Si algo tenía claro Julián Domínguez cuando se hizo cargo del Ministerio de Agricultura, con la misión de restablecer los puentes con las entidades agropecuarias, es a quién apuntarían esas conexiones.
Y a quién no.
Su experiencia en la provincia de Buenos Aires, como intendente de Chacabuco, lo acerca a las cuestiones rurales y le dio la convicción de que insistir en los intentos de desconocer a las entidades rurales o trabajar sobre armados alternativos para disputarles representación sería en vano.
Habría que trabajar demostrando la voluntad de acercarse al productor mediano y pequeño con soluciones y reflejar la apuesta al modelo de agricultura con agricultores, opuesto al modelo agroexportador concentrador, extranjerizante y expulsor de la población rural.
Sabía que Federación Agraria debía estar de su lado, y otros no.
En septiembre de 2008, el todavía futuro ministro se rodeó de gente de confianza que conociera perfectamente el sector y sus protagonistas.
Se acercó a un hombre que ya estaba trabajando en el área de Agricultura, Jorge Neme, proveniente además de Federación Agraria.
Un viejo conocido de Buzzi, con momentos de acercamiento y otros de distancia, pero con un diálogo que jamás se interrumpió por completo.
También convocó al ex secretario de Agricultura y Ganadería durante en la transición de Eduardo Duhalde, Haroldo Lebed, quien tuvo a cargo la refinanciación de las deudas pesificadas de los productores con el sector bancario tras la devaluación de 2002, permitiendo evitar miles de remates.
Ello le valió un reconocimiento de
Desde ese momento, Lebed permaneció retirado, en sus campos de Carmen de Patagones, hasta que a fines de 2009 Domínguez lo convenció de volver a la función pública.
Su tarea iba a ser por demás significativa: ser el hombre que reiniciara el contacto, personal y político, con Eduardo Buzzi.
Ninguno de sus futuros interlocutores era un desconocido para el titular de Federación Agraria.
Tampoco Domínguez, proveniente de un espacio que Buzzi conoce de sobra: el duhaldismo bonaerense.
Raúl Dellatorre
Pagina 12
http://www.pagina12.com.ar/diario/elpais/subnotas/1-50328-2010-11-15.html
También
http://www.pagina12.com.ar/diario/elpais/1-156884-2010-11-15.html
http://www.pagina12.com.ar/diario/elpais/subnotas/1-50329-2010-11-15.html
El “moderado” entusiasmo que presentan las notas, no se debe, solo, a la “resignación” por el regreso de los “métodos” y los “personeros” de
Sino a un dato de la “Realidad” del Campo Progresista;
Eran los que “bancaban”, financieramente, las estructuras del Interior; y aun hoy, muchos de los “locales” de los pueblos de
En la última elección de
Igual que Milagro y
Ojo, no “facturo” el hecho en si, que es parte de las reglas de juego; sino el doble resero, digno de la hinchada del Grupo A.
A Julián Domínguez, y los turcos Lebed y Neme, NUNCA le reconocerán el capo laboro del “Control de Daños” de la 125; porque NO SON DEL PALO, sino impresentables pejotistas, Mazorqueros duhaldistas.
La culpa la tiene Néstor, que SIEMPRE termino recostándose en esos mafiosos, cuando todo lo demás falla.
No se toma en cuanta que se le esta sacando el “piso” a
Tumini, Pino, Lozano, de Genaro, Bonasso, los Socialistas, los Demócratas Progresistas, los Margaritos,....
Mientras tanto, el “Manco” y Cacho, operan en los Centros Urbanos, no solo en el GBA.
La provincia de Buenos Aires se propone crear un régimen especial para que las manzaneras puedan acceder a un subsidio similar a una jubilación, así como recibir el beneficio de un seguro de salud.
La propuesta se inscribe en una estrategia para repotenciar la red de trabajadoras comunitarias de cara al año electoral.
La iniciativa implica una revalorización del rol de la red de "manzaneras y comadres", creada en el marco del Plan Vida -que apuntaba a combatir la desnutrición infantil- durante la gobernación de Eduardo Duhalde y que en los últimos años se había desinflado sensiblemente.
El propio Duhalde había encomendado meses atrás a su yerno, el diputado de Unión Pro Gustavo Ferri, anunciar el rearmado de la red diseñada en 1994 por su esposa, Hilda González de Duhalde.
Originalmente se propusieron recuperar ese espacio con aportes de empresas y fundaciones.
Sin embargo, lo que finalmente se constituyó en varios puntos del Gran Buenos Aires fueron colectivos llamados "multisectorial de mujeres", integrados por manzaneras, pero también por representantes femeninas de otros estratos sociales.
Paralelamente, el ministro de Desarrollo Social de la provincia, Baldomero Álvarez de Olivera, promovió la realización de encuentros regionales con la intención de mantener a las mujeres dentro del sistema.
Hubo plenarios en Lomas de Zamora, Berisso,
Allí recogió numerosos pedidos y algunos reclamos.
El más repetido, según contaron colaboradores de Álvarez, fue la necesidad de contar con asistencia de salud y algún ingreso para aquellas mujeres que por su edad se veían obligadas a dejar la actividad (por la que no reciben salario).
Así nació el proyecto.
El tejido que conforman las manzaneras llegó a sumar 42.000 mujeres que operaban como intermediarias entre el Estado y unos 750.000 hogares de todo el Gran Buenos Aires y los distritos más importantes del interior provincial.
Hoy, ese número es incierto.
El gobierno de Daniel Scioli busca no perder el favor de las manzaneras luego del cimbronazo que provocó la decisión de su gobierno, que en 2008 instrumentó el uso de tarjetas magnéticas en reemplazo de la entrega de alimentos, lo cual restó protagonismo a las trabajadoras vecinales.
Según cálculos extraoficiales unas 1000 manzaneras estarían en condiciones de jubilarse el próximo año si es que prospera el proyecto oficial.
El subsidio propuesto será equivalente a la suma establecida para la jubilación mínima de la provincia, unos 885 pesos y "se liquidará en forma mensual y vitalicia".
"Este trabajo cotidiano que hacen en cada uno de los barrios merece este reconocimiento", dijo ayer Scioli en Mar del Plata, ante unas 12.000 manzaneras.
Pablo Morosi
Corresponsal
http://www.lanacion.com.ar/nota.asp?nota_id=1324821
Algo que viene reclamando, hace casi 2 años, un K de paladar negro como Artemio López; insospechable de ser un muggle “sangre sucia”.
Porque las “comadres” están condiciones “objetivas” de rastrear y censar al millón y medio, o dos millones, de pibes que AUN no reciben el AUH.
Algo que, por razones obvias, no pueden hacer los empleados del ANSES o Acción Social; y menos aun las tarjetas de bancarización.
En estos días se esta hablando mucho de “gestionar”, para garantizarle a CFK, el “nuevo” piso alcanzado.
En fin, para “no hablar, sino hacer”, siempre se termina llamado a los Santos, Lamponne, Ravenna y Medina. ;-P