Tanto
correr, para entrar en la posmodernidad, que al final nos alcanzo el “pasado
insepulto”.
A 62 años de
la primera erradicación radical del peronismo, y a 60 de la primera insumisión
electoral de este contra la Republica, los celacantos han regresado.
La
perpendicularidad de los “ejes/clivajes” de Ostiguy emerge con una virulencia
que desde el Proceso y su Cría, el AlfonCinismo, no se veía por estos lares.
La tersa y
pulcra unimensionalidad horizontal de Derechas a Izquierdas “abollada” por la
verticalidad, brutalmente primitiva y descarada, del “Arriba contra el Abajo”.
El PRO no se
“gesto”, ¿diseño?, luego del “colapso del Estado” del 2001 para “administrar”
la Republica con el Pan radicalismo y sus huestes burguesas.
Sino todo lo
contrario, “copar” la cúspide del
“Partido del Orden”, con el beneplácito de los “superadores” Nac&Pop;
desgarrados de tanta ansia por “volver” a SU “lugar” en la Cosa Publica.
Como en los
tiempos “dorados” del menemismo, Opositores en tubos catódicos, denunciadores a
3 columnas, y subsidiados de las Fundaciones Internacionales.
Una “división
del trabajo ideológico” donde el “progresismo” se hacia cargo de los llamados
Sectores Medios “ilustrados”, aka Burguesías Culturales y Administrativas.
Mientras los
“gerentes” del Establishment “disciplinaban” al Vulgo o Chusma, del supuesto
“pueblo peronista” o Clases populares.
“I would
prefer not to” de
Melville fue la sorprendente respuesta, no solo ahora sino durante la ultima
década y media, con los desagradables efectos secundarios de la negativa.
Pero el
“mundo”, al que se quiere “regresar”, es un despelote tan monumental que ya
parece Argentina.
Y las peores
intuiciones se han confirmado, donde “termina” el “Estado” es donde “comienza
el peronismo”.
La tan
mentada “Sociedad Civil” solo sabe “actuar” como “peronismo puro y duro”,
inmune a los Decretos y los magazines de prime time, con su travestismo bien
pensante de Academias de Ciencias Morales y Estéticas.
En Velorios
y Bautizos de las periferias socio-políticas, actos socio-culturales
integradores de la plebe, ya se están “midiendo y pesando” la Herencia que nos
dejan Mauricio y Cambiemos.
Las Urnas
vociferaran los gritos primales en papel impreso, cambiando sangre por tinta,
piel y huesos desgarrados por corte de boleta.