Criticados, hace ya un siglo, por no respetar las actitudes
de los caballeros amateur.
Terminaron por imponer, en su implacable búsqueda de la supremacía,
la incorporación de woking class y lumpenes en base al puro merito personal.
Los franceses primero, y los británicos después, debieron
adaptarse o reducirse a la insignificancia.
Cuentan las malas lenguas que los sudafricanos abandonaron
el apartheid para poder competir con ellos.
Los australianos, choznos de convictos, se bilardizaron sin sonrojarse;
Botany Bay no era un lugar donde los prejuicios de clase pudieran medrar
precisamente.
Solo resiste la aldea gala del tren de la costa, pero no se
sabe hasta cuándo, las derrotas dignas en defensa de los valores cada vez tiene
menos cultores.
El deporte con los aficionados más fervientes en nuestro país
es la caracterización del peronismo.
Así los no peronistas, incluyendo obviamente a los anti
peronistas, suelen proyectar sus propias zonas oscuras cuando describen a la aberración
histórica y social que moviliza sus afanes expresivos.
De @andresmalamud pone el dedo en la llaga sobre dos
cuestiones donde las divergencias tienden a infinito.
Liderazgo y Lealtad.
El no peronismo, y anti peronismo, tienen para lo ajeno la
mirada de Lewis Carroll sobre la Reina de Corazones y/o Reina Roja.
Ver los dos videos siguientes, donde con malicia, es
indudable la similitud con la Lideresa más carismática del Republicanismo
realmente existente.
Como fenómeno telúrico, el peronismo comparte muchas características
con el resto de la biomasa argentina, ¿será
el agua o el aire?; por ejemplo nuestras paisanas las
hormigas.
Las más conocidas internacionalmente son las Linepithema
humile, hormiga negra para los compañeros, u hormiga argentina para el resto
del mundo.
Pero en el tema Liderazgo y Lealtad son más significativos
las Solenopsis invicta, hormigas coloradas de nuestros patios y jardines, u
hormigas de fuego más allá de nuestras fronteras.
Ver video a partir del minuto 38:00.
Así podemos concluir jocosamente que el no peronismo, y anti
peronismo, tiene plasmado sus problemáticas en los clásicos infantiles de Lewis
Carroll.
Mientras el peronismo, pletórico de seres “humile” pero “invicta”,
se comporta como un sistema adaptativo complejo; aprendiendo sobre la marcha.