viernes, 2 de mayo de 2014

Irracional reacción populista contra la Racionalidad del Ciudadano Ilustrado.



Una “Teoría General del populismo” no puede omitir el 2 de Mayo, tan magistralmente plasmado por Goya.

Contracara del 14 de julio de 1789, tan Neoclásico en espíritu, aunque compartirá el salvajismo de las Masas linchando a todo aquello que se le opusiera.

Los historiadores argentinos, que yo sepa, nunca investigaron que se decía en Madrid y el resto de los pueblos de España; sobre la Resistencia Popular de 1806 y 1807 en el Rio de la Plata.

Juntas y Milicias, Pueblos en Armas, los Territorios en Resistencia prolongada, los telúricos como guerrilleros o partisanos.

Fueron los “Reaccionarios” prusianos quienes elaboraron tesis, militares y sociológicas, sobre el “epifenómeno” que “borro” la distinción entre lo Civil y lo Militar; de la “Leva en Masa” de la Revolución Francesa.

De las “Guerras de Liberación, de los Defensores, a las Guerras Asimétricas de desgaste, de los Ofensores.

Con sus razias y fusilamientos masivos, fue el Vietnam y la Argelia del 1800.



El video tiene muchos detalles sorprendentes.



Desde el folclórico detalle de los 56 presos de la Cárcel Real, hasta la “apropiación” del más rancio liberalismo español de la Soberanía del Pueblo.  

Pasando por el “reconocimiento” de papel de las mujeres, con nombre y apellido; y la “insólita” declaración de Guerra de los Alcaldes de Móstoles al Imperio Francés.

Luego del Congreso de Viena, España compitió con Francia e Italia como “Destino Cultural” para las elites europeas.

Mientras las dos últimas “aportaban”  lo Clásico Grecorromano, el Renacimiento y la Era de las Luces.

La península, con sus toros y mujeres bravías como la Carmen de Bizet, infectaba de plebeyísimo al Romanticismo decimonónico, y a sus sucesores vitalistas del siglo XX.

Nadie es una isla, completo en sí mismo; cada hombre es un pedazo de continente, una parte de la tierra.; si el mar se lleva una porción de tierra, toda Europa queda disminuida, como si fuera un promontorio, o la casa de uno de tus amigos, o la tuya propia.
La muerte de cualquier hombre me disminuye porque estoy ligado a la humanidad; por consiguiente nunca hagas preguntar por quién doblan las campanas: doblan por ti.
John Donne, Devotions Upon Emergent Occasions, 1624.
For Whom the Bell Tolls, Ernest Hemingway, 1940.