jueves, 23 de diciembre de 2010

Horizontes económicos, la brecha presupuestaria subnacional



18 de enero de 2010

Más estados en EU al borde de la quiebra

La baja en la recaudación ha provocado que gobiernos no puedan equilibrar sus presupuestos; California es el caso paradigmático del fenómeno, pero hay más entidades con serios problemas.

NUEVA YORK — California padece por el abismo presupuestal... y no sólo ella.

En todo el país, la recaudación de impuestos durante los primeros tres trimestres de 2009 registró su caída más notoria en al menos 46 años, según un informe de la agencia de investigación de políticas públicas de la Universidad Estatal de Nueva York.

Casi 30 estados elevaron sus impuestos en el año fiscal que terminó, que en la mayoría de los casos ocurrió a mediados de 2009. Incluso se recortaron los servicios. Los estados recaudaron 117,000 millones de dólares para llenar las brechas presupuestales del año pasado, como estima el Pew Center.

A pesar de todos los nuevos impuestos y recortes, la presión en las finanzas estatales sigue creciendo. Los economistas advierten que sin una nueva expedición de gasto de estímulos fiscales, los estados tendrán que enfrentar otra racha de despidos que afectará aún más a la economía que débilmente se recupera.

"Podemos ver un efecto devastador en los estados que no tienen un enfoque balanceado" al equilibrar los recortes con el aumento de los impuestos, y otros ingresos nuevos, advirtió Jon Shure, asistente de director del proyecto fiscal del estado en el Centro de Prioridades de Políticas y Presupuestos en Washington.

Los gobiernos estatales y locales han recortado 132,000 empleos desde agosto de 2008, según información del centro. Los problemas fiscales parecen agudizarse en California, cuyos bonos de obligación general se degradaron esta semana después de que el gobernador Arnold Schwarzenegger declarara una emergencia fiscal.

El estado ya expresó que aumentará en un tercio las cuotas de inscripción en el sistema de la Universidad de California, junto con otras estrategias de aumentos. Por un lado, en algún punto proyectaba un gasto de cerca del 50% más de lo que recolectó en ingresos en ese año fiscal. El estado sureño ya pidió ayuda federal, y advirtió que puede quedarse sin dinero en marzo.

Pero California no es el único estado que enfrenta un déficit inconmensurable. Al igual que ese estado, Arizona e Illinois enfrentan brechas presupuestales por encima del 40% del gasto financiado general proyectado, informó de Pew.

Arizona puso a la venta edificios de oficinas estatales esta semana para recaudar 700 millones de dólares. La Universidad de Illinois dejó ir a algunos trabajadores después de que el estado no lograra recaudar 436 millones de dólares en financiamiento que esperaba. Las autoridades presupuestales en esos dos estados describen el panorama para el año fiscal 2010 como "nefasto", según datos de la Conferencia Nacional de Legislaturas Estatales.

Alaska, Nevada, Nueva Jersey y Nueva York enfrentan brechas de al menos 30% del financiamiento de su gasto general para el final de este año fiscal. Otra docena de estados afrontan una brecha de presupuestal de los recursos provenientes de los impuestos de entre 20% y 29% para 2010.

"California es uno de los más afectados, pero hay otros estados en el país que enfrentan problemas de igual o mayor magnitud", comentó Corina Eckl, quien maneja el programa de asuntos fiscales en la Conferencia Nacional de Legislaturas Estatales en Denver. "Estamos viendo situaciones de temor".

Los grandes déficits asustan a los legisladores porque los estados, por ley, deben balancear sus presupuestos cada año. Después de que los ingresos y el gasto aumentaran firmemente a mediados de esta década -levantados por una burbuja en la vivienda que impulsó el empleo, y que alimentó la ola de cuotas de transferencia de propiedades- los financiamientos estatales cayeron cuando la recesión comenzó a finales de 2007.

Dada la magnitud de la recesión, pocos estados esperan mejorar el desempleo o el gasto del consumidor que se puede traducir en una mayor recolección de impuestos muy pronto. Nueve estados predicen que no podrán regresar a su clímax de recolección de impuestos de 2007 o 2008, al menos, hasta 2014.

Con más el desempleo, aumenta Medicaid, y el déficit se dispara

Para empeorar el caso, la pérdida de empleos estimula la demanda de los servicios que reciben mayor atención presupuestal: educación y Medicaid (que ofrece seguro de salud a personas de bajos ingresos).

