lunes, 17 de junio de 2013

Nadie se salva de la rumba - Ray Barreto, Celia Cruz, Adalberto Santiago.




























Para la Republica, en el sentido más estricto, la Democracia es una Guerra Civil sublimada; donde las lanzas son remplazadas por los votos, las batallas por las elecciones, los golpes palaciegos por las victorias opositoras.

El gran problema, la Demagogia o Dictadura de los votos, es cuando la Guerra Civil se transforma en Guerra Social; tal cual la definió Mitre en su Historia fundacional, siguiendo a los autores clásicos, de Polibio a Maquiavelo.

Que el Historiador del Imperio Británico, Toynbee, caracterizo como enfrentamiento entre Minorías Dominantes (Patriciado de Sangre, del Espíritu, y de la Riqueza) y Proletariado Interno (Plebe, las Masas de lo “Bajo”).

Primero la Minoría Dominante intenta mantener por la fuerza -en contra de cualquier derecho y razonamiento- una posición de privilegio heredado que ha dejado de merecer; y entonces el Proletariado corresponde a la injusticia con resentimiento, al miedo con odio, y a la violencia con violencia cuando ejecuta sus actos de secesión”.

Cuando ni siquiera la coartada relatada por Orwell alcanza, “Todos somos Iguales, pero Algunos son mas Iguales que otros”, se llega a una situación como la actual.

Donde la Calidad es arrollada por la Cantidad, al olvidar que el Numero es una Cualidad en si mismo.



La “angustia” de Poliarquía, hacer clic aquí; “…la soberanía vuelve a ser mas importante que la legalidad y la justicia se sobrepone a la ley, al formalismo abstracto, a las complicadas formulas intelectuales…

Es absolutamente complementaria del D'Annunzio de Quilmes, hacer clic aquí, “Organizarse antes de que las Hordas nos “masacren” como en 1946.

Donde la mas “baja e ínfima” de la categorías federales de representación están “infectadas hasta el hueso”, por la “Lógica Sindical”.

A la Cabeza, o con la Cabeza”.  

Partidos de Notables, Candidatos Mediatizados, Testimoniales de Kiosco, Cortesanos dependientes de votos ajenos, Faquires Ideológicos acostados en las bayonetas, etc.; no solo están en crisis en la Argentina, sino también en el resto del llamado Occidente.

Viven cayendo en la “Lógica Vacuna” de los Conservadores del siglo XIX y primera mitad del siglo XX.

Los caudillos mantenían el Partido Conservador y juntaban los votos para una élite intelectual que residía en Buenos Aires, desde donde dirigía la agrupación y acaparaba las bancas en el Congreso, dejando los cargos en la Legislatura provincial para los dirigentes de las secciones electorales.”

HARDOY, Emilio: Qué son los conservadores en la Argentina, Sudamericana, Buenos Aires, 1983, p. 17

Formación y crisis de una elite dirigente en el peronismo bonaerense, 1946-1951.*

Oscar H. Aelo, hacer clic aquí.

Puente 12, de facto, “pesan” casi tanto como la CABA, Santa Fe y Córdoba; y las 1ª y 3ª mas que las tres juntas. 



Mientras que Manuel Belgrano de Jujuy y Río Cuarto de Córdoba, compiten con las Comunas 13 y 14.

Colon de Córdoba tanto como la Comuna 7, San Luis Capital como la Comuna 1, San Rafael Mendoza como la Comuna 3, General Obligado como la Comuna 6, y Escalante Chubut como la Comuna 15 o Hurlingham del GBA.  

No se trata, solo, de “minigobernadores” del GBA “desafiando” a los PEP y PEN; situación que “comparten” con Rosario, Córdoba Capital, General Pueyrredón (MdP), Tucumán Capital, Salta Capital o Santa Fe Capital.

Sino de subnacionales del Interior, “Zona Centro” (PBA, Córdoba, Santa Fe, Entre Ríos, Mendoza), o “Profundo” (NEA, NOA, Gran Cuyo y Patagonia); con las 15 Comunas de la CABA.

Las PASO obligan a la “élite intelectual que residía en Buenos Aires, desde donde dirigía la agrupación y acaparaba las bancas en el Congreso,  a “mendigar” el apoyo de los que juntaban los votos”.

