lunes, 28 de julio de 2008

Il Buono, Il Brutto, Il Cattivo ; pelicula de la semana.


Con la caída de la 125 y el fracaso de la Oposición para lograr ventajas políticas, se largo la carrera para estar “enchufado” en la interna peronista.

Los “aliados” de fracción esperan, si ganan, que el “invertebrado” aplique su programa de gobierno.

Hasta la pudorosa CC salio de caza, con la pila de agua bendita a cuestas, prometiendo el certificado de “sangre limpia” Republicana.

Para amenizar la lectura de lo que sigue, la histórica fuga del Penal de Ushuaia, hacer clic aquí.

Cada quien puede darle el papel del Rubio, Tuco, u Ojos de Ángel a su personaje histórico preferido.

América Latina pasaba por tiempos de turbulencias políticas y sociales y Chilito no estaría ajeno a la contingencia.

En 1955 cae el gobierno de Juan Domingo Perón en Argentina, un aliado y compipa del presidente chileno Carlos Ibáñez del Campo.

Asume una junta militar integrada por los generales Pedro Eugenio Aramburu, Isaac Rojas y Eduardo Lonardi.

La nueva dictadura trasandina persigue todo lo que oliera a peronismo.

En marzo de ese año, un grupo de seis pesos pesados peronistas se arrancan de una cárcel en la Patagonia y aprietan cachete hacia Chile.

Al ser descubiertos en tierras guachacas, caen preciosos.

La lista la integran el magnate Jorge Antonio, John Williams Cook (peronista rojo, heredero de Perón), Héctor Cámpora (que después sería presi de los argentinos) y Guillermo Patricio Kelly (que no era pariente de la Grace).

Los gorilas argentinos piden la extradición inmediata de los fugados para “ser enjuiciados ejemplarmente y de manera imparcial” (sóplame este ojito).

Los viejitos de la Suprema salvan a casi todos, a excepción de Kelly.

Este último tenía un nutrido y sangriento prontuario político y policial.

De marcadas simpatías nazi-fascistas, el Pato Kelly fue secre de la ultraderechista Alianza Nacional Libertadora.

De padre irlandés y madre suiza, es conocido por su carácter antisemita, anticomunista y anticlerical.

Se le acusa de haber destruido e incendiado iglesias, periódicos, el Jockey Club y locales de comunistas y radicales.

La Corte Suprema declara a Kelly extraditable y éste espera pacientemente su traslado al otro lado de Los Andes.

VESTIDA PARA ESCAPAR
El sábado 29 de septiembre de 1957, ocurre lo impensado: Kelly desaparece de la Peni।

Según algunas versiones, el Pato se fugó disfrazado de mujer, muy pintado, con pestañas crespas y mucho rímel.

¡Nótese, el preso más vigilado de todo Chile se arranca vestido de mina!

En Chilito arde Troya y en tierras chés, también.

Los primates trasandinos se indignan, dicen que el proceso judicial ha sido un tongo y piden explicaciones al gobierno de Chile.

El viejito Ibáñez contesta (off the record):

“¿Qué tanta custión?

A nosotros se nos escapa un preso pero a ellos se les pelaron seis.

¿Cómo andamos por casita?”

En el país cunde el desconcierto.

El Dire de la Pesca (los tiras) se va para la casa.

El Senado acusa constitucionalmente y destituye a los ministro de Justicia, Arturo Zúñiga, y al canciller, Osvaldo Saint Marie (hermano de Volpone, director del diario guachaca El Clarín).

El senador socialista y candidato presidencial Salvador Allende se abstiene de votar la acusación.

Declara:

“Los mismos que ahora acusan a dos ministros permanecieron calladitos ante hechos de mayor gravedad, como los ocurridos el dos de abril (ver Guachaca N° 3)”.

Se cuenta que en esa época el Chicho estaba poti-calzón con el Caballo Ibáñez para captar votos del decadente ibañismo y lograr la derogación de la Ley Maldita

। Chuchoqueos típicos de la política।

Pasan los días y Kelly no aparece por parte alguna.

Comienzan a correr los rumores y versiones.

Se cuenta que Juan Domingo, exiliado en Venezuela, le habría mandado una carta a su compipa Ibáñez diciéndole:

“Che Carlitos, cuidá de la vida del Pato Kelly”.