"Las necesidades crecen al igual que la capacidad de los estados para atender la necesidad de esas bajas", explicó el economista Andrew Reschovsky, profesor en la Universidad de Wisconsin, en Madison.

Hasta ahora, los peores recortes se han evitado con ayuda de miles de millones de dólares de dinero de estímulo federal, incluyendo 135,000 millones de dólares para educación y Medicaid.

Pero el flujo de esos fondos comenzará a desacelerar durante la segunda mitad de 2010, y terminará al final del año, a menos que el Congreso designe más dinero para ayuda estatal.

Los estados han usado 53,600 millones de dólares en financiamiento de Medicaid hasta el 8 de enero, según información gubernamental. Si el Congreso no extiende el financiamiento al programa hasta después del fin de año, "los estados verán el precipicio del estímulo", predijo Robert B. Ward, asistente de director en el Instituto del Gobierno Rockefeller en la Universidad Estatal de Nueva York, en Albany.

La única forma de compensar esos déficits es mediante nuevos y más impuestos, recortes y préstamos.

Los gobiernos locales y estatales han tenido pocos problemas con los préstamos en el mercado de bonos, donde los analistas esperan que haya una emisión de 400,000 millones de dólares más este año. California ha tenido que pagar intereses por encima del promedio para vender su deuda, pero parece haber poco temor a la falta de pago gracias a la economía gigante del estado, y su relativo bajo valor de 64,000 millones de dólares en bonos de obligación general que se deben.

Pero los préstamos no ayudan a arreglar los llamados déficits estructurales, donde la erogación supera a los ingresos por mucho. Hasta ahora, no ha habido muchas señales de que los legisladores intenten tomar las decisiones obligadas, sobre todo, en cuanto al aumento o creación de impuestos.

Varias de las soluciones a los déficits estatales actuales son simples tapones que empeoran el problema en vez de atenderlo, señalan algunos observadores.

"Es sorprendente que parezca que los líderes políticos no tomen en serio la magnitud del problema, Esperemos que no llegue a esto, pero tal vez algunas escuelas tengan que cerrar y algunos programas deban eliminarse para crear un sentido de emergencia" desea Reschovsky.

http://www.cnnexpansion.com/economia/2010/01/15/eu-deficit-california-arnold-presupuesto

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14/12/2010

Habrá recortes en la oficina de Brown

El Gobernador electo reducirá en 20% el personal

San Diego/Notimex - El gobernador electo de California, Jerry Brown, anunció hoy que cuando asuma el cargo el 3 de enero próximo, reducirá en 20% el personal y presupuesto de su oficina.

Brown, quien ya fue gobernador de California en 1975, dijo en un foro económico que la oficina del gobernador de California “tiene más gente que la que tenía la última vez que estuve ahí”.

Brown heredará en enero próximo del gobernador saliente, Arnold Schwarzenegger, un déficit presupuestal de más de $28,000 millones.

Pese a que Schwarzenegger decretó cíclicos recortes presupuestales para balancear déficits multimillonarios, el ex actor de películas sensacionalistas dejará el cargo con uno de los mayores desbalances financieros.

Brown, hijo del también ex gobernador Pat Brown, tiene la consigna de que “primero hay que ser californianos” y después miembros de cualquier partido.

Para probarlo, por ejemplo, mantendrá a la directora de presupuesto de Schwarzenegger, Ana Matosantos, pero también deberá mantener algunos de los decretos más cuestionados del gobernador saliente, como la reducción del presupuesto educativo.

En el foro, el tesorero de California, Bill Lockyer, advirtió que la administración entrante tendrá que reducir en 25% el gasto público en general” para enfrentar el déficit.

http://www.impre.com/laopinion/noticias/la-california/2010/12/14/habra-recortes-en-la-oficina-d-228109-1.html#commentsBlock

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States Continue to Feel Recession’s Impact

TABLE 2:
States With FY2011 Mid Year Gaps

Mid-Year Shortfall Amount

Shortfall as Percent of FY11 Budget

Arizona

$825 million

9.7%

California

See Note

Colorado

$257 million

3.6%

Connecticut

$45 million

0.3%

Kansas

$60 million

1.1%

Louisiana

$ 108 million

1.4%

New Mexico

$159 million

2.9%

New York

$315 million

0.6%

Oregon

$378 million

5.4%

Texas

$4.0 billion

8.9%

Washington

$1.1 billion

7.1%

District of Columbia

$175 million

2.8%

Total

$7.4 billion

4.1%

Note: California did not fully address the shortfall that it faced prior to adopting its FY2011 budget (listed in table 1). A $6.1 billion shortfall remains open for FY2011. Louisana ended FY2010 with a shortfall that must be closed in FY2011.

