Creo que en ese vacío histórico subyacen las "leyes" de la
toma del poder en la
Argentina y que esa determinación es más fuerte que las que
surgen de cualquier otro producto histórico, ya que es la determinación
espacial y temporal concreta que nos corresponde a nosotros.
Hay dos fallas del pensamiento de izquierda en las que re cae, a mi
juicio, el pensamiento montonero cuando analiza su problema central, que es la
toma del poder.
Una, privilegia las lecciones de la historia en que la clase obrera
toma el poder y desdeña aquellas otras en que el poder es tomado por la
aristocracia, por la burguesía.
Ni Marx ni Lenin procedieron así.
Ambos dieron a la toma del poder por otras clases un carácter ejemplar.
La segunda falla deriva de la primera, y remite al punto de partida, a
saber, la historicidad de nuestro pensamiento.
Puesto que las lecciones de historia en que la clase obrera toma el
poder se dan solamente a partir de 1917
Y solamente en otros países, ése es el nivel cero donde empieza nuestro
análisis.
Un oficial montonero conoce, en general. como Lenin y Trotsky se
adueñan de San Petersburgo en 1917, pero ignora como Martín Rodríguez y Rosas
se apoderan de Buenos Aires en 1821.
La toma del poder en la
Argentina debería ser, sin embargo, nuestro principal tema de
estudio, como lo fue de aquellas clases y de aquellos hombres que efectivamente
lo tomaron.
Perón desconocía a Marx y Lenin, pero conocía muy bien a Irigoyen, Roca
y Rosas, cada uno de los cuales estudió a fondo a sus predecesores.
Rodolfo Walsh
Oficial de
Inteligencia - Montoneros,
Buenos Aires, 23 de
noviembre de 1976 a
2 de enero de 1977.
"La manera en que se reparten las cartas, así como los resultados
de las diversas partidas que se juegan en la fase originaria de una
organización y en los momentos inmediatamente posteriores", ha sostenido
Panebianco, "continúan en muchísimos casos, condicionando la vida de la
organización a decenios de distancia [...] los resultados de las primeras
"partidas" o, dejando la metáfora, las opciones políticas cruciales
puestas en práctica por los padres fundadores, las modalidades de los primeros conflictos
por el control de la organización, y la manera en que éstas se consolidan,
dejarán una impronta indeleble. Pocos aspectos de la fisonomía actual así como
de las tensiones que se desarrollan ante nuestros ojos en muchas
organizaciones, resultarían comprensibles si no nos remontáramos a su fase de
formación"55.
Sobre los Orígenes
del partido peronista
Aquí es donde entra Ripley's Believe It or Not! y la fama de Leviatán
del peronismo bonaerense.
1/ Believe It or Not!, la dos primeras internas
fueron en 1947 y 1949.
2/ Believe It or Not!, participaron mas de
100.000 y 200.000 militantes.
3/ Believe It or Not!, las elecciones no solo
fueron competitivas, con mas de una lista distrital, 63 de 112 presidencias de
distrito cambiaron de Titular.
4/ Believe It or Not!, ni Perón ni Eva incidieron en las internas.
5/ Believe It or Not!, Mercante se convirtió en
una potencia territorial después de la elección de 1949.
6/ Believe It or Not! Con los datos a la vista,
la participación del Conservadurismo fue mínima, mientras que el aporte de
Forja solo cede numéricamente ante el Sindicalismo.
7/ Believe It or Not!, No solo se aceptaba el
fraccionalismo, como muestra de la Democracia Interna,
además se respetaba puntillosamente la proporción de espacios y porcentaje de
votos.
8/ Believe It or Not!, ex Radicales, ex
Forjistas, ex Militares, ex Sindicalistas Revolucionarios, ex Comunistas, ex
Socialistas, ex Aliancistas, ex Conservadores; en resumen todos aquellos que se
habían sumado en 1945; tenían el Derecho y la Obligación de revalidar
con el voto su situación.
