martes, 11 de enero de 2011

Num3r05, Operaciones y Fracturas.

La Aparateada de Artemio; o, como se le escapo el “Montonero Interior”.

“O sea sobre , siendo generosos, el 25% del padrón de electores nacionales donde obtiene el, a ver, 2,2% de Ibarra, 6% en Buenos Aires, digamos 4% promedio nacional, apenas algo más que los compañeros del PO , que sólo en Salta sacan el 15% de los votos ...

Como ya lo advirtiera el viejo General y lo actuara Néstor "recostándose" sobre el PJ para poder gobernar:

Nosotros, por un voto más ...

O sea, nos da igual medir 52% que 48% ( igual un gran segmento del breve segmento progre votará al FPV sí o sí, a quién sino?), no altera siquiera el diseño parlamentario donde, la progresía arma bloque "autónomo" para subir su módico precio, por lo que correrán las alianzas específicas, por tema, como ocurre por otra parte desde 2009, pregunten a Pichetto y a Rossi lo que es remar ahí dentro con los que fueron, los que son y los que serán progres”.

noche fría del progresismo porteño...


Alarma del Peronismo “Tradicional”, frente a la recaída en el Centralismo Democrático de la “Izquierda” Peronista.

Seamos sinceros:

En este enero, donde los… llamémoslos candidateables – porque todavía no son candidatos – cumplen con la necesaria y aburrida rutina de las fotos en la costa, y los operadores políticos se van de vacaciones previendo un febrero agotador ¿que habría de interesante en la política local si Artemio López no hubiese emprendido la campaña contra los progres?

Nuestro amigo, en sus lecturas pasatistas del verano, encontró al Gran Inquisidor en Dostoievsky, y decidió que era la forma de evitar que las columnas de comentarios en la blogosfera K se transformaran en un plomo.

Y no es mero entretenimiento: nos prepara para el fascinante juego, que en breve comenzará, de armar las boletas en docenas de provincias y cientos de intendencias.

El difícil equilibrio entre sumar candidaturas y dividir votos, que en cada lugar es distinto, no se va a lograr sin peleas que van a hacer parecer a los post de Artemio como endechas de pastores del siglo XVIII.

Pero… se me ocurre que a veces se posesiona de su papel y exagera, cual actor de las viejas películas mudas, recuerdan?

El progresismo, el hecho maldito de Ramble Tamble


Num3r05

¿Cuál es la razón que llevo a nuestro Compagna Menchevique a emular a León Trotsky?

O sea, de Critico del Perobolchevisquismo, a su Adalid más consecuente.

Los Números.

No se trata de las encuestas que todos conocemos, las que suelen hacerse publicas; sino de las que intuimos, las que no se publican.

Esas donde el cuidado del detalle, y el rigor científico, implican la cláusula de confidencialidad.

No fue solo una, sino varias, y tampoco de una sola encuestadora, sino aquellas que cuentan con la infraestructura material, para no subcontratar la recogida de datos.

En concreto, la base electoral de CFK Presidenta 2011 se solapa con la de Scioli Presidente 2011.

Unos lo estiman en el 90%, otros, bajan el porcentaje al 75%; pero en todos los casos, se reconoce que se esta EN, o al borde, del 40%.

Además, todos los estudios, reconocen que las perdidas “por izquierda” son compensadas, ampliamente, por las ganancias “por derecha”; gracias al regreso de Disidentes y Federales.

En cualquiera de ambos casos; CFK Presidenta-DS PBA, o DS Presidente- ¿? PBA; el piso no baja del 40%.


Operaciones y Fracturas.

Se que muchos Críticos, Compañeros y Amigos, de matriz progresista, van a patalear y considerar peregrino el planteo Cristina = Daniel.

Todos sabemos que una es de Izquierda y el otro es de Derecha; ¿pero quienes son TODOS?

Para un porcentaje muy amplio de los electores, que optaron en los últimos años, por NK y/o CFK, DS fue parte del dispositivo.

Como vicepresidente en el 2003, gobernador de la PBA en el 2007, y compañero de boleta para diputados en el 2009.

Incluso se hizo cargo, interinamente, del Partido de Gobierno; frente al pedido de “licencia” de NK en 2009.

Y aquí se encuentra la madre del borrego, la base electoral del Partido de Gobierno, es donde se concentra ese 90% a 75% compartido.

Antes de seguir, recomiendo leer el anexo “Peronismo o Nada”; hacer clic aquí.

