Como el lenguaje de Lucas Carrasco es tan de Vanguardia, que a veces es difícil de decodificar para la generación del mimeógrafo, viene bien una traducción del filosofo atorrante del Mare Nostrum.
Penélope,
con su bolso de piel marrón,
y sus zapatos de tacón
y su vestido de domingo
Penélope,
se sienta en un banco en el anden
y espera a que llegue el primer tren
meneando el abanico
Dicen en el pueblo
que un caminante paro
su reloj
una tarde de primavera.
Adiós amor mío
no me llores volveré
antes que de los sauces caigan las hojas.
Piensa en mi
volveré, por ti
Pobre infeliz,
se paro su reloj infantil
una tarde plomiza de abril
cuando se fue su amante.
Y se marchito
en tu huerto hasta la ultima flor,
no hay un sauce en la calle mayor
para Penélope
Penélope,
tristes a fuerza de esperar
sus ojos parecen brillar
sí un tren silva a lo lejos.
Penélope,
uno tras otro los ve pasar
mira sus caras
les oye hablar,
para ella son muñecos
Dicen en el pueblo
que el caminante volvió
y la encontró en su banco de pino verde
La llamo, Penélope
mi amante fiel, mi paz
deja ya de tejer sueños en tu mente.
Mírame, estoy aquí, regrese.
Le sonrió
con los ojos llenitos de ayer
no era así su cara ni su piel:
tu no eres quien yo espero.
Y se quedo
con su bolso de piel marrón
y sus zapatitos de tacón
sentada en la estación.
3 comentarios:
Juaz!!!
pero hay un error, el verdadero lenguaje de vanguardia en la blósfera es el tuyo, Manolo.
El más vanguardista de todos es Cansarnoso.
¿Quién es Cansarnoso?
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