martes, 11 de diciembre de 2012

¿La Estrategia Potemkin, o “Get Out the Vote!”, de Donald P. Green y Alan S. Gerber?




En nuestros conurbanos la sociedad pobre creció, sobrevivió y se organizó al margen de la tutela y la protección del Estado.

Su lugar fue ocupado por diferentes asociaciones, que traducen el complejo entramado social, y por liderazgos fuertes, de personas que encabezan la acción colectiva y se hacen cargo de las necesidades del conjunto. 

Comúnmente se los llama "referentes".
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Referentes y punteros son hoy las piezas clave del proceso de producción del sufragio.

Los punteros que cuentan son los que hablan por el Estado: el concejal, el secretario, el intendente.

Los referentes, por su parte, hablan por los colectivos que lideran.

Puede ser una familia extensa, un vecindario, un grupo étnico, religioso o deportivo, como en el fútbol.

Entre punteros y referentes circulan bienes y servicios variados: bolsones de comida, ayuda a comedores, una franquicia, una tolerancia policial, un "plan".

Se trata de un intercambio cotidiano, continuo, que en un momento se expresa políticamente, en la asistencia a una marcha o en una elección.

En el primer caso el colectivo es visible y quiere serlo: desde el transporte hasta las pancartas.

En el comicio, el colectivo negociado -denominado "el paquete"- se disimula, y se traduce en votos singulares, secretos.

Pero reconocibles por el puntero, quien certifica el cumplimiento de los términos del acuerdo.

Es común llamarlo clientelismo.

Es una palabra genérica, pobre y descalificante.

No da cuenta de los matices de una relación compleja, siempre abierta y en proceso, en la que hay también independencia e imprevisibilidad.

Cada persona pertenece simultáneamente a varios colectivos, y su lealtad bascula entre ellos.

Los compromisos políticos son flexibles, graduales y reversibles.

Los intercambios requieren no sólo una base material, sino también sintonías de forma, tono y trato.

La gente no se entrega ni obedece, sino que "acompaña".

Manejar todo esto requiere una enorme sabiduría artesanal.

Nada es automático.

Todo es cambiante, y a la vez regular, como en un caleidoscopio.

Al final, se traduce en votos, singulares, cuantificables, acumulativos.

A veces, cambian los gobernantes.

Usualmente los ratifican.

La máquina de producir votos
Por Luis Alberto Romero, hacer clic aquí.

El 182 hasta Haedo, y de allí el Sarmiento hasta Once; tuve suerte…viaje sentado al medio día.

Hice tiempo en la estación, para calcular el volumen los trenes de un par de horas; y rumbee por Rivadavia para la 9 de Julio.

La cuota minima, para los municipios menos poblados del RMBA, eran 100 colectivos; y de ahí para arriba.

La carga optima son 40 pasajeros; el piso, para no pasar vergüenza, son 20; sentados a los lados de las ventanillas, y dar la impresión de no estar vacíos.

Clarín, y La Nación, se quedaron cortos, con el cálculo de 2.000 unidades…

La obsesión por el “Espontaneísmo de las Masas” pre 10 de Diciembre de 1983, fue sustituido por otro fetiche; “el Espontaneísmo de los Individuos”, música celestial para la Hegemonía Realmente Existente.

Al fin y al cabo, el Progresismo argentino es, ni más ni menos, que un Liberalismo de Izquierda; culturalmente mixtura de mitrismo del siglo XIX y Aynrandismo del siglo XX.

Este ultimo, mas que yoismo, se caracteriza por MI y MIO; que Morris tan bien caracterizo en “Pato Trabaja en una Carnicería”.

La tropa se cago, literalmente, en la directiva de ir sin identificación, solo con banderas argentinas.

Además de saber que los “empaquetarían”, colocando carteles y banderas de las “camarillas” frente al palco, la cuestión de la “pertenecía” pasaba por otro lado; de ¾ de la plaza para atrás.

Mostrar “musculatura a los pares”, Agrupaciones territoriales Municipales y Seccionales Sindicales; Municipios y Sindicatos, ante si y de por si; como asevero Manuel Mora y Araujo.

Los pobres, los del medio y los más ricos en la Argentina de hoy comparten muchas visiones, coinciden en muchas demandas, pero mientras los pobres tienen cómo canalizarlas a través de mecanismos de representación, los del medio y los de arriba sólo tienen voz si salen a la calle.

Confirmado, como testigo presencial, por Mario Wainfeld; que es “del palo” con el “sesgo inevitable”.

Los que van sueltos prefieren Diagonal Norte.

Por la Sur y por Avenida de Mayo las columnas van llegando, algunas a primera tarde.

Otras apenas antes del discurso de la Presidenta, que largó cerca de las nueve.

Varios formatos de convocatoria convergieron en la movilización.

Los del acto político, que mueve a los que van a participar y hacerse notar.

Los que pugnan, de mejor o peor modo, por quedar más cerca.
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Mujeres kollas bailan, con el borsalino puesto y sacuden (supone el relator, que teme equivocarse en esos detalles) una suerte de matracas.

En la mera acera bailan.

Las tutelan algunos de sus compañeros y también unos muchachos del gremio UPCN que le sacan al cronista una cabeza y a ellas algo más.
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Las organizaciones sociales y las agrupaciones políticas prodigan colores.

Una sabiduría de la etapa es que haya muchos estandartes, que siempre ayudan a parecer más.

Claro que hay conjuntos que no precisan simular.

