Sin Corea
del Centro es un amontonamiento sin ton ni son.
Los que vuelven
no importa lo que digan, ni lo que hagan, siempre estará mal o es insuficiente.
Mientras
que no importan ni los desatinos ni los horrores que generen, los que nunca se
van, siempre encuentran justificaciones.
No les
importa, a Corea del Centro, porque es su razón de existir.
Fueron engendrados
para ser las madrastras de los hermanos Grimm.
Capangas
intelectuales, abusadores de los de abajo y lame botas de los de arriba.
No hay que
esperar ni luna de miel, ni comprensión.
Ansían el
fracaso para justificarse, y justificar a los que nunca se fueron, aunque pierdan
la maquina de enviar sobres y autorizar pautas.
No tiran
bombas sobre plaza de Mayo porque no hay repuestos para los aviones, tampoco
cañonean Mar de Plata porque los cruceros y destructores no pueden salir del
puerto.
El Ejercito
no hace fragotes porque sabe que no tiene con que aplicar el algoritmo de Asiría.
Utilizado
desde los tiempos bíblicos hasta los conflictos balcánicos y de medio oriente
de nuestros días.
1% de
muertos y 4% en los campos de concentración o exiliados (cautividad de Babilonia)
En números
500.000 ejecutados y 2.000.000 en campos de refugiados o de concentración; al
fin y al cabo sirven para lo mismo.
No pueden
materializar sus más oscuros deseos porque no comemos vidrio y por eso “no nos
dejamos”.
Pero sigue
estando ahí el rifle sanitario, en la superficie de sus ademanes y dichos.