La MaK debería
realizar un seminario sobre la Crisis Sistémica de Oppos y Offos.
"Esta vez no me
llamaron como saben que para llamarme al pedo no me tienen que llamar... me
llamaron todos los periodistas, todo el mundo, menos los que me tenían que
llamar, que eran Macri, Larreta, y la reputa madre que lo parió, ahora para
pedir entradas, traer a los chicos están todos, mirá Luis te pido disculpas
porque estoy loco ya.
Quiero saludar a mi
amigo Sabbatella, que cada vez que tengo algún inconveniente llama para ver
cómo ayudar y no hace un sorete, al conchudo de Lucas Ghi, y todos me están
diciendo que estoy loco porque cuando me secuestraron con mis hijos me llamó
para hacerse el bueno el pelotudo y ¿vos escuchaste que pasó algo?
No pasó nada, nunca
pasa nada, se pueden ir todos a la concha de su madre"
El debate
de hace un año, “Vótame boloudo”; pareciera tener una respuesta provisoria:
“Resolveme, pelotudo”; dirigido al Star system político.
La imagen, más
que injusta, es absolutamente cruel como significante.
Ya que, más
que una regresión a los 90, es una parodia de lo sucedido entre 1930 y 1983.
Si no se “dispone”
de un General del Partido Militar, se conforman con un Sub-capitán de la Selección
Nacional.
Por otro
lado, chocan frontalmente la "idolización" de lo “juvenil”, la adolescencia
eterna.
Con la “Madurez”
en toda actividad RENTADA donde se incluye el esfuerzo físico; trátese de
futbolista, changarin, peón de fabrica, soldado de infantería, o caminador de
camioneros.
El ser humano
no se recupera con la misma “velocidad” a los 17 o a los 25, que a los 34 o 41.
Y no
hablemos de los +50 o +60.
Mascherano,
hoy un “Veterano”; para el Mundial de Rusia, con 34 años cumplidos, es
peligrosamente viejo; porque no estaría en condiciones objetivas para “derrochar”
esfuerzo físico.
Sin embrago,
no tendría los 35 años exigidos como edad mínima constitucional para ser Presidente o Senador.
Los Nini,
para Europa son quienes están entre los 18 y 24, en la Argentina entre los 14 y
los 24.
Hablar de
Nini de 30, 35 o 40 años; crearía un escarnio público para quienes lo
postularan.
El “descontrol”
en el Obelisco la noche de la final; no solo fue de los “saqueadores” y de las
Autoridades “responsables” administrabas y políticas.
Sino que también
cayeron en la menesunda los “analistas bien informados”, eructando en público
una mezcla de carne podrida y lugares comunes inconducentes.
El
exabrupto al aire de Ariel Diwan, más allá del perjuicio personal, no es más
que la verbalización del humor popular frente a las Dirigencias; que viven jugando
a la mancha venenosa deslindando responsabilidades propias y ajenas.
“Resolveme boludo…como
resuelve el Jefecito”.