lunes, 26 de febrero de 2007

¿Nietzsche, tecladista de los Auténticos Decadentes?

El amigo Escriba comenta la nota de Noé Jitrik en Pagina 12
Evidentemente no tengo el calibre ni la autoridad intelectual, para responder sus dudas.

Pero puedo conjurar un espectro para que con sus palabras nos muestre las diferencias que nos separan.
Federico te convoco, para que nos hables desde el mas allá y nos expliques “El nacimiento de la Tragedia”

Que des sentido a nuestros orígenes, que demuestres la universalidad de nuestro comportamiento.
En fin que les demuestres a quienes no nos comprenden, el porque de su incomprensión.

Comencemos diferenciándonos con una chicana, ellos durmiendo para que la realidad no destruya sus sueños, y nosotros con la damajuana debajo del brazo.

Entonces, así hablaba Niztche:
"......mundos artísticos separados de los sueños y de la embriaguez; entre cuyos fenómenos fisiológicos se puede notar una antítesis que se corresponde con la existente entre lo apolíneo y lo dionisíaco"

Ya identificados, ellos como apolíneos y nosotros como adoradores de Dionisos, que comience el espectáculo y se genere el estupor.

La definición del fenómeno
"En el mismo pasaje Schopenhauer nos ha descrito el horrible espanto que conmociona al hombre cuando, de repente, en las formas de conocimiento del fenómeno ya no sabe a qué atenerse mientras el principio de razón parece que sufre, en una cualquiera de sus configuraciones, una excepción.

Si a este espanto le añadimos el éxtasis lleno de delicias que, en la misma ruptura del principium individuationis se eleva desde el fondo más íntimo del hombre y de la misma naturaleza, entonces tendremos una visión de la esencia de lo dionisíaco, a la cual la analogía de la embriaguez es la que nos la pone más a nuestro alcance".

El origen
"Aquellas agitaciones dionisíacas, en cuya intensificación lo subjetivo desaparece hasta el autoolvido completo, se despiertan bien por el influjo de la bebida narcótica, de la que hablan en himnos todos los hombres y pueblos originarios, o bien en la poderosa inminencia de la primavera, que con placer se infiltra por toda la naturaleza.

También en la Edad Media alemana, y hallándose bajo esa misma violencia dionisíaca, multitudes cada vez mayores iban dando vueltas de un sitio a otro, cantando y bailando: en estos danzante de San Juan y de San Vito reconocemos nosotros los coros báquicos de los griegos, con su prehistoria en Asia Menor, remontándose hasta Babilonia y los orgiásticos saceos"
Fede ¿estas diciendo que somos una Murga, un Carnaval a contramano de la lógica, con bombos y redoblantes?
¿Y que, podemos rastrear nuestra conducta primitiva hasta el origen de los tiempos?

En este caso, ¿cual debe ser la conducta del hombre sabio?
"Hay hombres que, por falta de experiencia o por estupidez, se apartan de tales fenómenos como de enfermedades del pueblo, ridiculizándolos o lamentándolos desde el sentimiento de su propia salud: los pobres no sospechan, desde luego, qué cadavérico y fantasmagórico es el aspecto que tiene precisamente esa salud suya cuando pasa junto a ellos en plena efervescencia la vida ardiente de los entusiastas dionisíacos".
Si ya entiendo, me hiciste recordar la conducta que comenta Félix Luna en "El 45", desde la vereda, o la tribuna, con una mezcla de desconcierto y envidia.

¿Pero esto, que significa?
”Bajo la magia de lo dionisiaco no sólo se remueva la alianza entre los humanos: también la naturaleza alienada, hostil o subyugada celebra de nuevo su fiesta de reconciliación con su hijo perdido, el hombre.

De manera voluntaria ofrece la tierra sus dones y pacíficamente se acercan las fieras de las rocas y del desierto.

El carro de Dionisos está cubierto de flores y guirnaldas: bajo su yugo la pantera y el tigre caminan paso a paso.

Transfórmese el Canto a la Alegría de Beethoven en una pintura y no se quede nadie atrás con su imaginación cuando millones se postran en el polvo llenos de escalofríos: de esta manera podremos acercarnos a lo dionisíaco.

Ahora el esclavo es hombre libre, ahora se rompen, todas las rígidas, hostiles delimitaciones que la necesidad, la arbitrariedad o la moda atrevida han establecido entre los hombres.

Ahora, en el evangelio de la armonía de los mundos, cada cual se siente no sólo unido, reconciliado, fundido con su prójimo, sino hecho uno con él, como si el velo de Maya estuviera roto y tan sólo revolotease en jirones ante lo misterioso Uno-primordial.

Cantado y bailando se exterioriza el hombre como miembro de una comunidad superior: ha desaprendido a andar y a hablar y está en camino de alzar el vuelo por los aires bailando.

En sus gestos habla la transformación mágica.

Así como ahora los animales hablan y la tierra da leche y miel, así también en él resuena algo sobrenatural: se siente dios, él mismo ahora anda tan extático y erguido como veía en sueños que andaban los dioses.

El hombre ya no es artista, se ha convertido en su obra de arte: la violencia artística de la naturaleza entera se revela aquí bajo los escalofríos de la embriaguez para la suma satisfacción deliciosa de lo Uno-primordial.

