viernes, 3 de agosto de 2012

Leandro…¿Quién es el confundido?




No entendieron nada.

El problema no es el clientelismo. En todo lo que dije no hay ni una pizca de moralismo ni de honestismo. El problema es la falta de contenido. Clientelismo para que?
Solo para que el jefecito local se pueda hacer una mansion?

Lo importantes es que algun dia logremos tener una estructura que imponga la direccion a sus lideres, en vez de una estructura boba que cambia de direccion cada vez que cambia de lider.

En fin, parece que es al pedo, no entienden porque no quieren entender.

Guido, 35 años, tan pocos, tantos.


Estimado, ¿escuchastes hablar alguna vez de algo llamado Democracia o Sistema Democrático?

“…una estructura que imponga la dirección a sus lideres…” 

Hasta hay una ciencia llamada Politologia que la estudia, la actual Administración esta llena de Licenciados y Doctores en la materia.

Donde hay competencia electoral, y el que gana impone el rumbo a TODA la Sociedad.

Mientras que los que pierden, van a la cola para ganar en la próxima y cambiar el rumbo en el sentido que creen correcto.

¿Me equivoco, estimado Dr. Abal Medina, Jefe de Gabinete de Ministros?

Estés hablando del Sistema Democrático, en general, o del peronismo, en particular; para Conducir hay que ganar elecciones.

Y cuando se pierde, hacer lo que hizo NK en 1983, cuando salio tercero lejos; saludar al ganador y ponerse a disposición.

Lo que no significa, no volver a intentar ganar.

Ahora, si lo que planteas, y quiero creer que no, es que la estructura imponga sus criterios SIN elecciones competitivas; estamos hablando de “La Línea”.

Donde Presidentes y Ministros pasan, y los burócratas quedan, como en Si Señor Ministro, la serie británica.

Para no andar hurgando la historia argentina de 1955 a nuestros dias.

Un abrazo

Hank es Bane, Lucas el Guasón, Máximo el Pingüino, y Mauricio Bruno Díaz.




Apelar a los Arquetipos Populares, es el recuso desesperado de los Kantianos y Platónicos; cuando la Amada Razón deja de funcionar como mecanismo justificatorio de la Realidad.

Repito por si no se entiende, la Razón suele ser un subterfugio para justificar, no para explicar.  

Las Sectas, religiosas, ideológicas o económicas; están imposibilitadas de asumir que la Teoría falla, que los sucesos no han sucedió como el Canon predijo.

La cuestión pasa a castaño oscuro cuando es el Establishment, o Hegemonía, la que debe apelar al Mito.

Perdió la capacidad de persuadir, y no dispone de la capacidad de disciplinar; solo tienen a mano el Control.

El marketing es ahora el instrumento del control social, y forma la raza impúdica de nuestros amos.

El control es a corto plazo y de rotación rápida, pero también continuo e ilimitado, mientras que la disciplina era de larga duración, infinita y discontinua.

El hombre ya no es el hombre encerrado, sino el hombre endeudado.

Es cierto que el capitalismo ha guardado como constante la extrema miseria de tres cuartas partes de la humanidad: demasiado pobres para la deuda, demasiado numerosos para el encierro: el control no sólo tendrá que enfrentarse con la disipación de las fronteras, sino también con las explosiones de villas miseria y guetos.

Somos peronchos, pronunciado por Gatubela (CKF), en el lugar y la oportunidad presisos; es una respuesta simétrica a la Tía Hariett (Carrio), que denuncia la sublevación de la Prisión de Ciudad Gótica.

Traducción, “…larga duración, infinita y discontinua… de villas miseria y guetos” vs., “…corto plazo y de rotación rápida, pero también continuo e ilimitado…del hombre endeudado…”.

En la larga Guerra Social de los últimos 60 años, la Contracultura del Proletariado Interno ha castrado e inutilizado una a una los Instrumentos de Disciplina Social, que  tenían a su disposición las Minorías Dominantes.

El Partido Militar no esta, los Golpes de Mercado son impracticables; las FFSS aunque en disputa, porque no se ha tocado la Aristocracia Judicial, no son las de Brasil y México.