TABLE 3:
States with Projected FY2012 Gaps

FY12 Projected Shortfall

Shortfall as Percent of FY11 Budget

Arizona

$1.4 billion

16.6%

California

$19.2 billion

22.2%

Colorado

$1.1 billion

15.3%

Connecticut

$3.7 billion

20.8%

Florida

$2.5 billion

10.4%

Georgia

$1.7 billion

10.3%

Hawaii

Yes, DK Size

na

Idaho

$300 million

12.6%

Illinois

$17.0 billion

50.9%

Iowa

$294 million

5.6%

Kansas

$492 million

8.8%

Kentucky

$780 million

9.1%

Louisiana

$1.7 billion

22.0%

Maine

$436 million

16.1%

Maryland

$1.6 billion

12.2%

Massachusetts

$2.0 billion

6.4%

Michigan

$1.4 billion

6.5%

Minnesota

$3.9 billion

24.5%

Mississippi

$634 million

14.1%

Missouri

$1.1 billion

14.4%

Montana

$154 million

8.3%

Nebraska

$314 million

9.2%

Nevada

$1.3 billion

37.1%

New Jersey

$10.5 billion

37.4%

New Mexico

$410 million

7.6%

New York

$9.0 billion

16.9%

North Carolina

$3.8 billion

20.0%

Ohio

$3.0 billion

11.0%

Oklahoma

Yes, DK size

na

Oregon

$1.8 billion

25.0%

Pennsylvania

$2.4 billion

9.7%

Rhode Island

$290 million

9.9%

South Carolina

$1.3 billion

26.6%

Tennessee

Yes, DK size

na

Texas

$10.0 billion

22.3%

Vermont

$112 million

10.4%

Virginia

$2.3 billion

14.8%

Washington

$2.9 billion

18.5%

West Virginia

$155 million

4.1%

Wisconsin

$1.8 billion

12.8%

States Total

$112.7 billion

18.9%

Note: Kentucky and Virginia have two-year budgets. They closed their FY2012 shortfalls when they enacted their budgets for the FY2011-FY2012 biennium.

http://www.cbpp.org/cms/?fa=view&id=711


hacer clic en las tablas superiores para poder leer

InsurREX 2001-¿2011?, Engels y la eterna ilusión blanquista.

El siguiente texto era Tabú en los 70; si Lenin y Trotsky sudaron la gota gorda para que no los asociaran con “el fetiche de la Barricada”; que era el “desviacionismo” que se sospechaba de la fracción bolchevique de la II Internacional, antes de 1914.

Las Orgas setentistas eran Blanquistas 100%, por origen de Clase y concepción Jerárquica.

Ahora bien, esa similitud no solo se da en el ascenso, sino en el propio desbande; que es la parte mas “jugosa” del análisis.

Como estamos frente a un desbande generalizado; porque los modelos externos están en Crisis; Socialdemócratas, Democristianos que se comportan como menemistas o aliancistas; Conservadores y Liberales que se pasan de rosca con el Estado como vulgares Populistas.

Vemos gente Seria y Respetable que, de pronto, se convierten en Emigrados Interiores.

Como no les gusta la Realidad, se van a “la Estancia”; conmigo no cuenten es el planteo mas escuchado de los puros (les purs).

Porque no hay animo de depurar (épurer).

Mucho menos, luego del fiasco de Soldati, donde la Realidad abofeteo a la Izquierda, el Progresismo y la Derecha de la CABA; y por transición, porque es el distrito donde son más fuertes y tienen mayor exposición, a Nivel Nacional.

“tenemos gente de los dos lados: la toma y los monoblocks”; denuncia con nombre y apellido el PTS.

http://www.pts.org.ar/spip.php?article16794

Pero como dije, la frase también implica al Progresismo Radical Socialista y a la Derecha.

Una parte de SUS activistas estaba en la toma, solo hay que cruzar el censo con los Padrones de Fiscales de las ultimas 4 elecciones.

