sábado, 27 de junio de 2009

"Mis modelos son Lula y Bachelet"

La “nueva” izquierda del Sistema, hacer clic aquí.

Juro que no es joda, tener asiento en la Mesa Grande del 29J exige sacrificios impensados para cualquier emulo de Duran Barbas.

Lo que se va a discutir de aquí al 10/12 es sobre el próximo quinquenio; y como se señala en el post anterior, el “humor popular” va en ese sentido.

¿Una Derecha pataleando a los gritos, y una Izquierda confundida y bolsiqueada?

Quien avisa no es traidor.

La Toalla ideológica, los limites subjetivos.


La mayoría prefiere que el Estado brinde los servicios públicos y genere trabajo

Perfil, hacer clic aquí.

Bernardo, no nos dejes solosssssssssss.

viernes, 26 de junio de 2009

Julio 1975, ¿Julio 2009?


“La Experiencia es Sabiduría, pero es tan costosa que prefiero aprender del sufrimiento ajeno”

Realpoliker alemán.

A quien Corresponda:

1.2.2. Situación de las fuerzas populares

Los elementos que se señalan no están numerados en orden de importancia.

Debe empezarse por la situación de las masas, que es de retirada para la clase obrera, derrota para las capas medias y desbande en sectores intelectuales y profesionales.

Dentro de ese cuadro solamente sectores del peronismo sindical -Luz y Fuerza y Portuarios- han conseguido frenar el avance enemigo librando conflictos que terminaron en empate.

La posibilidad de tal resultado está dada en ambos casos por la naturaleza crítica de la producción, que es permanente en el caso de los servicios eléctricos, y estacional en el servicio portuario (próxima exportación de cosechas).

En el caso de Luz y Fuerza debe computarse además la permanencia de una organización reivindicativa de calidad superior.

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“El punto principal de la autocrítica es, como dice el informe, "la insuficiencia de nuestra política de poder para las masas" y efectivamente ella se refleja, ante todo, en nuestra actitud frente al peronismo.

Mi opinión, compartida por el ámbito subordinado, es que se ha hecho un pronunciamiento prematuro sobre el agotamiento del peronismo y que de ese pronunciamiento derivaron decisiones de importancia capital que hoy están sometidas a prueba.

El punto crítico a partir del cual se decretó el agotamiento del peronismo fueron las movilizaciones obreras de julio del 75 contra el "Rodrigazo".

Allí pareció efectivamente que la clase obrera, al combatir contra un gobierno peronista, firmaba el acta de defunción del movimiento peronista.

Este análisis omitía dos cosas: una, que sectores de vanguardia de la clase obrera estaban dispuestos a rebozar (sic) el peronismo siempre y cuando se diera una dirección de avance contra un gobierno vacilante como el de Isabel Martínez, pero que dentro de esa misma dinámica la clase trabajadora en conjunto, incluyendo las vanguardias, iba a retroceder hacia el peronismo cuando la marea se invirtiese por la presencia militar; otra, el peso efectivo que en tales movilizaciones tuvo la burocracia sindical peronista.

Cabe suponer que las masas están condenadas al uso del sentido común.

Forzadas a replegarse ante la irrupción militar, se están replegando hacia el peronismo que nosotros dimos por agotado y la dirección del peronismo se ha visto subrayada por el gorilismo del gobierno.

En suma, las masas no se repliegan hacia el vacío, sino al terreno malo pero conocido, hacia relaciones que dominan, hacia prácticas comunes, en definitiva hacia su propia historia, su propia cultura y su propia psicología, o sea los componentes de su identidad social y política.

Suponer, como a veces hacemos, que las masas pueden replegarse hacia el montonerismo, es negar la esencia del repliegue, que consiste en desplazarse de posiciones más expuestas hacia posiciones menos expuestas; y es merecer el calificativo de idealismo que a veces nos aplican hombres del pueblo.

En síntesis, creo que el Partido debió, y aún debe replegarse él mismo hacia el peronismo y que la propuesta inversa no es una verdadera propuesta para las masas en esta etapa, aunque pueda llegar a serlo en otra, pero en ese caso ya no se trataría de un repliegue sino de un avance.

Otra línea de análisis que concurrió para decretar el agotamiento del peronismo es la que, también a priori, ha resuelto que en la Argentina asistimos a la "crisis definitiva del capitalismo".

Afirmaciones desmesuradas de este tipo proceden, a mi juicio, de una falta de formación histórica.

El capitalismo en decenas de países ha sobrevivido a crisis más graves que la actual crisis argentina.

Para dar un solo ejemplo, "la crisis definitiva" del capitalismo en Alemania debió enunciarse por primera vez en 1848, y aunque generaciones de revolucionarios reiteraron ese anuncio durante un siglo y cuarto, no se concretó ni siquiera en el período terrible -para los capitalistas- de 1919 a 1923, ni impidió que Alemania hoy sea el modelo de capitalismo.

Naturalmente si nosotros pensamos que la crisis del capitalismo es definitiva, no nos queda otra propuesta política que no sea el socialismo más o menos inmediato, acolchado en un período de transición, y esa propuesta contribuye a relegar el peronismo al museo.

Todos desearíamos que fuera sí, pero en la práctica sucede que nuestra teoría ha galopado kilómetros delante de la realidad.

Cuando eso ocurre, la vanguardia corre el riesgo de convertirse en patrulla perdida.

Creo que estos son los ejes de nuestra equivocada estrategia, y que en cambio son secundarias o derivadas las contradicciones masas-aparato, interior-Buenos Aires, etc., ya que la resolución de las mismas es materia de ejecución, mientras que los ejes políticos que planteamos son materia de concepción.

Aún esas antinomias, si se toman como subordinantes y no como subordinadas encierran peligros considerables, y el mayor de ellos es omitir la singularidad de la configuración geográfica, histórica y social argentina, que es su núcleo urbano de 12 millones de habitantes y 60% de la población obrera, de la que necesariamente -a mi juicio- debe brotar también la singularidad de nuestro proceso revolucionario.

Rodolfo Walsh.

jueves, 25 de junio de 2009

El próximo realineamiento, la Triple Indemnización, (la 130).

Mientras en la Paris de África la gauche juega a su deporte preferido, que no tiene nada que ver con la reproducción, en extramuros se prepara un desafió que podría ser el equivalente a Kurks.

Ya que después del domingo, y el posterior recuento, se lanzaran ofensivas de distinto carácter y envergadura; hay que presentar un tema que obligue a dividir aguas.

De su éxito depende la articulación de las futuras mayorías.

Si o no a la Triple Indemnización; como es un tema que impacta directamente en los intereses, y Relato, del Establishment; van a ser interesantes los argumentos de quienes lo rechacen.

Sorpresas e incomodidades varias, de quienes se van y de quienes entren; porque es uno de los pocos temas donde el eje izquierda derecha coincide con liberación o dependencia.

Porque se trata simple y sencillamente de plusvalía, la tan meneada distribución; donde el Consenso no solo son bonitos discursos, y el Disenso es por razones concretas, quien se queda con la tarasca.

¿Algún peroncho puede decir que no es un buen punto de arranque para la Mesa Grande?