Se dice que, para septiembre de 1957, Santiago contaba con la extraña presencia de varios argentinos oscuros: sicarios que querían echarse al Kelly y peronistas que pretendían salvarlo.

Se supo también que, antes de la fuga, dos damas lo habían visitado y, literalmente, le habían prestado ropa (de mujer) para que apretara de la Peni.

Se trataba de la escritora Blanca Luz Brum y la adivina Ester Miranda (la antecesora de Yolanda Sultana).

Luego, un grupo de jóvenes nacionalistas se lo pasaron de mano en mano, como antorcha olímpica।

Incluso, uno de estos cabros se hizo el enfermo y se internó en una clínica para despistar.

EL QUE NACE CHICHARRA…
Hace un tiempo, una señora me contó la siguiente papita.

En 1957, esta dama era una niñita de colegio y su viejo, un furibundo y fanático ibañista.

La noche de la fuga ella recuerda una seria de hechos extraños en su casa.

La luz prendida toda la noche, pasos y caminatas interminables y gente hablando con acento porteño.

Incluso recuerda haber visto a una “mujer” con actitudes muy toscas y poco femeninas.

Lo único que le faltó fue haberla visto meando de pié.

Como sea, mientras cundía la trifulca, Kelly se aloja en distintas casas en Santiago y otros sitios.

Lo trasladan en autos con patentes de Santiago, San Beca y Talagante (¡venga!).

Lo llevan hasta la frontera con Bolivia y lo devuelven para hacer lesos a los ratis।

Incluso, el muy fresco pasa unos días en la casa de veraneo de un juez y le deja una atenta carta.

Finalmente toma un avión, con pasaporte obviamente falso, en el viejo Aeropuerto Los Cerrillos.
El que nace chicharra muere cantando, versa el dicho popular.

Kelly aparece en Venezuela y vuelve después a la Argentina.

Estuvo preso como diez veces, se salvó de atentados y fue secuestrado.

Como la vida da muchas vueltas, las malas lenguas cuentan que después fue agente de la CIA, colaborador del Mossad jacoibo y cazador de nazis, además de admirador del “Che” Guevara.

Fue locutor y panelista en programas de la tele.

Finalmente, murió de cáncer en julio de 2005, a los 83 años.

Del caso Kelly no se habló más.

Nunca supimos la firme de este turbio acontecimiento.

Hoy constituye uno más de los episodios más guachacas y más callamposos de nuestra historia.

Nicolás Sagüés
Historiador UC y profe

http://revista.guachacas.cl/Epi_Kelly.html

4 comentarios:

Charlie Boyle dijo...

¿Quién le robó el piano al general en Caracas?
¿¿Se olvida de ese personaje??
Fue el que le presentó a Isabel, linda Gauchada nos hizo.
Con respecto a Kelly recuerdo allá por el 81 -82 publicó en su revista las fotos de la Esma y fue la primera vez que ví un esquema de Capucha y Capuchita. Después de eso es que lo chupa Gordon.
Un tipo raro, creo que simpático, por no decir querible.

Néstor Sbariggi dijo...

Kelly siempre me pareció un mercenario. Es verdad que se escapó vetido de mujer. Hay foto y todo (yo la tenia por algún lado, no creo que la encuentre.) Solía poner radios clandestinas en la época de la Resistencia desde los países límitrofes y transmitía proclamas peronistas hacia la Argentina.
Que personaje.

Un abrazo compañero

Anónimo dijo...

Al historiador le faltó la etapa de proximidad de Kelly con el gob. radical (1983-1989), al que hizo (o hizo como que hacía) varios favores secretos. Un personaje colorido, poco encuadrable, que viró del nazismo al pro-sionismo (o hizo como que hacía). Dicen que trabajaba para el Mossad. Será?

Besos

LaVO

Anónimo dijo...

Manolo:

Esta historieta tiene alguna relacion con la actualidad?

Preguntas:

1.En el 55 asumio una junta o el Gral Lonardi?

2.JWC, que heredo del viejo?. O el viejo lo heredo a el, en sus ideas de homicida?

3.GPK? Un tipico mercenario.Inteligente y valiente.
Que bien le habria venido a su Conductor,hoy!
Fijese Manolo, la decadencia peronista;de GPK pasaron a D'Elia. a Persico...digame la verdad..no es patetico???
Como siempre, un cordial saludo
anonimo bostero