Y otra parte acaudillaba la resistencia de los vecinos, solo hay que identificar con nombre, apellido y filiación; los que aparecen como mas exaltados en las filmaciones.

Esa es la razón del Silencio Stampa del Grupo A; que están ordenando bajar las fotos de Facebook, para no quedar pegados como Bidu, Sileoni y Sandra Russo.

Hay varios diputados, Prohombres y Mujeres de la Republica, que están hasta las manos, y no cesan de recordarles a Sus Señorías que ellos tienen la manija del Consejo de la Magistratura.

A esta altura de la Historia Argentina no es nada nuevo.

En fin, la corto aquí, y con Uds,…

F. ENGELS

EL PROGRAMA DE LOS EMIGRADOS BLANQUISTAS DE LA COMUNA

(ARTICULO II DE LA SERIE "LITERATURA DE LOS EMIGRADOS") [1]

Después de toda revolución o contrarrevolución abortada, los emigrados que se refugian en el extranjero despliegan una actividad febril.

Se forman grupos partidarios de diversos matices, cada uno de los cuales reprochan a los otros el haber llevado el carro al tremedal y los acusa de traición y de toda clase de pecados mortales.

Mientras tanto conservan estrecho contacto con la patria, organizan, conspiran, publican octavillas y periódicos, juran que va a «recomenzar» dentro de veinticuatro horas, que la victoria es segura, en previsión de lo cual distribuyen desde ya los puestos gubernamentales.

Como es lógico, se va de desilusión en desilusión, y como eso no se relaciona con las inevitables condiciones históricas, a las que no se quiere comprender, sino que se atribuye a errores fortuitos de unas u otras personas, las acusaciones recíprocas se acumulan y todo desemboca en una cizaña general.

Tal es la historia de todas las emigraciones, desde los emigrados realistas de 1792 hasta nuestros días; y los emigrados que no pierden el sentido común y la razón procuran apartarse lo más posible de las riñas estériles en cuanto se presenta la menor posibilidad de hacerlo con tacto, y se ocupan de algo más útil.

La emigración francesa después de la Comuna tampoco ha evitado esa fatalidad.

En virtud de la campaña europea de calumnias que ha afectado por igual a todos, más que nada en Londres, ya que se encuentra aquí el centro común, que la emigración [402] francesa ha hallado en el Consejo General de la Internacional, ha debido contener por cierto tiempo, aunque no sea más que ante el mundo exterior, sus querellas intestinas, pero a lo largo de los dos años últimos ya no ha estado en condiciones de ocultar el proceso acelerado de disgregación.

Una franca enemistad ha estallado por doquier.

En Suiza, una parte de los emigrados, se adhirió a los bakuninistas particularmente bajo la influencia de Malón, que fue uno de los fundadores de la Alianza secreta.

Después, en Londres, los llamados blanquistas se separaron de la Internacional para constituir un grupo autónomo llamado «La comuna revolucionaria».

Luego han aparecido multitud de otros grupos que, no obstante, se han visto en estado de incesante transformación y reorganización y no han hecho nada que valga ni siquiera en materia de manifiestos; en cambio, los blanquistas, en su proclama a los «Communeux» [*] , han dado a conocer su programa al mundo entero.

No se llaman blanquistas por representar un grupo fundado por Blanqui —de los treinta y tres signatarios del programa, sólo dos o tres, todo lo más, habrán tenido alguna ocasión de hablar con él—, sino porque quieren actuar con arreglo a su espíritu y tradición.

Blanqui es esencialmente un revolucionario político; no es socialista más que de sentimiento, por indignarse con los sufrimientos del pueblo, pero no posee teoría socialista ni propuestas prácticas definidas para la reorganización de la sociedad.

En su actividad política no es sino un «hombre de acción» convencido de que una pequeña minoría bien organizada, al intentar en un momento oportuno efectuar un golpe de mano revolucionario, puede llevar a las masas del pueblo, tras de alcanzar algunos éxitos iniciales, a realizar una revolución victoriosa.

Bajo Luis Felipe pudo organizar semejante núcleo, por supuesto, sólo como sociedad secreta, y ocurrió lo que suele ocurrir en las conspiraciones: los hombres, hartos de contenerse sin cesar y de escuchar promesas de que la cosa no tardaría en comenzar, terminaron por perder la paciencia, se rebelaron, y hubo de elegir una de dos: dejar que se disolviese la conspiración o comenzar la insurrección sin ningún motivo aparente.

