sábado, 17 de octubre de 2009

Modelo mejicano.


Las autoridades mexicanas anunciaron este viernes haber hallado los cuerpos totalmente descuartizados de nueve personas frente a una clínica en el municipio de Tlapehuala, donde el crimen organizado ha recrudecido su violencia.

La Familia Michoacana, uno de los mayores cárteles de la droga del país, se atribuyó el homicidio múltiple en dos mensajes que dejó en el lugar de los hechos. Allí, los agentes hallaron los cadáveres en la parte trasera de una camioneta que obstruía la carretera Altamirano-Iguala. La Policía encontró nueve bolsas de plástico con los torsos de los cuerpos y otras tantas con las cabezas y los miembros de las víctimas.

En el interior del vehículo, había dos cartulinas. En una se leía: "La Familia no mata a inocentes. Muere quien debe morir. Aquí está tu gente, recógela y ven a pelear". La otra rezaba: "Para que aprendan a respetar". Ambos mensajes firmados "F.M.".

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2 comentarios:

Anónimo dijo...

Manolo:
el caso de Guerrero que relata puede ser particularmente tétrico pero es frecuente en las "zonas de subducción" en las que dos organizaciones se están peleando el territorio. Ninguna de esas organizaciones es el Estado, por supuesto.
Hay muchos otros territorios controlados por el narco en los que hay una hegemonía clara de un grupo -el Triángulo Dorado, por ejemplo, entre Sinaloa, Chihuahua y Durango- que son bastante más tranquilos, siempre y cuando no aparezca la perrada (federales+ejercito).
Si el Estado no está en cada m2 del territorio para proveer bienes públicos y resolver los conflictos entre particulares cualquiera que lo haga se hace inmediatamente Estado. Usted le compra la mota a los campesinos, les presta para sacarlos de un apuro, arregla la iglesia, se asegura que haya maestros en las escuelas, si hay una disputa por el uso de la tierra la resuelve, mata y deja en una bolsa de nylon a algún que otro secuestrador o asaltante. Si su organización hace todo lo que los habitantes del pueblo esperan que haga el Estado Ud. ES el mismísimo Estado. Y al mismo tiempo que reclama el monopolio de la violencia reclama el monopolio de un negocio sumamente lucrativo. El Chapo, la Tuta, el Teo o el MZ no son damas de la caridad.
La única cara que le muestra el Estado es la de comportarse como un ejercito de ocupación cuando por asuntos completamente ajenos a la dinámica que tiene lugar en el territorio decide meterse. Y encima ésta ocupación tiene fecha de vencimiento, porque el Estado no es capaz de mantener la presencia por demasiado tiempo -no por nada, es que terminarían corrompidos desde el conscripto hasta el general de división. Se entenderá que la lógica que sigue imperando es la del actor que NO se va a ir del territorio.
Fíjese que en la Ciudad de México la violencia relacionada con el narco es, comparativamente, mucho menor. Averigüe la historia del Movimiento Urbano Popular, su inspiración maoista y su consiguiente manía por controlar territorios, su papel de aliado del Partido Gobernante en la Ciudad y su rol en hacer llegar al Estado -como se puede, no me venga con pelotudeces neoinstitucionalistas- a cada barrio, a cada colonia, a cada Unidad Habitacional. Hablando hace un tiempo con un amigo, joven dirigente del MUP, me confesaba un poco triste que ahora le están haciendo el trabajo al Estado, trabajo territorial con el que creían hace 20 años que iban a carcomerlo desde abajo, zona liberada por zona liberada. Él se queja, yo se lo agradezco.

Lo dejo en compañía de la filosofía política del Tigrillo que nos recuerda que "ahí hay agua!!!!! y más abajo hay lodo..."

Saludos

Martín

Anónimo dijo...

Me había olvidado el enlace al enlace del Maquiavelo de 'onde se dan las pitayas!

http://www.youtube.com/watch?v=57QuolSXAVQ

Saludos
Martín