- Pásame el pochocho.
Mientras el resto del mundo mira en la pantalla chica, mascando los tente en pie, lo que sucede en Grecia y Gran Bretaña; dos aspectos de un mismo fenómeno.
¿Tenemos una historia asincrónica?, ¿será un efecto de
Ya hace rato que venimos tratando el tema de la bancarrota ideológica en este blog, para el ultimo post, hacer clic aquí.
Y que, cualquier lógica de crisis, lleva a seguir el ejemplo de supervivencia; por más heterodoxo que sea.
Grecia esta madura para los patacones, o el más ambicioso “argentino”, de Esposito y Rodríguez Saa.
El Euro es un espejo de
Porque, políticamente, que es lo que importa; las diferencias son matices menores.
Estamos en presencia de pujas despiadadas; tal cual expresaba Rudi Dornbusch en el 2002; hacer clic aquí.
“Una batalla por la distribución has sido abierta entre los trabajadores y los ricos, entre quienes han quedado atrapados en el corralito y quiénes tienen su dinero en Miami, entre las provincias y Buenos Aires, entre los sindicatos y los empresarios, entre los acreedores e inversores extranjeros y una nación empeñada en olvidar sus obligaciones en un vano intento por mantener alguna impresión de normalidad.
La Argentina está siendo canibalizada por esas disputas”.
Se que a los amigos economistas les molesta que les refriegue, cada vez que hay oportunidad, estos paper del hombre de Chicago y Genova.
Pero no queda otro remedio, hasta que se asuma que es
Porque los platos rotos, de los “errores” de Diagnostico, no los repara
La infantería de los “corruptos y populistas presupuestivoros”, no puede darse el lujo de los “técnicos”, que se refugian en sinecuras de organismos internacionales o universidades.
No tienen donde escapar del incendio; no pueden alegar que no son Responsables de sus acciones; porque no fueron comprendidos, o las reformas no fueron lo suficientemente profundas.
A las hordas de desesperados no les interesan las justificaciones, “resolve el problema ya, o morí”; es su única bandera.
En fin; nosotros, los argentinos, ya sobrevivimos a todos los aspectos de
Sin importar como, y cuando, termine; nuestra asincronía nos da ventajas comparativas.
Es cuestión de aprovecharlas; si se tiene el suficiente cinismo político.
-¿Queda alguna lata de birra fría?
7 comentarios:
Acepto la definición que el euro es la convertibilidad al palo. El euro evoca a aquellos que pedían dolarización total allá por el 2000 y el 2002: es la adopción de una moneda que no refleja la producción del país adoptante.
No se haga problema Manolo dentro de 3 años aparece Nestor Kirchneropulos.
La lógica de análisis es muy simple.
La globalización está en bancarrota, no solo la ideología, también las finanzas. Se hace todo lo posible por disimular esto, más no se pueden disimular los efectos que causa la bancarrota.
Grecia, GB, España, etc., son síntomas de la bancarrota. Se hacen esfuerzos ideológicos permanentes por circunscribir el problema al escenario local, pero sabemos que es una manifestación de un problema global: las deudas que se le deben a los bancos no se pueden cobrar sino al costo de una depresión económica global, ajustes, etc., etc. A su vez, los rescates financieros los paga el contribuyente mundial, sea del país que sea.
La asincronía que señalás se relaciona con que la desintegración global fue dándose en "oleadas", a lo largo de unos 15 años.
Acordate que la oleada que se manisfestó en Argentina en 2001 fue posterior a México, Brasil, Rusia, etc., etc. y anterior a Grecia, España, USA, etc. Los nombres de estos países no representan más que los lugares donde se manifestaron y manifiestan los síntomas de la desintegración global general. No son esos escenarios "el" problema, sino la globalización es "el" problema cuyos síntomas se manifiestan en cada escenario local.
Pero lo que hay que señalar con todas las letras desde el punto de vista geoeconómico es que la salida de la crisis y supervivencia argentina se facilitó mucho por la dinámica propia de la desintegración global que ocasionó la suba de los productos exportables argentinos. O sea que estamos atados, querramos o no, al desarrollo de la dinámica de esa crisis que no controlamos. Por ahora parece benigna para con Argentina, más esa benignidad carece de fundamentos sólidos.
Lástima que ayer le encomendamos la tarea de motorizar la UNASUR, sino se lo podríamos prestar un par de años.
Allá iría el Quijote Néstor empuñando su BIC para sacarlos del quilombo.
Adhiero totalmente a lo que dice Oti.
Incluyo algo que para mí es imprescindible: la movilidad absoluta y dinámica del capital, cosa medianamente novedosa (15/20 años). Hoy me compro en euro, y si no me dá me paso a dólar, y si se cae el dólar salto al euro de nuevo, lo mismo que las empresas mudan sus plantas de trabajo, lo mismo que hoy siembro trigo y mañana soja, lo mismo en todo proceso financiero, sea productivo o improductivo (la mera especulación).
Hoy dejo entrar mano de obra barata, y mañana la quiero rajar porque no me conviene, y podríamos llevar los ejemplos ad infinitum.
Tal cual, no es un escenario local, no es Grecia ni España, es global.
Y tal cual él dice, vamos chupados en el viento de cola que este huracán deja, en su efecto túnel. Para donde nos lleve el viento, allí iremos.
Almita, encontrás alguna explicación a la obsesión de los economistas por encontrar causas internas en Grecia (así como corrieron ríos de tinta tratando de explicar la crisis Mexicana del '94, la de Brasil, Rusia, Malasia, Corea, Argentina, ahora, Grecia, luego España, GB, USA, etc., etc.) en la explicación de "su" crisis?
Esta es una pregunta casi psicológica: ¿Por qué les cuesta tanto a los economistas reconocer que el problema es sistémico? Nada en limpio van a sacar averiguando cuál era el déficit griego, la deuda, etc. etc. Todos esos factores que propongan como explicaciones internas al escenario local no son otra cosas que manifestaciones de fuerzas sistémicas que están operando a nivel global, frente a las que Grecia nada puede hacer.
Es curioso como se racionaliza en estas cosas. Se hace énfasis en lo mal que hacían las cosas los escenarios locales después que explota la crisis, la que es atribuida, sin excepción, a lo mal que hacían las cosas los locales. Pero, antes de la explosión, ese énfasis brillaba por ausencia y es todo elogios a las maravillas de la globalización.
Me acuerdo acá en Argentina cuando se decía "somos primer mundo", "argentina el mejor alumno del FMI", etc., etc. Y cuando explota la crisis era culpa de los nativos por lo mal que hacíamos las cosas (pero no nos decían que la hacíamos mal, sino todo lo contrario).
Hay como un doble estándar. Cuando no hay crisis (visible) la globalización es una maravilla, y los Estados locales casi no existen, son meros apéndices del funcionamiento global.
Cuando explota la crisis aparecen milagrosamente las perniciosas políticas de los Estados locales.
En fin.
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