La insurrección estalló (el 12 de mayo de 1839) y fue aplastada en el acto.

Por cierto, esta conspiración de Blanqui fue la única de la que la policía no consiguió hallar las huellas; la insurrección fue para ella como un rayo de un cielo sereno.

De la idea blanquista de que toda revolución es obra de una pequeña minoría revolucionaria se desprende automáticamente la necesidad de una dictadura inmediatamente después del éxito de la insurrección, de una dictadura [403] no de toda la clase revolucionaria, del proletariado, como es lógico, sino del contado número de personas que han llevado a cabo el golpe y que, a su vez, se hallan ya de antemano sometidas a la dictadura de una o de varias personas.

Como vemos, Blanqui es un revolucionario de la generación pasada.

Estas ideas acerca de la marcha de los acontecimientos revolucionarios, al menos para el partido obrero alemán, han envejecido ya desde hace mucho tiempo y, en Francia, no pueden contar con la aprobación más que de los obreros menos maduros o más impacientes.

Veremos igualmente que, también en el programa en cuestión, estas ideas han sufrido ciertas restricciones.

Sin embargo, igualmente nuestros blanquistas de Londres se guían por el mismo principio de que las revoluciones no se hacen de por sí; que son obra de una minoría relativamente contada y se efectúan con arreglo a un plan fijado de antemano y, finalmente, que la cosa puede «comenzar pronto» de un momento a otro.

Los que se guían por tales principios se ven, naturalmente, víctimas irremediables de las ilusiones propias de los emigrados y se lanzan de un absurdo a otro.

Lo que más quieren es desempeñar el papel de Blanqui, el «hombre de acción».

Pero aquí no basta la buena voluntad; no todo el mundo posee el instinto revolucionario de Blanqui y su rápida capacidad de decisión, y por más que Hamlet hable de energía, no dejará de ser Hamlet.

Y cuando nuestros treinta y tres hombres de acción no tienen absolutamente nada que hacer en este dominio, al que llaman acción, nuestros treinta y tres Brutos incurren en una contradicción, más cómica que trágica, con ellos mismos, en una contradicción que no se hace en absoluto más trágica al asumir una apariencia sombría como si cada uno fuese un «Möros con puñal escondido» [2], lo cual, por cierto, ni siquiera se les ocurre.

¿Qué hacen, pues?

Preparan la «explosión» siguiente, redactando de antemano las listas de proscripción, a fin de depurar (épurer) las filas de los hombres que han participado en la Comuna; por eso, los demás emigrados los llaman puros (les purs).

No sé si aceptan ellos mismos ese título, además, a algunos de ellos no les vendría bien de ninguna manera.

Sus reuniones se celebran a puertas cerradas y las decisiones deben guardarse en secreto, lo cual, no obstante, no impide que toda la barriada francesa hable de ellas la mañana siguiente.

Y, como ocurre siempre con semejantes hombres de acción graves que no tienen nada que hacer, han entablado una discusión primero personal y luego literaria, con un adversario digno, uno de los individuos más sospechosos de la pequeña prensa parisina, con un cierto Vermersch, que bajo la Comuna publicaba el periódico "Le Père Duchêne", triste caricatura del periódico de Hébert [404] de 1793 [3].

Como respuesta a su virtuosa indignación, este noble caballero los califica a todos de «granujas o cómplices de granujas» en uno de sus libelos, cubriéndolos de profusa colección de injurias obscenas:

«Cada palabra es un bacín y, además, lleno» [*].

¡Y con semejante adversario nuestros treinta y tres Brutos estiman oportuno liarse en público!

Lo que sí está fuera de duda es que, después de la agotadora guerra, después del hambre en París y sobre todo después de la horrible matanza de las jornadas de mayo de 1871, el proletariado parisino necesita un largo período de reposo para recuperar las fuerzas y que toda tentativa prematura de insurrección corre el riesgo de llevar a una nueva derrota, posiblemente aún más tremenda.

Nuestros blanquistas se atienen a otro criterio.

A su juicio, la disgregación de la mayoría monárquica en Versalles anuncia:

«La caída de Versalles, la revancha de la Comuna.

