martes, 6 de octubre de 2015

@mazorcablanca y la Guerra de las Nostalgias.




Cuando salga el sol
Me verás marchar,
Sin decir adiós
Ni mirar atrás.

Cuando salga el sol
Prende fuego al tren,
Quema la estación,
Que no volveré.



Praxis ¿y/o Hegemonía?; Loophole de Arthur C. Clarke, 1946.

@LeirasMarce publico en Anfibia una introspección sobre el Progresismo argento, y sus votos, que no casualmente coinciden con múltiples artículos de Eduardo Fidanza en La Nación; desde la mirada del Liberalismo argento.

La coincidencia fundamental, e indiscutible para ambas filosofías, trata sobre el respeto irrestricto de lo Institucional.

En contraste no verbalizado, pero implícito en el desarrollo de las tesis, sobre “lo otro” que acecha en las penumbras de la Razón Iluminista. .

El peronismo, al que se lo presupone como anti Institucional, por “saltarse y/o retorcer” las “reglas sociales” del Sistema y/u “Orden Legal”.

En realidad es mucho más “Institucional” de lo que se supone, la cuestión radica en que  se resiste recalcitrantemente a ser “sobre codificado” por los “significantes”.

“El discurso filosófico siempre ha permanecido en una relación esencial con la ley, la institución y el contrato que constituyen el problema del Soberano, y que atraviesan la historia sedentaria que va de las formaciones despóticas hasta las democráticas.

El «significante» es en verdad el último avatar filosófico del déspota”.

El cuento de Clarke, que está en la colección de “Superioridad”, trata de la misma problemática; pero en lugar de ser desde el punto de vista militar tecnológico, lo es desde lo burocrático legal.

De allí el titulo, “Loophole”, que puede ser traducido como “resquicio” o “laguna”, más precisamente como “resquicio legal” o “laguna jurídica”.

En la literatura clásica inglesa es el “atajo” utilizado por Porcia en el Mercader de Venecia, frente al imperativo contractual de “la libra de carne”.

Traducir el titulo como “Lo imprevisto”, en lugar del más literal “rizar el agujero”, está justificado por el público al que va dirigido.

En la SciFi abundan los ingenieros, científicos “duros” y ciencistas sociales, y escasean los abogados, juristas y economistas. 

Mas duchos los últimos en las cuestiones descriptas más arriba por Deleuze.

Como el “Imperativo” peronista es “Resolver o Renunciar”; se está obligado, a diferencia de Liberales y Progresistas que se “paralizan” frente a Instituciones, Contratos y Leyes; a “búscale la vuelta” al “problema”.

No porque se odie, o no se respeta, lo Institucional; sino porque el baremo es el resultado.

En cierta manera poética, el escenario de la historia del cuento, tiene similitudes con el “contencioso” de nuestro país frente a Griesa y los Vultur.












lunes, 5 de octubre de 2015

Hegemonía y el Consenso de Gramsci; @Tintalimon, @MarceloPascu, @escriba.

--¡¡¡Somos mejores!!!

++¿¿¿A quién mierda le importa???

Piratas de Silicón valley, 1999, ver video.



En Argentina no hay ningún determinante de voto que sea más importante que la percepción de capacidad de gobierno, muy por encima de la ideología, de la expectativas de redistribución y de las redes políticas”


“Alfonsín, y los no peronistas, envían a Gendarmería a “restablecer” el Orden Publico.

Menem, y los peronistas, envían a Gendarmería a “garantizar” la distribución de polenta”

Julio Ramos recordando 1989 en programa Hora Clave Diciembre de 2001.

“Solo el peronismo puede gobernar la Argentina”, es una falacia que oculta la incapacidad ajena de la gobernanza SIN tener que recurrir al monopolio de la fuerza legal, y/o la burocracia estatal.

Así, mientras los “politizados” están enfrascados en Octubre, o como mucho en Diciembre 2015 y Enero 2016.

Los “muchachos” ya están “orejeando” las PASO 2017; en especial la de la PBA; con Cristina, Sergio, Mauricio, y quienes se anoten; para la Senaduría Nacional.

Trampolín para 2019 si DOS no da la talla, como le sucedió a de la Rúa en 2001,  o a Alfonsín en 1987; con el Golpe de Urna de ambos años.  

Ya que en la actualidad la Economía, como “Deseo Apocalíptico”, solo sigue amentando la “frustración” de los sus “profetas desarmados”.

O sea, los Coroneles no les atienden la llamada.

El consenso gramsciano sobre esa praxis peronista de selección de candidatos, las PASO, que ha “infectado” hasta la izquierda clasista más ortodoxa; es la más brutal demostración de la Hegemonía muda.

Lo único que saben hacer los Morales Sola y las Sarlo, es exigir rogando que los Candidatos “se bajen”; en lugar de “competir” entre ellos, permitiendo la “integración” de listas de legisladores en base a la relación de fuerzas electorales.

Para quien quiera entender la praxis, de origen vandorista, “Si no los podes matar, estás obligado a negociar”, el siguiente video de la “relación competencia-colaborativa” Jobs-Gates, o Apple-Microsoft.



Después de 1:29:39, quizás el peronismo no les resulte tan “exótico” o “anti-racional”, ya que solo se trata de Poder y como “administrarlo”.  

domingo, 4 de octubre de 2015

El Fin de la Era de la Ilusion.


“El diario La Nación, en una de sus facetas (liberal social, casi un liberalismo de izquierda), junto a la prensa progresista, espalda con espalda, resisten el horror a un tiempo que creen que viene: un nuevo desfasaje entre mundo e ideología en la cabeza de la clase política”.




Para Calvo, “el voto peronista es muy estable, sociodemográfica y políticamente” pero esa estabilidad y fortaleza en algunas zonas como el GBA o el norte argentino no está dada por un sentimiento de pertenencia partidaria sino por la percepción de gobernabilidad que garantizan los dirigentes peronistas.


“En Argentina no hay ningún determinante de voto que sea más importante que la percepción de capacidad de gobierno, muy por encima de la ideología, de la expectativas de redistribución y de las redes políticas”, explicó.


Una evidencia de eso, para el autor de Anatomía política de twitter en Argentina (Capital Intelectual), es la diferencia entre quienes se identifican en las encuestas como peronistas (cerca de un 20%) y los votos que suman los candidatos que se proclaman peronistas en las elecciones nacionales (en torno al 70-80%).