A pesar de los ingentes esfuerzos, Simbólicos y Materiales, de Balcarce 50; estimulando, y promoviendo, la Transversalidad y la Concertación; la estructura tradicional de la base peronista permanece casi intacta.

Inclusive, el fenomenal despliegue del 2001/05 de la Izquierda en los barrios esta en reflujo; su militancia se concentra en la disputa de las Comisiones de Delegados, del Frente Sindical.

Como, así mismo, la fragmentación y dispersión de los Cauces políticos tradicionales; parece haber alcanzado a espacios organizativos del calibre de la CTA.

En fin, el tema es que en las localidades mas sumergidas, el “maldito pejotismo”, vuelve a estar solo.

Y para los “Compañeros” Néstor=Cristina=Daniel es obvio; las distinciones Izquierda-Derecha son tan insólitas como el Clásico Trostsky-Stalin.

Mientras se mantenga el rumbo tomado a fines del 2001, los tripulantes son circunstanciales.

Esta postura tiene consecuencias entre los Candidatos que hace rato están tratando de Instalarse.

Macri puede seguir sentado, esperando que los vayan a buscar; ni su canto de sirena, ni los intentos de Disidentes y Federales, pudieron perforar el núcleo duro del Conurbano.

La “desratización” del 2009 convirtió un potencial motín basista, por el descontento generado por la falta de atención a los reclamos, en una simple llamada de atención para el 2011.

No existió la tan declamada, por los puristas, estampida de los “traidores”.

Los Radicales siguen sin poder, saber, o querer; insertarse en los sectores de bajo NES.

Así que, ante los fracasos; se intenta promocionar a Sáenz, Hermes-Margarita, o se reza para que CFK decida dedicarse al oficio de abuela de sus nietos.

Esto deja muy mal parados a los defensores T y C; y entonces, sus voceros, comienzan con una Operación Clásica.

Romper todo, antes de irse, endilgándole la culpa al otro.

Aquí es donde AL contra-opera, forzando a poner las cartas sobre la mesa antes de Marzo 2011.

Para quienes se vayan antes, no puedan justificarse por la falta de tiempo; y para quienes quieran saltar DESPUES de las Generales, se conviertan en fiambres políticos.

Solo aptos para las Minorías Intensas de la Oposición, y no como componentes de Mayorías Populares de un Oficialismo con votos peronistas.

“Obscurum per oscurius”, y como aviso antes, no es Traidor.

Yo se que para estómagos delicados DS no es un sapo, sino una ballena azul, yo como bonaerense lo vengo masticando desde que NK, por consejo del preclaro Alberto Fernández, lo traslado desde la CABA a la PBA.

Pero son las cartas que hay, si CFK decide no jugar; y no es un deseo personal, sino una potencial contingencia que solo depende de ella, o de Dios.

En resumen, no se asombren si se sigue el ejemplo de ese Noble Varón del Progresismo; Hermes Binner.

Y en lugar de las clásicas boletas sabanas, donde existe la Potencial Tracción; terminemos con la Boleta Única por categoría; donde las colectoras van al muere.

Así quedan a la vista cuantas costillas “propias” tiene cada uno.

Peronismo o Nada.

Los siguientes Copy Paste es un anexo documental del post Num3r05, Operaciones y Fracturas.

"Esta idea conduce a una conclusión en cierto modo paradójica con respecto a la democracia argentina.

El Gobierno mostró poco respeto por las instituciones representativas y, a veces, actuó al margen de la Constitución.

No obstante, el éxito del peronismo al lograr salvarse a sí mismo como también a la economía argentina de la profunda crisis de la última década bien puede haber creado la base para un régimen más estable y efectivo en las próximas décadas."

Este párrafo podría haber sido firmado por un observador ecuánime de la Argentina de estos días.

Pero es una impresión errónea.

En realidad fue escrito en 1997, es decir, hace ya 13 años, por un joven investigador norteamericano que había llegado al país para indagar por qué el peronismo, un movimiento populista, pudo haberse adaptado con tanto éxito al neoliberalismo, al girar 180 grados en su doctrina, durante el gobierno del justicialista Carlos Saúl Menem.

El politólogo que sacó esta conclusión “hoy ampliamente difundida en el mundo académico” es Steven Levitsky, entonces profesor de la Universidad de Berkeley y, actualmente, prestigioso catedrático en Harvard.

Levitsky sostiene que, a diferencia de los típicos partidos populistas de masas, el peronismo se caracteriza por un bajo grado de institucionalización de sus órganos directivos, combinado con una perdurable inserción en los sectores populares por medio de las más diversas redes formales e informales, licitas o ilícitas, desde las Unidades Básicas, los punteros, las agrupaciones barriales y sindicales hasta las barras bravas y las organizaciones dedicadas al juego y la droga.

