Política económica
La situación económica y social en la que Alfonsín asumió el gobierno era realmente desfavorable, interna y externamente. Externamente, en1982 estallaba la crisis de la deuda externa latinoamericana, ante la moratoria de México y la negativa de los acreedores a refinanciar préstamos, así como la exigencia de que la deuda se cancelara con los activos de los Estados deudores. Internamente, la deuda externa argentina había pasado de 7.875 millones de dólares al finalizar 1975, a 45.087 millones de dólares al finalizar 1983.26 Por otro lado el retraso salarial y la pobreza, que había aumentado del 5% en 1975 al 37% en 1982 (datos para el Gran Buenos Aires),27 anticipaban grandes presiones sociales una vez reconquistada la democracia. Para América Latina, la década de los años ochenta fue conocida como la década perdida.
En una primera etapa Alfonsín recurrió al esquema económico que el radicalismo había utilizado con considerable éxito durante la presidencia de Arturo Illia 20 años antes. Su primer ministro de Economía, Bernardo Grinspun, y gran parte de sus colaboradores habían sido parte de aquel equipo. En ese primer momento Alfonsín y la mayor parte de la Unión Cívica Radical básicamente consideraban que la vigencia de las instituciones democráticas garantizaba que la economía diera respuesta a las necesidades de la población. De esa primera etapa proviene una frase recordada que repitió durante toda la campaña electoral: “Con la democracia se come, se educa y se cura”.28
A poco andar fue evidente que el nacionalismo económico clásico del radicalismo, que estaba llevando adelante Grinspun, tenía serios problemas. Al finalizar 1984 el salario real había aumentado un 35%, pero la inflación alcanzó 625% anual.29
En febrero de 1985 Alfonsín reemplazó a Grinspun por Juan Vital Sourrouille con el fin de implementar una política económica que atacara frontalmente la inflación. El 14 de junio Alfonsín y Sourrouille anunciaron por televisión la puesta en marcha del Plan Austral, por el que se creaba una nueva moneda, el Austral, se congelaban todos los precios de la economía, y se establecía un mecanismo de "desagio" para desindexar los contratos. El Plan Austral fue un plan no monetarista, que se basaba en la idea de que, en una economía de alta inflación durante varias décadas, como la argentina, el único modo de lograr la estabilidad era frenando lo que llamaban “inflación inercial”, es decir la anticipación de la inflación por parte de los agentes económicos. Sólo después podrían atacarse las causas estructurales.
El Plan Austral funcionó bien al principio. En octubre la tasa de inflación mensual fue del 2%, una tasa inusualmente baja para la economía argentina del último medio siglo. La estabilidad económica jugó un importante papel en el amplio triunfo electoral del radicalismo en laselecciones parlamentarias de noviembre de 1985.
Pero en 1986 la inflación volvió a mostrar una tendencia ascendente y los precios relativos de cada sector comenzaron a verse afectados, situación que se vio agravada por la gran caída de los precios de los productos argentinos de exportación (40% en el período).30 El gobierno anunció entonces una flexibilización de las estrictas normas de congelación de precios establecidas un año atrás que no dio gran resultado.
Para 1987 comenzaba a hacerse evidente que era necesaria una reforma económica estructural que resolviera la brecha entre recursos con que contaba el Estado y las funciones que desarrollaba. El desfinanciamiento crónico del Estado ya no podía ser resuelto ni recurriendo a los fondos de pensiones, ni por el endeudamiento interior y exterior, ni por la emisión monetaria.
En julio de 1987 los ministros de Economía, Sourrouille y de Obras y Servicios Públicos, Terragno anunciaron conjuntamente un paquete de medidas para la reforma del sector público. En esa oportunidad decía Sourruille:
El gobierno de Alfonsín no pudo avanzar mucho en este plan de reforma del Estado, en parte por la oposición del peronismo en el Congreso, y en parte porque los partidos políticos populares de entonces, incluida la Unión Cívica Radical, se encontraban sumamente comprometidos con las ideas estatistas y nacionalistas que habían dominado la mayor parte del siglo XX. Finalmente estas reformas serán realizadas drásticamente durante el gobierno de Carlos Menem, utilizando según sus propias palabras, un método de “cirugía mayor sin anestesia”.32
Entre las transformaciones económicas estructurales diseñadas por el gobierno de Alfonsín, merece destacarse la iniciación de un proceso de integración económica con Brasil, Uruguay y Paraguay que dio origen al Mercosur. Esta iniciativa ha sido considerada como “el legado más perdurable de toda la política económica del gobierno de Alfonsín”.33
En abril de 1988, Argentina entró en moratoria del pago de su deuda externa. En agosto la inflación alcanzaba el 27,6% mensual. En octubre entonces, el gobierno de Alfonsín puso en práctica un plan de salvataje, el Plan Primavera, cuyo objetivo primordial era llegar a las elecciones con la economía bajo un mínimo de control. Básicamente consistía en un acuerdo de moderación del aumento de precios con la Unión Industrial Argentina y la Cámara Argentina de Comercio y un nuevo régimen cambiario, en el que el Estado intermediaba en la compra y venta de divisas.
