Cuando no son suficientes alguna ocupación atractiva, un hobby, o un amigo, un amante o un poco de Prozac; es la señal que una sociedad esta en riesgo de extinguirse.
Llenar el vacío con el terrorismo, es mucho mas que la neurosis de una burguesa aburrida; es una búsqueda desesperada de encontrar el rumbo en un mundo que se desgarra.
Jamie Paulin-Ramírez y Colleen LaRose, ver las imágenes, son el rostro de la “America profunda”; WASP con la tarta de manzanas incluidas.
Cuantos cientos de ellas, pretenden combatir su angustia, en defensa de LA Causa.
Pero no realicemos un análisis misógino; son rubias tontas.
Porque solo son la punta del iceberg, no solo son mujeres, sin importar la estética racial y social; muchos miles de hombres se están sumando a los “que no dudan”
En cierta manera, se esta dando el fenómeno que Larry Niven denomino Kdaptists; en las Guerras entre el Hombre y los Kzinti, estos últimos guerreros felinos, se disfrazaban de humanos.
Para que Dios los confundiera con los terrestres.
Basar toda la estructura mental en el éxito, tiene estos perversos resultados; los argentinos lo vivimos en los 70, y lo estamos viviendo en estos días.
Comerse al caníbal, en sentido figurado o literal, es un imperativo evolutivo; que Toynbe lo denomino Mimesis en su Estudio de
Japonesas con miriñaque y calderas copiadas hasta con las abolladuras accidentales, son el lado bizarro de las civilizaciones que intentan “aprender” a modernizarse frente al desafío externo.
Pero también existe la alternativa insidiosa, desde el punto de vista de los paganos romanos y griegos; la “religión de los esclavos y mujeres”, el cristianismo, que tanto maldecían Gibbon y Nietzsche.
El impacto del Islam, como desafío a USA; ¿terminara como el Japón Meiji, o como Bizancio?
¿Una patina que solo cubre lo superficial, o una transformación del alma?
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