En medio de la recesión global
Según el Financial Times, la experiencia argentina brinda otra receta para salir de la crisis
Argentina, considerada hasta hace poco como un gobierno "paria" por las medidas drásticas adoptadas tras la crisis del 2001-02, es vista de pronto como banco de pruebas sobre cómo estabilizar la economía en casos de crisis.
Así lo señala el diario británico "Financial Times", según el cual en medio de la actual recesión global, muchos gobiernos que tienen dificultades para cumplir las condiciones del FMI para su rescate sopesan si la solución argentina es mejor que la impuesta por ese organismo multilateral.
Argentina se ha visto apartada de los mercados internacionales por su decisión de no permitir al Fondo Monetario Internacional (FMI) supervisar sus cuentas públicas a pesar de haberle devuelto al organismo 9.500 millones que adeudaba en 2006.
Pero la crisis actual ha hecho que algunos países desarrollados y respetables se sientan de pronto, con sus altos niveles de deuda, un gasto público disparado y una menor solvencia internacional, un poco como ha debido de sentirse todos estos años Argentina, dice el periódico.
"Yo no me apresuraría a afirmar que no hay posible alternativa al FMI", afirma Aldo Caliari, del think-tank norteamericano "Center of Concern", citado por el Financial Times, quien elogia la solución que ha encontrado Argentina de crecimiento dirigido por la demanda y "targeting" de tipo de cambio.
Según el ex gobernador del banco argentino y ex funcionario del FMI Mario Blejer, la experiencia argentina indica que "en tiempos de crisis hay que hacer lo que haga falta con tal de sobrevivir".
Cuando los gobiernos de todo el mundo buscan soluciones "creativas" para superar la crisis, lo excéntrico casi es convencional, afirma Blejer, según el cual "ya no sabe qué es heterodoxo".
La crisis argentina ha demostrado que "los países pueden incurrir en impago sin que sea el fin del mundo", dijo al periódico un funcionario de un organismo financiero internacional.
Así, Ecuador anunció el año pasado una moratoria de su deuda de 3.900 millones de dólares.
Pero el problema es que Argentina no ha avanzado mediante la creación de El país prometió pagar el año pasado los 6.700 millones de dólares de atrasos que tenía con el club de París utilizando las reservas de su banco central, pero la crisis internacional dio al traste con ese plan.
Desde la declaración de insolvencia, el Gobierno "se ha aferrado a la excusa de la existencia de una emergencia económica para darse un mayor margen de maniobra".
Eso significa que Argentina incumple los contratos si hace falta, lo que aleja a los inversores, que consideran a ese país, junto a Venezuela, Ecuador y Bolivia, como "los malos" de Suramérica, agrega el FT.
Los problemas, dice el periódico, con "una fuga de capitales mayor que la esperada" y una caída de los ingresos fiscales, lo que significa, según el analista Luis Secco, que Argentina "está viviendo por encima de sus posibilidades".
Según Blejer, "no es importante en este momento tener un programa o un acuerdo con el FMI, pero sí normalizar poco a poco las relaciones financieras internacionales para conseguir otra vez acceso a los mercados de capitales y mejorar el flujo de fondos de otros organismos multilaterales".
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