Norberto dijo...
No es digno de Ud,
Manolo, sobre todo cuando ya está determinado que le formación que embistió a
la detenida paso una señal en precaución y tres en rojo, cosa que hoy se
determina con precisión dado que las formaciones y señales están en una
computadora central encargada de vigilar su posición y estado.
Alguien con
conocimientos técnicos, creo recordar que tuvo un accidente con un torno, no
debería ser tan liviano en las afirmaciones.
Nunca menos y abrazos
13 de junio
de 2013 12:25
Norberto,
es cierto que me quedaron los dedos aplastados como una banana.
Era conciente
que jugaba a la ruleta rusa y perdí, mucho menos de lo que pude haber perdido.
Quizás mis índice
y mayor, de la mano derecha, no sean aptos para gatillar una pistola; o no
pueda ejercer de orfebre, dibujante o relojero.
Pero aun me
sirven para rascarme cuando me pica.
La cuestión
no es sobre la Culpa
o el Dolo, jurídicamente hablando; sino sobre la Responsabilidad,
personal y política.
En mi
accidente, sabia que no estaban dadas las condiciones técnicas optimas; ni
siquiera las mínimas, porque la prudencia exigía tener 3 manos para poder
operar dentro de los parámetros confiables.
Cancheree, estando
SOLO, y en consecuencia tuve que pagar.
Norberto, ¿recuerda
la sentencia de Perón?; quien no tiene cabeza, debe tener espaldas, para
aguantar los golpes.
Con la
infraestructura de los Conurbanos argentinos, no solo del GBA, la cuestión es
mas de incomprensión personal que de carácter técnico.
Nuestras
Clases Dirigentes son, o Provincianos aporteñados, que vienen de Ciudades no mayores
a los 200.000 habitantes; extremadamente estratificadas en lo social.
Para ellos Aerolíneas
es más importante que el transporte masivo terrestre de corta distancia, al que
miran con ojos de turista en Bangla Desh.
O, Porteños
Provincianos, la adjetivación hacer clic aquí;
para quienes la Civilización
llega hasta la ultima estación de Subte; mas allá la Inundación o el
Desierto.
Paris
enclavado en África, es su Consigna, un refinamiento 2.0 de Civilización frente
a la Barbarie.
Tan mal
planteada esta la cuestión, mas allá de Jaime si o no; que ni siquiera se toma
nota lo que esta sucediendo, aquí y ahora, con el Transporte Publico de Masas de
nuestros Socios Estratégicos.
Según el periódico
Socialdemócrata de mayor lectura en nuestro idioma:
Los precios de los
transportes públicos en Brasil son muy altos en relación al sueldo base de los
trabajadores, máxime cuando no existen abonos para los que los usan de forma
regular.
El billete sencillo en
São Paulo, que permite un máximo de cuatro trayectos en tres horas (en la mayor
ciudad de Sudamérica, con un tráfico proverbialmente infernal, muchos viajes
tardan más que eso) cuesta 3,20 reales (1,12 euros).
Para aquellos que
tienen que hacer un viaje de ida y otro de vuelta seis días a la semana, el gasto
en transporte puede superar los 200 reales al mes, cuando el salario mínimo es
de 678 reales (238 euros).
Sin embargo, la clase
media, poco acostumbrada en este país a las manifestaciones de protesta en las
calles, está aplaudiendo a las autoridades, que han pedido mano dura a la
policía contra las movilizaciones, que están paralizando el tráfico en ciudades
ya de por si supercongestionadas.
Las manifestaciones
están creando una alarma especial.
Ni siquiera frente a
los grandes escándalos de corrupción política la gente salió nunca a la calle.
Una vez más, también
aquí se hace realidad la famosa frase atribuida a Bill Clinton:
"Es la economía,
estúpido".
Las manifestaciones de
São Paulo, a las que este jueves seguirá otra en el centro de Río, adquieren al
mismo tiempo una fuerza política: el año próximo tendrán lugar las elecciones
presidenciales, junto con las de gobernadores y diputados federales y estadales.
En São Paulo el
expresidente Lula da Silva consiguió el año pasado la elección de su pupilo
Haddad, ministro de Educación del Gobierno de la presidenta Dilma Rousseff pero
desconocido en Sâo Paulo.
El año próximo, el reto de Lula es arrancar al
opositor PSDB el mando del mayor Estado del país, que gobierna desde más de una
década.
Sin embargo, en el
último sondeo Alckmin aparece como favorito para su reelección y para disputar
el Gobierno del Estado con Lula.
Según algunos medios
políticos, le ganaría por un 46% contra un 24%.
La dureza del
gobernador contra las manifestaciones puede funcionar también, según los
analistas, como una forma de ganarse a la clase media, algo fundamental para su
reelección.
El antropólogo Fred
Lúcio, entrevistado en la televisión Globo hizo un análisis de dichas
manifestaciones desde el punto de vista de la sociedad.
Según él la mecha que
provocó la explosión social con ribetes de violencia se debió a un conjunto de
factores.
Lúcio asegura que en
la sociedad existe una cierta insatisfacción sobre el funcionamiento de las
servicios públicos, con quejas sobre la sanidad, la educación y la política de
transportes.
La rabia del sector de
la sociedad que usa habitualmente los medios de transportes públicos por no
tener coches se debe, según el antropólogo, no solo a su precio, sino también
al mal funcionamiento de los mismos, sobretodo en las grandes urbes como São
Paulo, una ciudad con casi 20 millones de habitantes, la mitad de España.
Según Lúcio, existe
“presión” en una sociedad "que se cree y desea ser de primer mundo",
pero que tiene aún que convivir muchas veces con "servicios públicos
precarios" en varios sectores.
Las protestas
comenzaron el fin de semana y llegan en un momento de crisis con la inflación
alta, la bolsa y el dólar comiendo terreno al real.
Los transportes
públicos son muy caros en Brasil en relación al sueldo base de los trabajadores
y no existen abonos para quienes los usan de forma regular.
Para quienes tienen
que hacer un viaje de ida y otro de vuelta seis días a la semana, el gasto
puede superar los 200 reales al mes, cuando el salario mínimo es de 678 reales
(238 euros).
Parte de la clase
media ha pedido mano dura a la policía para que controle unas manifestaciones
que están colapsando aún más las ya congestionadas ciudades brasileñas.
Resumiendo,
estimado Amigo y Compañero; la cuestión de fondo va mas allá de las Culpa o
Dolo personales.
Es la “Concepción”
lo que esta en Crisis, y esta se termina manifestando en los eslabones mas “agotados”
de la Praxis.
Apelar al “Pensamiento
Mágico”, o a la “Paranoia municipalista”, para eludir la Autocrítica; hay que dejárselo
a los Macri, Carrio, Ibarra y de la
Rua.
A menos
que, en nuestro mas intimo fuero, queramos “pertenecer”.
Si así
fuera, solo hay que llamar a Enrique Mathov para que realice el “conjuro”.
“Comisario
(o Coronel) hágase cargo..., los Sectores Medios exigen Orden”