natural que haya corrientes, una organización se mueve en diferentes líneas, pero no por separado”, incide.
“La unidad y tener posiciones de clase es vital para lograr los cambios”, asegura.
Según él, el sindicalismo español “se ha domesticado” ante los empresarios porque bajo el pretexto del “reformismo” se han firmado acuerdos con la patronal nacidos del conformismo salarial de las capas altas de los sindicatos.
“Reformismo barato para ir tirando”, agrega.