La militancia juvenil, la Tupac Amaru, la Kolina que levanta a la ministra Alicia Kirchner, varios impresionantes contingentes del territorio conurbano.

La presencia sindical es menos conspicua y dominante.

Difícil hacer un promedio.

La sociología impresionista arriesga siempre, máxime si escudriña centenares de miles de personas.

El cronista entiende que vio un acto pluriclasista, dominado por sectores populares y clase media baja.

Más morochos que blanquitos, pero vaya si había de éstos.

Vaya... argentinos de la clase media que algunos leen como alejada sin retorno del kirchnerismo y que muchos oficialistas nacidos en su seno cuestionan con una suerte de snobismo nac & pop.

Lejos, muy lejos del palco, en la 9 de Julio, el Bajo, y las laterales; el ambiente es otro.

Se forman los corrillos de los “responsables de la logística”, cuadros intermedios territoriales y sindicales; que tienen que “asegurar” el regreso a casa, de todos y cada uno de los que se “trajeron”.

Mucho Prestigio en juego, “abandonar” Compañeros es inadmisible; y se paga con usura.

Que no este el colectivo, o que falte el agua y sanguche, o que no se rastre al pibe o el curda retrasado; es una Ofensa que genera una sangría de Autoridad Política.

Además, hay que estar a la “pesca” de quienes fueron “abandonados” por la “contra”; que “embriagados” por “el éxito” olvidan su “Capital Social y Político”.

“Nos llaman Responsables, porque lo somos”, es el mensaje no tan subliminal para los “extraviados”, meloneando la incorporación potencial del “Botín” ajeno.

Mas que Militantes son Cuadros, en el sentido mas militar del Concepto, “Ganchos” formados; con muchísima mas perspicacia que los “Coroneles y Generales” que se desviven por estar “en”, o “cerca” del Palco.

Su Poder, Autoridad en el sentido más estricto, no viene de “Arriba”; se genera “Abajo”, entre los “pares”.

“Confianza Política”, mas allá de las diferencias “personales”, “ideológicas”, o de “fracciones enfrentadas”.

Charla franca, cambiando figuritas, rememorando datos y hechos de las ultimas décadas; auscultando las tendencias sociales y políticas en la bruma del “devenir”.

Lo que sucede en el “barrio y la fabrica”, pero también en el país y mas allá de charco; los horrores contados por los que “regresan” de Europa y Estados Unidos.

Y, más allá de la Inseguridad, la Inflación, y la “Desaceleración” de la actividad económica; como viene la baraja electoral.

Lanata y su Progresismo “Autentico”, ¿es capaz de juntarles la cabeza a los “inorganizables” de la CABA y el 1º Cordón?

Si LA Fernández Meijide pudo, y era muchísimo menos que Alfonsín, ¿Por qué no lo haría el "Gordo”; que es de su palo y clase?

¿Cómo están Santa Fe, Córdoba, y Mendoza?, para no hablar de la CABA.

Cito a Sergio Berensztein, de Poliarquía.

Se dio una paradoja: surgieron nuevos líderes sin partidos (Carrió, Lavagna, Macri, De Narváez), y sobrevivieron redes partidarias sin candidatos competitivos (la UCR, el PJ disidente, el socialismo).

Si, pero No, cuestionan.

Somos el peronismo de la Provincia de Buenos Aires, los que arrancamos del fondo del mar hace 29 años; cuando nadie daba dos centavos por nosotros.

Acompañamos el festejo de los “otros”, porque corresponde, pero no somos lo mismo; o por lo menos no nos “endrogamos” con la misma merca.

Chicaneo, “Duhaldistas de Izquierda”, y largan las carcajadas; que le hace una “raya” mas al tigre, se repite el cachondeo.

Ir “divididos”, si no hay Internas de algún tipo, es altamente probable; al fin y al cabo es una elección de medio termino; donde se puede “castigar” con riesgo mínimo, como en el 2009.

El tema es no repetir el 99; pero eso depende de otras instancias, que están fuera del alcance propio.

Anexo

1/ Sobre la Estrategia Potemkin, hacer clic aquí; Jasper Maskelyne fue el Messi de esta “metodología” durante la Segunda Guerra Mundial, hacer clic aquí, su contribución es Secreto de Estado hasta 2046.


2/ Sobre “Get Out the Vote!”, de Donald P. Green y Alan S. Gerb, un articulo del economista Alan B. Krueger, en NYT, hacer clic aquí.


Voting is usually considered the domain of political scientists, but economists are also interested in voter behavior for at least three reasons.

First, it is a seemingly irrational decision for any individual to vote, as the chance that a single voter influences an election outcome is vanishingly small in a statewide election while there are (small) costs to voting.

Second, politicians use their limited resources to try to maximize their vote totals, which is inherently an economic allocation problem.

Third, the field of “political economy” studies how political institutions and governance structures influence the economy, and vice versa.


La “Kaja”, o “financiación”, siempre fue una cuestión necesaria; pero de por si misma es insuficiente.

Sin tomar en consideración el periodo anterior a 1983; la Administración Alfonsín disponía de Cajas Nacionales, Provinciales y de las Empresas Estatales.

Además del MONOPOLIO de los Medios Audiovisuales, y los que estaban en manos privadas eran tropa propia, Cetrá, Romay, etc.

Y, a pesar de ello; “no supo, no pudo, o no quiso”, generar las condiciones para una “Dominancia” política; como en la Suecia Socialdemócrata.