Cuando un Compañero pone en riesgo la salud física y mental
por lo que cree, aunque se esté en desacuerdo, no queda otra que desearle la
mejor de las fortunas.
O sea que permanezca lo más entero posible en los dos próximos
años de inflamada brega.
Espero, ¿rezo?, ya que Juan es cristianuchi y yo no: que los
cabezas de termo ausentistas del Oficialismo comprenda cual es su ofrecimiento.
Aunque, como señala Quintín, son demasiado “quisquillosos”
con los guiones de la Internacional Liberal.
En fin, un abrazo Juan, y suerte con el anti peronismo
legitimado por el Presidente de la Nación.