"Creo que sólo las clases productivas y prosperas van a sacar a
los pobres de la pobreza y este es el compromiso moral de las clases medias
argentinas. Somos nosotros los que tenemos que liberar a los pobres y no ellos
liberarse, porque ellos están esclavos del uso político"
El 18% de los argentinos afirma haber recibido alguna vez una oferta
por su voto. La cifra duplica prácticamente el promedio latinoamericano. De
todos modos, podría decirse que el clientelismo no paga bien: el 43,9% de los
encuestados afirma no sentirse ni más ni menos inclinado a votar por el
candidato del benefactor, en tanto que el 45,3% dice sentirse menos inclinado a
hacerlo.
A la cuestión “dependencia-autonomía”, clave en el sentido común
Académico y Análisis político de los Media; se le suma el papel del Endorsement
o Vicariato.
En el primero, si fuera cierta la Tesis “cárcel del
clientelismo”, no seria necesaria la discusión.
Nación y PBA están en “manos” de Cambiemos, ergo, “dispondrían”
automáticamente de “esos sufragios”.
Pero, ni los más acérrimos defensores de la “dependencia”, están
seguros de “obtenerlos”.
En cuanto al Vicariato o Endorsement de los Ejecutivos, o
Jefes Partidarios según el caso; están los ejemplos recientes de Rio Cuarto de Córdoba,
Corrientes Capital, y las legislativas de Chaco y La Rioja.
Los 2.000 cargos en disputa en la PBA confinan, de manera inédita,
ambas cuestiones.
Generando una incertidumbre entre el “Deber Ser” de las
elites, incluyendo fundamentalmente la Intelligentsia; como clase Cultural –Administrativa,
subordinada al Establishment.
Y el “Ser”, “en si y para si”, de las llamadas Clases
Populares; que asumen como “Capital simbólico y concreto” SU sufragio.