El Congreso de EE.UU. estudia aumentar los impuestos a los ejecutivos que cobren las primas
· Podrían gravar hasta un 98% del dinero de las primas de AIG
· El fiscal de Nueva York desvela que AIG ha hecho millonarios a 73 ejecutivos
· La propuesta fiscal se desvelaría este miércoles
· La medida se podría extender a otras compañías rescatadas
· Dudas sobre el carácter retroactivo y específico del gravamen
GABRIEL HERRERO CORRESPONSAL EN WASHINGTON
La idea gana enteros en el Congreso de los Estados Unidos. Si los ejecutivos de AIG no renuncian a cobrar las primas, Hacienda lo recuperará por otras vías. El camino es simple: crear un impuesto especial que grave hasta el 98% del dinero ingresado en concepto de bonificaciones.
El presidente del comité de Finanzas del Senado, Max Baucus, desvelará los detalles de la propuesta este miércoles, según ha avanzado el líder de la mayoría demócrata, Harry Reid. "Eso enviará un mensaje inequívoco a la gente de AIG y otras compañías que intentan aprovecharse de las penurias que afronta el pueblo americano", ha señalado Reid.
El fiscal general de Nueva York, Andrew Cuomo, ha dado detalles de hasta dónde llega el provecho. 73 ejecutivos de AIG han cobrado más de un millón de dólares en primas. La más alta rebasa los 6 millones y seis empleados han recibido más de 4 millones. El hecho de que 11 beneficiarios hayan abandonado la aseguradora pulveriza el argumento para pagar los sobresueldos: evitar que se vayan a la competencia.
El Congreso recoge el testigo de Obama
Ante el escándalo desatado en el país, Obama ha dado instrucciones a su secretario del Tesoro para que explore todas las vías legales para bloquear las primas de AIG. Sin embargo, nadie de su administración ha sido capaz hasta ahora de explicar cómo conseguirlo, ya que los contratos que estipulan esas bonificaciones son legales. El Presidente también pidió al Congreso que reformara las reglas para evitar estos excesos.
El poder legislativo ha salido al quite y ha ofrecido la solución más efectiva hasta el momento. Reid ha explicado que el Congreso está mejor equipado para lidiar con el problema: "no estamos indefensos y también podemos hacer cosas".
El senador demócrata, Charles E. Schumer, ha avanzado algunos detalles. Primero se daría la oportunidad a los ejecutivos de AIG de devolver voluntariamente el dinero cobrado en primas. "Si no lo reintegran por sí mismos, nosotros lo haríamos por ellos".
Problemas legales
Para que el nuevo impuesto funcione, tiene que estar dirigido específicamente a un colectivo, el de los ejecutivos de las compañías rescatadas con dinero público. No es sólo AIG quien está en el punto de mira; también se pretende desanimar a que otros sigan el mismo camino.
Sin embargo, este carácter específico del gravamen puede chocar con la Constitución, como ha señalado el líder de la mayoría demócrata en la Cámara de Representantes, Steny Hoyer. La Constitución prohibe el trato discriminatorio de las leyes en la cláusula de "misma protección".
Además, está la cuestión del carácter retroactivo del nuevo impuesto para que fuera eficaz. Algo incompatible en principio con la legislación tributaria.
El día que salgan a colgar con alambre de fardo, yo voy a estar del lado de los que lleven el alambre.
La frase se la copio Perón al populista Huey P. Long.