Después de la exitosa
saga Die Hard; gracias a las inconsistencias del campo Republicano, que insinúa
para propios y extraños un Armageddon a corto plazo, presenta a su equipo de
recambio ministerial para salvar al mundo.
El problema de los Republicanos, para ser como Chile, es que
tiene que lograr una movilización de las FFAA y FFSS para servir como “contención
social” del Plan Económico.
Papel que esas mismas FFAA y FFSS se niegan a cumplir sin el
gancho del Poder Judicial que las salvaguarde de cualquier proceso penal
posterior.
La Doctrina Balza, oficializada durante el Menemato, es un
disuasorio que limita el margen de maniobra en un Estado de Derecho.
Como si esto fuera poco, Cambiemos tiene escasez de personal
ducho en el arte del regateo social y económico; y así como son incontinentes
en la ciencia sombría, se les suele escapar la tortuga cuando pierden los
estribos.
La peor desautorización publica para cualquier jerárquico es
la insubordinación de los inferiores por considerar una orden de imposible
cumplimiento.
Traducción, prefiero un sumario antes que un juicio penal.
Así que, las apuestas del mundillo político y económico es
que Macri Presidente deberá cambiar gabinete entre Julio y Diciembre de 2016.
Allí es donde nuestro Bruce Willis del delta cree que esta
la oportunidad para él y su equipo.
O sea la gran Fernando Henrique Cardoso, ¿les suena a los
politizados argentos?
El problema es que como en el film de marras, Argentina es
como la Mir, y para que funcione se necesita la colaboración de los Lev
Andropov de las periferias.
Sin ellos Sergio Massa es un símil de Lucas Llach, pero sin Esteban
Schmidt.
Porque por más que aprecie a Bojos, Esteban tiene más
recursos comunicacionales.