El Plan Primavera duró poco. Los operadores cambiarios lo rechazaron, no generó confianza y adicionalmente a comienzos de 1989, el Banco Mundial suspendió su ayuda a la Argentina. El 5 de febrero, el ministro Juan Vital Sourrouille, el presidente del Banco Central, José Luis Machinea, y el secretario de Hacienda del Ministerio de Economía de la Nación, Mario Brodersohn, resolvieron aplicar cambios en la política económica. Para ello dispusieron decretar un feriado bancario por 48 horas. Ante los rumores de inestabilidad, se inició una corrida masiva hacia el dólar. La inflación, que en febrero de 1989 era del 9,6% mensual, alcanzó 78,4% en mayo, mes de las elecciones presidenciales, adelantadas intencionalmente por Alfonsín debido a la fuerza presión de los sindicatos y los grupos económicos (en un principio lo consideró un grave error, pero con el tiempo entendió que estaba en una situación extremadamente compleja).34 La hiperinflación de 1989, llevó la pobreza de 25% a comienzos de 1989, al record histórico de 47,3% en octubre del mismo año.35
En las elecciones presidenciales del 14 de mayo, el candidato de la Unión Cívica Radical, Eduardo Angeloz, fue derrotado por Carlos Menem. Pero aún faltaban 7 meses para la fecha de entrega del mando que debían transcurrir en medio de la hiperinflación. Ante el riesgo de disolución del Estado y la eventualidad de un nuevo golpe militar, Alfonsín resolvió adelantar el cambio de mando a Carlos Menem para el 9 de julio de1989, ya que por esos días una escalada de saqueos se dieron en todos los comercios y supermercados del país por parte de la población marginal. Fueron unos días de mucha tensión, violencia y robos descontrolados.
26- ↑ Banco Central, Memoria 1985, pág. 147
27- ↑ Instituto Nacional de Estadísticas y Censos [11]
28- ↑ “Aniversario sin autocrítica”, diario Página 12, Buenos Aires, 11 de diciembre de 2004 [12]
29- ↑ Gerchunoff et al, pág. 395
30- ↑ Gerchunoff et al, pág. 416.
31- ↑ Gerchunoff et al, pág. 412.
32- ↑ La expresión fue utilizada por el presidente Menem el 26 de noviembre de 1997, en México, durante el almuerzo que ofreció en su honor y en el del presidente Ernesto Zedillo, el Consejo Empresarial Mexicano para Asuntos Internacionales, en el Castillo de Chapultepec. La frase completa dice: “Y recuerdo que dije: «No nos queda otro recurso» —y pedía el acompañamiento y apelaba a la benevolencia y la buena voluntad de nuestra gente—, que no nos quedaba otro camino que el de hacer cirugía mayor sin anestesia, ni aunque duela —decía—, ir hasta los huesos y terminar con ese Estado paternalista, prebendario, dadivoso que nos había llevado a este proceso de involución, al cual hizo referencia mi amigo el Presidente de México”. Zedillo.Presidencia.gob.mx/Pages/Disc/Nov97/26nov97-m2.html
33- ↑ Gerchunoff et al, pág. 414.
34- ↑ Raúl Alfonsín, entrevista radial realizada por Pepe Eliashev el 6 de agosto de 2004 [13]
35- ↑ INDEC.gov.ar (Instituto Nacional de Estadística y Censos, datos para elGran Buenos Aires).
http://es.wikipedia.org/wiki/Alfonsin#Pol.C3.ADtica_econ.C3.B3mica
Los últimos post, están dedicados al estimado Critico Quintín; y solo son para refrescar la memoria de los desmemoriados.
Para los Republicanos que se sientan molestos, más que enojarse, y gritarme a la cara; “Lávate la boca antes de hablar de Raúl, Peroncho de Mierda”; seria recomendable que se pongan a estudiar, haber como salen adelante.
Quédense tranquilos, van a ganar; y lo que les debe preocupar es, como no ponerse al país de sobrero, otra vez.
Porque siguen emperrados en cometer los mismos errores de siempre; pero esta vez no vamos a estar para salvarlos.
Ya sabemos que para prevenir, llenaran las cárceles de Dirigentes P, tengan o no delitos cometidos.
Acusaran de políticas las protestas, y en defensa del Orden Constitucional desalojaran la vía Pública con las Fuerzas de Seguridad.
Intervendrán Sindicatos y Municipios, para hacer meticulosas investigaciones, dos o tres años; mientras tanto no se atenderá al Publico, Usuarios, Afiliados y/o Vecinos.
Deberán esperar los “morosos tiempos de la justicia; y si se desacatan ante “Gravitas y Dignitas” de los Funcionarios, “Comisario, hágase cargo de los revoltosos”, que tanto les gusta pronunciar.