Ya que nos acercamos a uno de esos grandes momentos históricos, a una de esas grandes crisis cuando el pueblo, diríase sumido en la miseria y condenado a muerte, vuelve a emprender con redoblada fuerza su marcha revolucionaria».

Así que la cosa vuelve a comenzar y, además, ahora mismo.

Esta esperanza de una inmediata «revancha de la Comuna» no es una simple ilusión de emigrados; es un símbolo de fe indispensable para los que se han metido en la cabeza que deben ser «hombres de acción» cuando no hay nada que hacer en absoluto en su sentido, en el sentido de la insurrección revolucionaria.

Lo mismo de siempre.

Como ya comienza, les parece que «ha llegado el momento en que todos los emigrados que todavía poseen alguna vitalidad deben definir su posición».

Y, además, los treinta y tres nos declaran que son 1) ateos, 2) comunistas y 3) revolucionarios.

Nuestros blanquistas poseen con los bakuninistas el rasgo común de pretender representar la corriente más avanzada y más extrema.

Esta es la razón de que, por cierto, pese a lo opuesto de sus objetivos, coincidan con ellos en cuanto a los medios.

Por tanto, trátase de ser más radicales que los otros en lo concerniente al ateísmo.

Afortunadamente, en nuestros días no es ya difícil ser ateo.

El ateísmo es una cosa que se sobreentiende en los partidos obreros europeos, aunque, en ciertos países, revista con frecuencia el mismo carácter que el de ese bakuninista español que ha declarado: «creer en Dios es contrario a todo socialismo, [405] pero creer en la Virgen María es diferente, todo socialista decente debe creer en ella».

Se puede decir incluso que, para la gran mayoría de los obreros socialdemócratas alemanes, el ateísmo es una etapa ya pasada; esta palabra puramente negativa ya no es aplicable a ellos, puesto que no se oponen ya teóricamente, sino prácticamente a la creencia en Dios; simplemente han dado al traste con Dios, viven y piensan en el mundo real, por cuya razón son materialistas.

Indudablemente lo mismo se observa en Francia.

Si eso no es así, lo más sencillo es difundir entre los obreros la excelente literatura materialista francesa del siglo pasado, literatura en que hasta el momento, tanto por su forma, como por el contenido, ha encontrado su más alta expresión el espíritu francés, literatura que, habida cuenta del nivel de la ciencia a la sazón, se halla, por el contenido, a una altura infinita y sigue, por la forma, siendo un modelo sin par.

Ahora bien, eso no les agrada a nuestros blanquistas.

A fin de probar que son más radicales que todos, Dios, al igual que en 1793, es abolido por decreto:

«Que la Comuna libere para siempre a la humanidad de este espectro de miserias pasadas» (de Dios), «de esta causa» (¡Dios inexistente es una causa!) «de sus miserias presentes.

En la Comuna no cabe el sacerdote; todo servicio religioso, toda organización religiosa debe prohibirse».

¡Y esta exigencia de convertir al pueblo en ateos par ordre du mufti [*] viene firmada por dos miembros de la Comuna, que habrán tenido la ocasión de convencerse, primero, de que se pueden escribir en el papel todas las órdenes que se quiera sin hacerse nada para asegurar su cumplimiento en la práctica y, segundo, que las persecuciones son el mejor medio para afirmar las convicciones indeseables!

Una cosa está clara: el único servicio que en nuestros días se puede todavía prestar a Dios es proclamar el ateísmo como símbolo de fe coercitivo y sobrepasar las leyes anticlericales de Bismarck acerca de la Kulturkampf [4], prohibiendo la religión en general.

El segundo punto del programa es el comunismo.

Aquí nos encontramos ya en un terreno más familiar, ya que el barco en que se navega se denomina "Manifiesto del Partido Comunista" publicado en febrero de 1848 [*]*.

Ya en otoño de 1872, cinco blanquistas salidos de la Internacional se declararon partidarios de un programa socialista que coincidía en todos los puntos esenciales con el programa del comunismo alemán actual y motivaron su salida sólo con el que la Internacional se había negado a jugar a la revolución a la manera de estos cinco.

