La elección de Secretario General de PSOE ha dejado en KO técnico
a Académicos y Jefes de redacción de los Medios.
No se trata de un típico “abandono” de sus bases electorales
históricas, o la “derrota” por un outsider, habitual en estos tiempos de globalización
en crisis.
Es mucho mas grave institucionalmente, ya que hablamos de la
insumisión de las Bases del Aparato de un partido de 140 años contra sus “Superiores”,
poniendo en crisis a la Ley de Robert Michels.
Para clarificar hay que realizar una comparación con otra Institución
Occidental, que ya tiene casi un milenio.
La Universidad y sus Jerarquías.
El Rector, los Decanos, y los Titulares de Cátedra;
desafiados por los Ayudantes y Auxiliares de esas mismas cátedras, decanatos y
rectorado.
Repito, no por los “estudiantes” sino por los niveles
subordinados de las estructuras institucionales.
El “censo” del PSOE, o sea “aquellos” que “están al día” con
el “abono”, solía ser celosamente “reservado”, casi rozando el “secreto de
Estado”.
Su “manipulación” por las “Autoridades”, era la herramienta
fundamental para la supervivencia de las Oligarquías partidarias.
“No estas al día, ergo no podes votar”
“¿Hay un error administrativo?, lo subsanaremos para la próxima
elección”
Antes de ser “renunciado”, Pedro Sánchez “filtro” a sus
valedores la data; y desde allí se comenzó a “operar” prácticamente desde una “cuasi
clandestinidad”.
Puerta a puerta, de boca a oreja, los 180.000 “habilitados”
se pusieron en marcha para la insurrección partidaria con muchas similitudes
con la de Obama contra los Clinton.
Así Sánchez logro 20.000 votos mas avales, López unos 1.000,
mientras que Díaz logro el milagro de lograr 1.000 votos menos que los avales
que presento.
Así que tenemos a 4º y 5º líneas “asaltando” los despachos
de las 1ª y 2ª líneas de una Socialdemocracia paradigmática; casi como vulgares
populistas, para el horror del Establishment.
Mientras tanto sucede todo lo anterior en la otra orilla, el
Académico lisboeta “asume” posiciones que se defendía hace una década en este
blog; cuando los “superadores” planteaban que el peronismo era un cuerpo insepulto.
Los votantes peronistas
Las únicas críticas de peso; lo social y lo geográfico se
superponen, periferia es el factor común.
El sufragio es un Capital simbólico “conquistado” que
permite a esa periferia “disciplinar” a las elites propias, y por transición al
Establishment y las Intelligentsias.
Lo excepcional en el PSOE es lo habitual en el peronismo.