El problema para las élites “residentes en la CABA”, “…si Yo los “junto”, ¿por qué no puedo ser Diputado, Gobernador o Presidente?...

sábado, 15 de junio de 2013

Borges para Abel, ¿PoliarKia se convirtió en Offo?????, ¿Jorge Asís volvió al Basismo manolesco?





No los une el Amor, sino el Espanto.

A algunos observadores y participantes les parece esencial este debate; otros, en cambio, se preguntan azorados por qué la Argentina se detiene periódicamente a analizar su identidad y la de sus instituciones, como si viviera en un perpetuo concilio, mientras la mayoría de las naciones busca con pragmatismo aprovechar las ventajas del progreso y disminuir sus efectos nocivos.

Acaso se puedan apuntar brevemente algunas razones para tratar de explicar, una vez más, ese rasgo de la excepcionalidad argentina.

Al buscar el trasfondo de estas disputas fundacionales, se constata que el populismo y el liberalismo político permanecen en una situación de empate que lleva décadas.

Con el tiempo, las posiciones se han reforzado y parecen insalvables.

En este desencuentro histórico, pueblo y justicia social quedaron de un lado e instituciones republicanas del otro.

La fisura de la identidad democrática argentina tiene un alto costo económico y político que ninguna fuerza está en condiciones de saldar.

El conflicto muestra distintas caras.

Por un lado, la cultura democrático-liberal no termina de fortalecerse a pesar de tres décadas de democracia.

Basta constatar la tolerancia popular a la corrupción, la falta de respeto a las normas de convivencia y el desinterés por las cuestiones cívicas.

Sin embargo, la Constitución vigente recoge la mejor tradición democrática, cuenta con apoyo mayoritario y modela las instituciones.

Por otro lado, las recurrentes crisis económicas y el desequilibrio en el reparto de la riqueza habilitan perpetuamente un mensaje populista reivindicativo.

La democracia recuperada en 1983 luce impotente para destrabar el empate entre las fuerzas políticas y sociales argentinas.

El kirchnerismo, con su populismo plebiscitario, agrava el problema, y las diversas expresiones opositoras están despertando recién ahora de su sueño dogmático.

El desencuentro tiene, sin embargo, atenuantes: todos los actores rechazan la violencia; los conflictos siguen dirimiéndose en los tribunales a pesar del cuestionamiento a la Justicia; la libertad de expresión, aun asediada, está en vigencia; el Gobierno ensaya una revolución sin fuerza armada.

Es cierto: gritamos, no nos matamos.

El peligro es otro: alumbrar, a fuerza de discordias, una democracia que se bifurca, como los senderos borgianos.

Una democracia bicéfala, conflictiva, impedida de crecer.

El rumor del combate confunde a muchos.

Pero esto no es una dictadura, es apenas un país trabado, demorado irracionalmente en un conflicto adolescente sobre su identidad.

...hacer clic aqui.

A su pesar, de alguna manera, todos los políticos de la góndola adhieren, por sus actos, al cristinismo.

Las figuras de la oposición no confrontan para superarlo.

Lo complementan.

Para fortalecerlo.

Mientras tanto el cristinismo se desmorona solo.

Abroquelado, sostenido por los ataques demenciales de Magnetto.

No obstante, amenaza con recuperarse otra vez, por la magistral ayuda que le brinda el espectáculo de -digamos- “la oposición”.

Como si hoy existieran dos formas de ser cristinista.

Estar con La Doctora, o actuar como estos muchachos.

Para colmo, con algunas excepciones, se jactan de emitir la consigna instalada.

Indica que la política actual se caracteriza por las personas.

Por las figuras.

No por los partidos.

Son los productos culturales que lucen en la góndola.

Los que se ofrecen.

Lo que hay.

Entonces no queda otra alternativa que recomponer, lo más pronto posible, los partidos.

Con idea, estructura, mística y organización.


PASO y Bardo Thodol, éramos pocos y exploto Brasil.






¿Consternados por lo de Detroit?

Queridos, el crash de los subnacionales era tema el año pasado; no ahora.
La cuestión son los “próximos”; Chile, Uruguay y Brasil, mas que España, Italia o Francia; cuyas crisis ya están descontadas.
Unos saqueos, incendios y represión mas, son como las manchas del yaguareté, solo los Borges de la geopolítica social le dedican atención.
En fin, Bienvenidos al Bardo; hacer clic aquí.