Hoy, el [406] consejo de los treinta y tres adopta este programa con toda su concepción materialista de la historia, aunque su traducción en francés blanquista deje mucho que desear allí donde el texto del "Manifiesto" no ha sido reproducido casi literalmente, como, por ejemplo, en el lugar siguiente:

«De la explotación del trabajo, expresión última de todas las formas de esclavitud, la burguesía ha quitado los velos místicos que la encubrían antes: los gobiernos, las religiones, la familia, las leyes y las instituciones, lo mismo del pasado que del presente, aparecen, en fin, en esta sociedad reducidos a la simple oposición entre capitalistas y obreros asalariados, como instrumentos de opresión por medio de los cuales la burguesía mantiene su dominación y subyuga al proletariado».

Compárese con eso la sección I del "Manifiesto Comunista":

«En una palabra, en lugar de la explotación velada por ilusiones religiosas y políticas, ha establecido una explotación abierta, descarada, directa y brutal.

La burguesía ha despojado de su aureola a todas las profesiones que hasta entonces se tenían por venerables y dignas de piadoso respeto.

Al médico, al jurisconsulto, al sacerdote, al poeta, al hombre de ciencia, los ha convertido en sus servidores asalariados.

La burguesía ha desgarrado el velo de emocionante sentimentalismo que encubría las relaciones familiares, y las ha reducido a simples relaciones de dinero», etc.[*]**

Pero, en cuanto bajamos de la teoría a la práctica se revela la peculiaridad distintiva de los treinta y tres:

«Nosotros somos comunistas porque queremos llegar a nuestra meta sin detenernos en paradas intermedias, sin aceptar compromisos, que no hacen más que alejar el día de la victoria y prolongar la esclavitud».

Los comunistas alemanes son comunistas porque a través de todas las paradas intermedias y los compromisos creados por la marcha del desarrollo histórico, y no por ellos, ven claramente y persiguen constantemente la meta final: la supresión de las clases y la construcción de una sociedad en la que no habrá lugar para la propiedad privada sobre la tierra y sobre todos los medios de producción.

Los treinta y tres blanquistas son comunistas porque se figuran que, desde el momento en que su deseo es saltarse las paradas intermedias y los compromisos, la cosa está hecha, y que si «comienza» esos días, de lo que están segurísimos, y si toman el poder en sus manos, pasado mañana «será instaurado el comunismo».

Por consiguiente, si no se puede hacerlo en el acto, no son comunistas.

¡Qué ingenuidad pueril el presentar la impaciencia de uno mismo como argumento teórico!

[407]

Finalmente, nuestros treinta y tres son «revolucionarios».

Por lo que se refiere a palabras pomposas, los bakuninistas, como se sabe, han alcanzado los límites humanamente posibles; sin embargo, nuestros blanquistas estiman que es su deber superarlos.

Pero, ¿de qué manera?

Es sabido que todo el proletariado socialista, desde Lisboa y Nueva York hasta Budapest y Belgrado, ha asumido en seguida en bloc la responsabilidad por los actos de la Comuna de París.

Esto les parece poco a nuestros blanquistas:

«En lo que nos toca a nosotros, reivindicamos nuestra parte de responsabilidad por las ejecuciones» (bajo la Comuna) «de enemigos del pueblo» (sigue el recuento de los fusilados) «reivindicamos nuestra parte de responsabilidad por los incendios efectuados para destruir los instrumentos de opresión monárquica o burguesa o para proteger a los combatientes».

En toda revolución se cometen inevitablemente multitud de necedades, lo mismo que en otras épocas; y cuando, finalmente, los hombres se tranquilizan para recobrar la capacidad de crítica, sacan forzosamente la conclusión: hicimos muchas cosas que hubiera sido mejor evitar, y no hicimos muchas cosas que había que hacer, por cuya razón las cosas marcharon tan mal.

Ahora bien, ¡qué falta de crítica se precisa para canonizar la Comuna, proclamarla impecable, afirmar que con cada casa quemada, con cada rehén fusilado se ha procedido debidamente basta el último punto sobre la i!

¿No será eso lo mismo que afirmar que en la semana de mayo el pueblo fusiló precisamente a aquellos hombres que lo merecían, y no más, quemó precisamente los edificios que debían ser quemados, y no más?

¿Acaso no es lo mismo que afirmar que durante la primera revolución francesa cada decapitado recibió lo merecido, primero los guillotinados por orden de Robespierre, y después el propio Robespierre?

He aquí los infantilismos a que se llega cuando personas, en esencia, de espíritu muy pacífico dejan rienda suelta a su afán de parecer muy terribles.

Basta.