La arcilla más noble, el mármol más preciado son aquí amasado y tallados, el ser humano, y a los golpes de cincel del artista dionisíaco de los mundos resuena la llamada de los misterios elusinos”

Che, ¿y que pasa con los que se quedan en la tribuna?
¿Porque no se suman a la fiesta?
”Esta divinización de la individuación, cuando es pensada como imperativa y prescriptiva, conoce una sola ley, el individuo, es decir, el mantenimiento de los límites del individuo, la mesura en sentido helénico.

Apolo, en cuanto divinidad ética, exige mesura de los suyos, y, para poder mantenerla, conocimiento de sí mismo.

Y así, la exigencia del «conócete a ti mismo» y de «¡no demasiado!» marcha paralela a la necesidad estética de la belleza, mientras que la autopresunción y la desmesura fueron reputadas como los demones propiamente hostiles, peculiares de la esfera no-apolínea, y por ello como cualidades propias de la época pre-apolínea, la edad de los titanes, y del mundo extra-apolíneo, es decir, el mundo de los bárbaros”.
Ah, ahora estamos entrando a terreno conocido, Civilización y Barbarie.
Por supuesto ellos son la Civilización.

¿Pero que les pasaba?
¿Qué sentían en ese estado de estupor?
«Titánico» y «bárbaro» parecíale al griego apolíneo también el efecto producido por lo dionisíaco: sin poder disimularse, sin embargo, que a la vez él mismo estaba emparentado también íntimamente con aquellos titanes y héroes abatidos.

Incluso tenía que sentir algo más: su existencia entera, con toda su belleza y moderación, descansaba sobre un velado substrato de sufrimiento y de conocimiento, substrato que volvía a serle puesto al descubierto por lo dionisíaco.

¡Y he aquí que Apolo no podía vivir sin Dioniso!

¡Lo «titánico» y lo «bárbaro» eran, en última instancia, una necesidad exactamente igual que lo apolíneo!

Y ahora imaginémonos cómo en ese mundo construido sobre la apariencia y la moderación y artificialmente refrenado irrumpió el extático sonido de la fiesta dionísiaca, con melodías mágicas cada vez más seductoras, cómo en esas melodías la desmesura entera de la naturaleza se daba a conocer en placer, dolor y conocimiento, hasta llegar al grito estridente:

¡Imaginémonos qué podía significar, comparado con este demónico canto popular, el salmodiante artista de Apolo, con el sonido espectral del arpa!
¡Bombo contra Arpa!, es afano

Las musas de las artes de la «apariencia» palidecieron ante un arte que en su embriaguez decía la verdad, la sabiduría de Sileno gritó ¡Ay! ¡Ay! a los joviales olímpicos".
Tenes razón Don Arturo tiene una pinta de Sileno que mata

¿Qué paso con los apolíneos que aceptaron el grito?
"El individuo, con todos sus límites y medidas, se sumergió aquí en el olvido de sí, propio de los estados dionisíacos, y olvidó los preceptos apolíneos.

La desmesura se desveló como verdad, la contradicción, la delicia nacida de los dolores hablaron acerca de sí desde el corazón de la naturaleza.

Y de este modo, en todos los lugares donde penetró lo dionisíaco quedó abolido y aniquilado lo apolíneo”.
Lo anterior, lo entiendo, se incorporaron, con sus diferencias y particularidades.
Es lo que llamamos el Campo Nacional y Popular, compartimos el placer, el dolor y el conocimiento.

¿Pero que paso con los que se resisten a lo dionisíaco ?
¿Qué es de aquellos, que siguen firmes y como se comportan ante el “fenómeno”?
“Pero es igualmente cierto que allí donde el primer asalto fue contenido, el porte y la majestad del dios délfico se manifestaron más rígidos y amenazadores que nunca.

Yo no soy capaz de explicarme, en efecto, el Estado dórico y el arte dórico más que como un continuo campo de batalla de lo apolíneo: sólo oponiéndose de manera incesante a la esencia titánico-bárbara de lo dionisíaco pudieron durar largo tiempo un arte tan obstinado y bronco, circundado de baluartes, una educación tan belicosa y ruda, un sistema político tan cruel y desconsiderado”.
Ah, la madre de las Republicas, Musa de Platón y Aristóteles, modelo del “deber ser” del Estado.
Marxistas y Liberales, Igualitarios y Jerárquicos la toman como modelo de conducta.
Mujeres fuertes y hombres patriotas, respetuosos de la Ley aun ante el sacrificio supremo.
Esparta

Una ultima pregunta, antes de que te vayas al ensayo con los Auténticos Decadentes.
¿Cómo ven a los Titanes que le roban sus secretos a los Olímpicos?
¿Qué destino les espera por estas acciones?
Por causa de su amor titánico a los hombres tuvo Prometeo que ser desgarrado por los buitres, en razón de su sabiduría desmesurada, que adivinó el enigma de la Esfinge, tuvo Edipo que precipitarse en un desconcertante torbellino de atrocidades; así es como el dios délfico interpretaba el pasado griego”.

Anda tranquilo, los muchachos ya empezaron a ensayar, siento el Bombo latir.
Los redoblantes me llaman a marchar, si la reconozco, es Matador de los Cadillacs.
Que mejor para reincorporarte al Carnaval, que una Marcha fúnebre, que declara el amor a la vida.
Como en Nueva Orleáns, ¿no Artemio?
Cuando los Santos vienen marchando.