En términos de eficacia política, la penetración del peronismo en los sectores populares se explica por lo que Levitsky llama "encapsulamiento político".

Significa que, en determinados enclaves geográficos y socioeconómicos, el justicialismo es la única fuerza vigente y visible.

"En muchas zonas de bajos ingresos -escribe el autor- el peronismo es todavía, social, organizativa y políticamente, el único jugador del lugar.

Los otros partidos son virtualmente inexistentes, y la competencia política primaria se produce dentro del peronismo".

Estos comportamientos informales pero estables suceden en la base social del justicialismo.

En la cima, dirá Levitsky, rige la fluidez.

El origen de ésta es el bajo grado de organización del partido, cuya raíz debe buscarse en su origen carismático.

Después de Perón, el Partido Justicialista nunca logró ponerse de acuerdo en torno a las reglas que debían regirlo, pero esta anomia derivó, según Levitsky, en un rasgo singular que asegura su perpetua adaptación: la flexibilidad estratégica, inexistente en partidos más orgánicos.

"Flexibilidad estratégica" es un bonito término académico para describir la amplia discrecionalidad y el poco apego a las reglas con las que se han desempeñado los dirigentes peronistas.

La revocación sumaria de mandatos, el desconocimiento de las autoridades constituidas, la modificación arbitraria de los estatutos, la anulación de las elecciones internas, el alineamiento instantáneo con el ganador de turno, la posibilidad de escalar posiciones por la sola posesión de recursos económicos, son, entre otras prácticas, las que le otorgan al peronismo la posibilidad de cambiar de ideología como de traje.

O de enunciar de un modo característico, más allá de los compromisos programáticos, según concluyeron Eliseo Verón y Silvia Sigal.

Las paradojas de la Argentina de Eduardo Fidanza

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Desafiando caracterizaciones del partido como una organización débil y personalista, se sostiene que el PJ es mejor entendido como un informal partido de masas.

Si bien el peronismo mantiene una poderosa infraestructura de base, una amplia base activista, y extensos vínculos con la clase baja y trabajadora, posee sin embargo, a diferencia de los prototípicos partidos de masas, una organización informal y altamente descentralizada.

La segunda sección examina la relación entre el PJ y Carlos Menem durante la década del noventa.

Contrariamente a muchos informes convencionales, el artículo sostiene que la relación de Menem con el PJ de base estuvo siempre mediada por las poderosas organizaciones locales.

Estas organizaciones proveyeron al gobierno de Menem con un surtido de beneficios políticos que incluyen vastos recursos humanos, canales para la implementación política, distribución de patronazgo y solución de problemas a nivel local.

Sin embargo, también restringieron el liderazgo de Menem, limitando su capacidad de imponer candidatos y estrategias a las unidades inferiores.

De hecho, estas unidades locales continuamente rechazaban o ignoraban las instrucciones provenientes desde el liderazgo nacional, siguiendo estrategias que poco tenían que ver con Menem o su programa neoliberal.

Una “Des-Organización Organizada” (1º Parte) de Steven Levitsky, en el Blog de Abel.

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Al final de los diez años de mandato de Menem, la vasta mayoría de las agencias provinciales estaba gobernada por no menemistas y mantenía perfiles que estaban muy lejos del neoliberal del liderazgo nacional.[145]

En muchos casos, el partido provincial estaba controlado por sectores que habían estado en el poder (en algunos casos con interrupciones) desde principios o mediados de la década del ochenta.[146]

De hecho, solo cuatro de los 24 distritos del PJ (La Rioja, Neuquén, San Juan y Capital Federal) estaban controlados por menemistas en 1999.[147]

A su vez, estos distritos representaban sólo el 14,8% del electorado total.[148]

Contrariamente a muchos postulados convencionales acerca del liderazgo de Menem, el peronismo tradicional permaneció ampliamente intacto en los ámbitos provincial y municipal, a pesar del giro a la derecha del liderazgo nacional.

Solo en pocas excepciones, las organizaciones provinciales y locales (que dirigen las campañas del PJ, desarrollan sus líderes, y seleccionan sus legisladores nacionales) se transformaron en menemistas o neoliberales.

Este fracaso para transformar las agencias provinciales ayuda a explicar la rápida erosión de la influencia de Menem dentro del PJ (a pesar del hecho que continúa siendo el presidente del partido) después de dejar el poder en 1999.