A pesar de todas las memeces de los emigrados y de sus intentos cómicos de dar al pequeño Carlos (o ¿Eduardo?) [*] un aspecto terrible, no se puede por menos de advertir en este programa un importante paso adelante.

Es el primer manifiesto en el que los obreros franceses se adhieren al comunismo alemán moderno.

Es más, son los obreros de la corriente que considera a los franceses el pueblo elegido de la revolución, y París, la Jerusalén revolucionaria.

El que hayan llegado a eso viene a ser un mérito incontestable de Vaillant [*], cuya firma, entre otras, figura al pie del manifiesto y que, como se sabe, conoce a fondo el idioma alemán y la literatura socialista alemana.

En cuanto [408] a los obreros socialistas alemanes, que probaron en 1870 que estaban completamente libres de todo chovinismo nacional, pueblen considerar como una buena señal el que los obreros franceses adopten tesis teóricas justas, aunque éstas procedan de Alemania.

Escrito por F. Engels

Publicado en el periódico "Der Volksstaat", num. 73, del 26 Traducido del alemán de junio de 1874, así como en el libro de F. Engels "Internationales aus dem «Volksstaat»" (1871-1875), Berlin, 1894.

Firmado: F. Engels

NOTAS

[1]

268. La obra de Engels "El programa de los emigrados blanquistas de la Comuna" es el segundo artículo de la serie "Literatura de los emigrados", publicada en el periódico "Volksstaat" en junio de 1874-abril de 1875. Aclarando las nuevas tendencias en el desarrollo del movimiento socialista francés, Engels pone al descubierto los principales errores de los emigrados blanquistas de la Comuna, reflejados en el folleto "Aux Communeux" («A los federados.) Haciendo constar un considerable cambio en las concepciones de los emigrados blanquistas en Londres —su aproximación al comunismo científico—, Engels critica, a la vez, su táctica conspiradora, su voluntarismo, su absoluta negación de cualquier compromiso en la marcha de la lucha revolucionaria del proletariado.- 401.

[**] Confederados. (N. de la Edit.)

[2] Morös: personaje de una poesía de Schiller.- 403.

[3] 269. "Le Père Duchesne" («El padre Duchesne»), periódico francés que J. Hébert publicó en París de 1790 a 1794; expresaba los estados de ánimo de las masas semiproletarias de la ciudad.

"Le Père Duchêne" («El padre Duchêne»), diario francés que Vermersch publicó en París del 6 de marzo al 21 de mayo de 1871, era próximo, por su orientación, a la prensa blanquista.- 404.[*]

Heine. "La disputa". (N. de la Edit.).

[*] Por orden de arriba. (N. de la Edit.)

[4] 270. "Kulturkamf" («Lucha por la cultura»), denominación dada por los liberales burgueses al sistema de medidas del Gobierno de Bismarck en los años 70 del siglo XIX aplicadas so pretexto de lucha por la cultura laica y dirigidas contra la Iglesia católica y el partido del centro, que apoyaban las tendencias separatistas y antiprusianas de los terratenientes, de la burguesía y de una parte de los campesinos de las comarcas católicas de Prusia y de los Estados del Sudoeste de Alemania. Alegando la necesidad de combatir el catolicismo, el Gobierno de Bismarck reforzó igualmente la opresión nacional en las tierras polacas que habían caído bajo la dominación de Prusia. Esta política de Bismarck se planteaba también fomentar las pasiones religiosas para distraer a los obreros de la lucha de clases. A principios de los años 80, al crecer el movimiento obrero, Bismarck abolió una gran parte de estas medidas, a fin de unir las fuerzas reaccionarias.- 405.

[**] Véase la presente edición, tomo 1, págs. 110-140. (N. de la Edit.)

[***] Véase la presente edición, t. 1, pág. 113. (N. de la Edit.)

[*] Alusión a Eduardo Vaillant. (N. de la Edit.)

[*] Vaillant, Eduardo María (1840-1915): socialista francés, blanquista; miembro de la Comuna de París y del Consejo General de la I Internacional (187-1872); participante del Congreso Obrero Socialista Internacional de 1889; uno de los fundadores del Partido Socialista de Francia (1901); durante la primera guerra mundial mantuvo las posiciones del socialchovinismo.- 196, 407.

http://www.ucm.es/info/bas/es/marx-eng/oe2/mrxoe225.htm#fnB0


http://www.ucm.es/info/bas/es/marx-eng/index.htm