Se equivocó la paloma,
se equivocaba.
Por ir al norte,
fue al sur.
Creyó que el trigo era agua,
se equivocaba.
Creyó que el mar era el cielo,
que la noche la mañana,
se equivocaba, se equivocaba.
Que las estrellas, rocío,
que la calor, la nevada,
se equivocaba, se equivocaba.
Que tu falda era tu blusa,
que tu corazón su casa,
se equivocaba, se equivocaba.
Ella se durmió en la orilla,
tú en la cumbre de una rama.
Creyó que el mar era el cielo,
que la noche la mañana,
se equivocaba, se equivocaba.
Que las estrellas, rocío,
que la calor, la nevada,
se equivocaba, se equivocaba.
Que tu falda era tu blusa,
que tu corazón su casa,
se equivocaba, se equivocaba...
Mientras
tanto, en JGM…
Big Data a
full: el PRO estrena sus nuevos "fierros" digitales para la campaña
2019
s un
sistema más sofisticado que el utilizado hasta ahora para segmentar datos de la
población y dirigir mejor los mensajes.
…y la
periferia le responde
Las viejas
sociedades de soberanía manejaban máquinas simples, palancas, poleas, relojes;
pero las sociedades disciplinarias recientes se equipaban con máquinas
energéticas, con el peligro pasivo de la entropía y el peligro activo del
sabotaje; las sociedades de control operan sobre máquinas de tercer tipo,
máquinas informáticas y ordenadores cuyo peligro pasivo es el ruido y el activo
la piratería o la introducción de virus.
La anarquía
y la unidad son una sola y misma cosa, no la unidad de lo Uno, sino una más
extraña unidad que sólo se reclama de lo múltiple.
Gilles
Deleuze, Mil mesetas
¿Perón, Deleuze
antes que Deleuze?, cuestión que salda Raanan Rein académicamente.