Este resultado resalta la enorme diferencia que hay entre el PJ y otros casos de “neopopulismo”.

Mientras que el Partido para la Reconstrucción Nacional de Collor no sobrevivió la caída de su líder y los varios partidos fujimoristas casi con seguridad enfrentarán un destino similar, muy pocos dudan que el PJ sobrevivirá la desaparición del menemismo.

La “Des-Organización Organizada”, una opinión de Steven Levitsky

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Durante siete años Zarazaga trabajó en la Villa Mitre y otros barrios obreros de la zona.

Allí tomó contacto con la pobreza.

Se relacionó con la gente y conoció sus necesidades y preocupaciones.

Conoció también a muchos punteros políticos y se sacudió algunos (sólo algunos) preconceptos adquiridos en un hogar que, afirma, "no era peronista justamente, sino más bien todo lo contrario".

Uno de esos preconceptos dice que la hegemonía del peronismo en las villas es una aberración política.

Ya no piensa lo mismo.

Conocer la realidad de las villas lo llevó a revisar algunas opiniones.

"Un poco peronista me hice -dice con humor-, ahora valoro su presencia allí.

Es común decir que los punteros son vagos, que cobran por hacer nada, pero no es cierto.

La mayoría trabaja de sol a sol, y al que no trabaja, la misma gente de la villa lo saca a patadas, porque le exige respuestas".

Esto equivale a decir que a falta de una presencia real del Estado, el Estado, en este caso, son los punteros.

No son reyes, son lo que hay.

"Son reconocidos como el Estado por sus vecinos y manejan recursos del Estado".

Así es, según Zarazaga, como construyen una relación con la gente, acumulan capital político y se ganan cierta reputación, que a su vez supone una responsabilidad, porque "cuando hay un chico con un ataque de asma a las 3 de la mañana, cuando alguien necesita atención de urgencia o realizar un trámite, la respuesta pasa por el cura o el puntero".

Claro que la que se establece es una relación absolutamente utilitaria.

Y por partida doble.

"Nadie come vidrio, ni el puntero ni el votante: no hay una recreación de la figura de Evita a través del puntero, y de hecho casi nadie en la villa sabe quién fue Perón.

Es pragmatismo puro", asegura Zarazaga.

Un puntero de San Miguel, cuenta el sacerdote, lo expresaba así:

"Si antes cantábamos aquello de combatir el capital, hoy sólo hacemos política con y por el capital".

Y otro aclaraba, no como un pecado que le incomodara en el pecho sino como un dato de la realidad, que él repartía todo lo que le daban, salvo el aceite.

El aceite lo vendía en su casa.

La contrapartida al plan social, la bolsa de comida, el favor o la ayuda es, claro está, el voto.

No hay una relación directa, por supuesto.

Pero hay una relación.

"Si después los pobladores de las villas votan al puntero, no es porque estos ejerzan un monitoreo de los votantes.

Esto puede funcionar, pero sólo marginalmente.

Lo votan porque es el único que está, el único que les ofrece soluciones.

Lo necesitan porque no hay nadie más".

Es un sistema arbitrario, admite Zarazaga, pero "desde otros partidos no han intentado siquiera tener presencia en los barrios pobres".

Es decir, la matriz del clientelismo no está siendo disputada.

Y la importancia política de esta realidad cobra relevancia si se considera que tiene lugar en distritos que, combinados, representan el 35 por ciento del electorado argentino.

El desafío, estima Zarazaga, es ver de qué manera esta red clientelar puede ser transformada en una herramienta de promoción social más transparente y menos caprichosa.

A su juicio, iniciativas como la asignación universal por hijo no están concebidas para terminar con los punteros, porque éstos "retienen el manejo de la información".

Para su tesis, que desarrolla junto al profesor Robert Powell, una verdadera eminencia y un especialista en la aplicación de la teoría de juegos para analizar conflictos internacionales, Zarazaga realizó durante los últimos cuatro años el trabajo de campo y mantuvo entrevistas con 120 punteros políticos de la provincia de Buenos Aires.

Con algunos, admite, la relación fue conflictiva.

"Hay cosas que son inaceptables, como el reparto de droga en la movilización de micros, que es real y bastante generalizado".

Pero con otros llegó incluso a trabar amistad.

"Si hay vocación social en el puntero, puede haber un punto de encuentro.

Después de todo, curas y punteros tenemos mucho en común".

Rodrigo Zarazaga, el jesuita que desde Harvard estudia las redes clientelares, de Francisco Seminario.