9/ Believe It or Not!, En los años que
transcurren entre 1947 y 1950 el peronismo bonaerense conformó, entonces, un
real y muy exitoso partido político “de masas”, participativo y representativo,
al mismo tiempo que un “equipo dirigente” de envergadura provincial en cuyo
núcleo se encontraban las personas que lo representaban en los cuerpos
colegiados.
En franco contraste con las interpretaciones
del “verticalismo”, las dos elecciones consecutivas para elegir la conducción
partidaria en cada uno de los 112 distritos de la provincia indican la intensa
actividad de militantes, dirigentes y candidatos a dirigentes en las labores
internas de la agrupación.
Con todo, no deseamos extremar las
posibilidades “democráticas”: ciertamente, los peronistas “de base” no pudieron
elegir directamente su conducción política en la provincia.
Los motivos pueden ser varios, pero es evidente
que en la complicada tarea de dotar al peronismo de una dirección orgánica, sus
dirigentes priorizaron elecciones de tipo indirecto, tanto en lo relativo a la
gestión partidaria, como para elegir candidatos a las elecciones generales.
De alguna manera, esto parece haber
imposibilitado (estuviera o no en las intenciones de aquellas personas) la
conformación de “corrientes” internas extendidas por todo el territorio
provincial.
Ello, sin embargo, no invalida la comprobación
principal: no puede seguir pensándose al Partido Peronista como una maquinaria
burocrática o, peor aún, como una agencia estatal, sino como una verdadera
organización política autónoma con respecto al Estado.
El Gobierno Mercante.
Estado y Partido en la provincia de Buenos Aires, 1946-1951.
Formación y crisis de
una elite dirigente en el peronismo bonaerense, 1946-1951.*
DOMINGO, 25 DE ENERO
DE 2009
Los elementos que se señalan no están numerados en orden de
importancia.
Debe empezarse por la situación de las masas, que es de retirada para
la clase obrera, derrota para las capas medias y desbande en sectores
intelectuales y profesionales.
………
Cabe suponer que las masas están condenadas al uso del sentido común.
Forzadas a replegarse ante la irrupción militar, se están replegando
hacia el peronismo que nosotros dimos por agotado y la dirección del peronismo
se ha visto subrayada por el gorilismo del gobierno.
En suma, las masas no se repliegan hacia el vacío, sino al terreno malo
pero conocido, hacia relaciones que dominan, hacia prácticas comunes, en
definitiva hacia su propia historia, su propia cultura y su propia psicología,
o sea los componentes de su identidad social y política.
……
Naturalmente si nosotros pensamos que la crisis del capitalismo es
definitiva, no nos queda otra propuesta política que no sea el socialismo más o
menos inmediato, acolchado en un período de transición, y esa propuesta
contribuye a relegar el peronismo al museo.
Todos desearíamos que fuera sí, pero en la práctica sucede que nuestra
teoría ha galopado kilómetros delante de la realidad.
Cuando eso ocurre, la vanguardia corre el riesgo de convertirse en
patrulla perdida.
Creo que estos son los ejes de nuestra equivocada estrategia, y que en
cambio son secundarias o derivadas las contradicciones masas-aparato,
interior-Buenos Aires, etc., ya que la resolución de las mismas es materia de
ejecución, mientras que los ejes políticos que planteamos son materia de
concepción.
Aún esas antinomias, si se toman como subordinantes y no como
subordinadas" encierran peligros considerables, y el mayor de ellos es
omitir la singularidad de la configuración geográfica, histórica y social argentina,
que es su núcleo urbano de 12 millones de habitantes y 60% de la población
obrera, de la que necesariamente -a mi juicio- debe brotar también la
singularidad de nuestro proceso revolucionario.
Hecho que por ahora apuntamos sin perjuicio de intentar desarrollarlo
por separado.
Rodolfo Walsh
Oficial de
Inteligencia - Montoneros,
Buenos Aires, 23 de
noviembre de 1976 a
2 de enero de 1977.