La Underwood
Portátil de JDP fue mucho más “critica”, desde el punto de vista de lo “tecnológico”,
que las “radios” en su carrera política.
Desde su egreso
del Colegio Militar hasta su fallecimiento, 64 aros largos, tipio personalmente
cientos de miles de páginas.
Fue la
primera “arma” que “desenfundo” cuando desembarco de la cañonera paraguaya.
Hoy, cuando
todo el mundo tipea en su móvil, nos parece inimaginable que la “escritura mecánica”
fuera un gheto muy específico en la primera mitad del siglo XX.
Mujeres, que
así accedían al mundo laboral de “cuello blanco”.
Mientras que
los escasos “masculinos” solían ser o periodistas, o “burócratas”.
Y Perón,
como todo militar, era un burócrata; además de “docente” en la “formación” de
los cuadros subalternos.
El problema
de sus adversarios de mediados de los 40 no era tanto el “desfasaje” tecnológico
con los Medios radiales, hay más distancia temporal entre mostros con la Apple
II, que la de ellos con las primeras transmisiones en nuestro país.
Sino que
estaban “formateados” por la “grafica”, pero desconocían las implicaciones del “diagramado”
del tipeo.
Parece una tontería
menor; pero entre la “Oratoria de barricada”, en la que solían descollar en la
UD; y el “desarrollo conceptual” a “vuela pluma” para la grafica, hay abismos y
dragones.
Perón, antes
de asomarse al balcón, leía el texto de ocasión; y después de ello verificaba
el “rebote comunicacional”.
El mejor
ejemplo son los 2 (DOS) discursos del 12 de Junio de 1974.
Martin Rodríguez,
en “La banalidad del PRO”, comete el error de confundir las “herramientas” del “Relato”,
con el “Relato” de las elites argentas.
No se “carnea”
a los Word de la Republica por “disensos” ideológicos, sino por ser “operativamente”
ineficaces, redundantes y “caros”.
Es como en
el 45.
Podes llenar
de columnas y reportajes, todos los días, La Nación, La Prensa y Crítica.
Que serán contrarrestadas
por un par de “gacetillas” escritas a las apuradas, y “propaladas” a la hora de
las radionovelas y en los entre tiempos de los partidos de futbol.
Paradojas de
la “convergencia” forzada por el devenir.
Este viejo
OEM, decimonónico en su formación, “coincide” en lo “instrumental” con el eje
Duran Peña; aunque este en las antípodas sociales e ideológicas.
No se trata
solo que los Analistas y periodistas del “palo” Republicano sean “obsoletos”;
sino que son “literalmente” el equivalente a “Carta Abierta”.
“Desgarrándose”
en las redacciones y los platos de TV, mientras los “Cristiano Rattazzi” van a “fiscalizar”
mesas en La Matanza.
A pesar de
la “espectacularización” del accionar judicial, ello no “afecta” al 49% adversarte,
51% en la PBA, y le “llena las bolas” a la base socio electoral que sufrago por
Mau.
Ambas, 51 +
49, comparten las problemáticas económicas, y las idas y vueltas de la Administración
Nacional y provinciales.
Ellos, los
Duran Peña, son absolutamente consientes que sin el “rizoma” más temprano que
tarde se estrolan.
Y para
aplicar ese mismo “rizoma” son fundamentales las nuevas tecnologías; con el “formateo”
correspondiente de las propias tecnologías.
Aunque ello
no garantice el éxito; la Realidad social realmente existente, y eso lo saben
en carne propia CFK y DOS, suele comportarse como una “puta ingrata”.
La “segmentación
endogámica” de las “sociedades civiles” de la globalización es un hecho en el Atlántico
Norte, pero también en el Cono Sur.
Pero, en
nuestro país, la cuestión tiene “matices” que no suelen ser menores.
Estamos, antropológicamente,
más cercanos a la contensiocidad de SPQR, Patricios y Plebe; que a la anomia
social y política que sufre el Hemisferio Norte.
El cuarto de
siglo de proscripción y persecución, 1955/83, le ha impregnado al Weltanschauung
peronista un “ethos” similar a las de las “Diásporas”.
Sin Estado,
o contra el Estado, su “Cultura” persiste en la resilencia; y no solo se trata
de judíos o parsis, también existen “Diásporas” chinas, musulmanas, hinduistas,
cristianas orientales y hasta irlandesas, vascas y gallegas.
La “argentinidad”,
para lo bueno y para lo malo, baila al ritmo del redoblante P.
Y Prat Gay
lo expreso mejor que nadie.