Estado de Situación de La Nación; leninistas pre-gramscianos y el Circulo Rojo.

Los K y los + comparten, muy a su propio pesar, la desorientación por el “cambio de reglas” de la “Lucha Política” por parte del Estado mayor de la Hegemonía.

Los primeros, como pequeña burguesía Cultural y Administrativa, han pasada una década de disputa contra el Vocero de Clase; construido por el Frondo-frigerismo a partir de la segunda mitad de los 50 y a lo largo de las décadas siguientes.

O sea, se concentraron en el “musculo económico” del Duopolio mediático, dejando de lado al “cerebro Intelectual”, “La Tribuna de Doctrina”; que es quien “marcaba” limites y caracterizaciones el último siglo y medio.

La Nación Argentina, tal cual se la idealiza en el Campo Republicano, es una creación del General Mitre; con su Historia Fundacional y el monitoreo permanente de sus Comisarios políticos fungiendo de Santo Oficio de la Republica.

Don Bartolo, hay que reconocerlo, fue un gramsciano antes de Gramsci; y él, y sucesores en la Redacción, actuaron consecuentemente.

El “mitrismo” siempre fue “transversal”, desde la reacción agrario-militar a lo revolucionario de matriz universitario burgués.

Lo único que quedaba “fuera” del “Orden Natural de las Cosas”, era la subversión social de la Plebe que no “aceptaba” su “lugar” subordinado que la “enmudecía e invisibilizaba” en el “Orden Conservador”.

“Así es la vida” de Malfatti y de las Llanderas, llevada no casualmente al celuloide en 1939 y 1977, es la más cabal representación de ese Orden.

Así, la “Lucha Política” dentro del Sistema Demo-liberal” excluye por definición la “Lucha por el Poder”; se “disputan” cargos y prebendas, pero siempre dejando a salvo los “resortes claves” como la Economía, en manos de “los que saben”.

Que, también por definición, son los que caracterizan como “Estadistas” o “Demagogos” a quienes “siguen o desafían” sus “recomendaciones científicas”.

En consecuencia, se termina por dar una convergencia en la praxis de Derechas e Izquierdas con la “concepción” leninista pre-gramsciana del “Asalto al Poder”

La Rosada seria el Palacio de Invierno, y la boleta presidencial equivaldría al Voenrevkom del Soviet de Petrogrado.

Por lo tanto se equipara “ganar” las Presidenciales con los clásicos Golpes de Estado del Partido Militar.

“Enviando”, desde Balcarce 50, “Interventores” a las Unidades Sub-nacionales; y a las “grandes organizaciones populares de tipo moderno” que pueden convertirse en columnas articuladoras con capacidad de desgastar el “consenso”, y esterilizar la “coerción”.

Si bien es cierto que Yrigoyen y Perón fueron exitosos, si dejamos de lado las sutilezas de sus Conducciones, muchos otros fracasaron en imponer su Hegemonía.

Frondizi, Alfonsín, Menem, de la Rúa, ¿Néstor y Cristina?

Todos ellos, P y No P, sufrieron la “obstinación” de lo que Steven Levitsky caracterizo como “des-organización organizada”.

Que, a contrario sensu, depende más de la Sociedad Civil que del Aparato Burocrático del Estado.

Lo que podría “explicar” que a pesar de los sucesivos “colapsos” institucionales de los últimos 70 años, y en especial la “implosión” del Estado Nacional del 2001, la Argentina no se haya convertido en un “Estado fallido”; como preveían los observadores internacionales.

“En Oriente el estado era todo, y la sociedad civil era primitiva y gelatinosa, en Occidente bajo el temblor del estado se evidenciaba una robusta estructura de la sociedad civil.

El estado era solo una trinchera avanzada detrás de la cual se hallaba una robusta cadena de fortalezas y casamatas...

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Las estructuras macizas de las democracias modernas, tanto como organizaciones estatales que como complejo de asociaciones operantes en la vida civil, representan en el dominio del arte político lo mismo que las “trincheras” y las fortificaciones permanentes del frente en la guerra de posición

¿Porque “acosan” a STM y “desconfían” de DOS?, si ambos han dado pruebas más que suficientes de “integrados” y “Friendly Market”.

Los viejos dirigentes intelectuales y morales de la sociedad sienten que se les hunde el terreno bajo los pies, se dan cuenta de que sus “prédicas” se han convertido precisamente en “prédicas”, es decir, en algo ajeno a la realidad, en pura forma sin contenido, en larva sin espíritu; de aquí su desesperación y sus tendencias reaccionarias y conservadoras: la forma particular de civilización, de cultura, de moralidad que ellos han representado, se descompone y por esto proclaman la muerte de toda civilización, de toda cultura, de toda moralidad y piden al Estado que adopte medidas represivas, y se constituyen en un grupo de resistencia apartado del proceso histórico real, aumentando de este modo la duración de la crisis, porque el ocaso de un modo de vivir y de pensar no puede producirse sin crisis

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Si la clase dominante ha perdido el consenso, entonces no es más “dirigente”, sino únicamente dominante, detentadora de la pura fuerza coercitiva, lo que significa que las clases dominantes se han separado de las ideologías tradicionales, no creen más en lo que creían antes.

Traducido a “porteño”, necesitan “Candidatos” que le pongan sin dudar el “gancho” al “Estado de Sitio” y el consecuente “Toque de Queda”; cuando se apliquen los “correctivos “ socio-económicos a las Masas “desubicaditas”.

Verbigracia, Alfonsín y de la Rúa, Republicanos de Izquierda, establecieron el Estado de Sitio; y Menem, Rodríguez Saa y Duhalde (todos ellos de Derechas); a pesar de la situación caótica, rechazaron utilizarlo.

Como dice el amigo Ayj, prefirieron enviar polenta antes que gendarmes.