El Estado como Burocracia, al igual que el Sistema Político; no han podido recuperarse del Colapso del 2001; todo se sostiene en el andamiaje de la Toldería.

Que resulto mucho mas recio y versátil de lo que todos suponían; solo hay que leer los informes sobre Estados fallidos, o problemas de Gobernanza de Davos.

Solo les queda el “…marketing…el instrumento del control social…”; que para su desgracia comenzó a ratear, perdiendo impacto a pesar de la altísima rotación.

Los Instrumentos del Marketing, las pantallas de TV, PC y Samrtfone; les juegan en contra, transmiten en tiempo real el Fin de Mundo conocido.

El ansiado Apocalipsis esta sucediendo, pero en el lugar equivocado, mas allá de las Tolderías; donde debía estar el Paraíso Perdido.

“Tía Harriet podrá insuflar a Batman espíritu combativo.

¿Dónde están Alfred y Robin?…¿llegaran a tiempo de salvar a nuestro Héroe?

¿Tendremos más Archivillanos, o escuchara el ruego la Liga de la Justicia…?

¿Auque sean los Teen Titans…?

No se pierdan el próximo episodio, en este mismo canal y a la misma hora

Lucas Carrasco y yo, Trasvasamiento de Sergio Leone.




Un abrazo pendejo, y bájate la película “Il mio nome è Nessuno”; para que te rías del Estado Mayor Intelectual.


Peronchos…


¡El objetivo final no es nada, el movimiento lo es todo!

Desviacionista alemán 1897/98; hacer clic aquí

El Puntero como enemigo histórico de lo Nuevo.


Civilización y Barbarie (al revés)

Al final ocurrió lo que hacía tiempo veníamos anunciando: Domingo Cavallo y el Radicalismo destruyeron el endeble tejido socioeconómico de la Argentina.

Lo lamentable es que a causa del colapso no se impusieron los mejores, sino los más organizados: hay que pellizcarse muy fuerte para entender que nos está gobernando una alianza entre la izquierda Alfonsinista y el corporativismo Duhaldista.

Ambos sectores representan la antítesis política de lo que la población reclama impotente.

Estamos gobernados por las fuerzas demagógicas y corporativas de la Provincia de Buenos Aires.

Éstas representan el anticapitalismo y la teoría de la conspiración.

Los gobiernos provinciales, hoy sin poder, tienen mayoritariamente, una visión mucho más moderna de la política y la economía.

¡Pobre Sarmiento si viera la Barbarie representada por la Provincia de Buenos Aires y la Civilización encarnada en los caudillos del interior!

En estos dos meses hemos visto y experimentado de todo.

No es el momento para dar consejos a los gobernantes.

Alfonsín y Duhalde están haciendo lo que siempre dijeron que querían hacer y de hecho lo hicieron, Alfonsín con el país y Duhalde con la Provincia de Buenos Aires.

Son hombres grandes, empecinados y no van a cambiar.

Hay quienes piensan que ya tocamos fondo y por ende las cosas tienen que mejorar.

No se equivoquen, la Alianza  Bonaerense tiene aún mucho camino por andar.

La lógica indica que volverá a instaurar el sistema institucional que durante décadas postergó la modernización de la Argentina y que colapsó en 1989.

Aún falta nacionalizar lo que se privatizó, control férreo de cambios con cambios múltiples, sistema bancario estatal únicamente, crédito dirigido desde el BCRA, cerrar aún más la economía, retenciones a la exportación y control de precios y salarios.

En todo esto la Alianza Bonaerense cuenta con el apoyo de los líderes sindicales y de la Unión Industrial encarnada en el Grupo Productivo.

La Alianza Bonaerense tiene mucho poder de movilización, algo que les faltó a De la Rua y Rodríguez Saa.

Están para mantener la estructura de ciertos derechos adquiridos, mayormente los de la corporación política, los de los empresarios prebendarios y los de los líderes sindicales.

Los enormes intereses en juego hacen que los favorecidos por esta vuelta al pasado sean "a prueba de cacerolas".

Como ya dijo días pasados un experimentado político de este grupo cuando los pasajeros del vuelo protestaron por su presencia: "si no les gusta tómense otro avión".

Esta Alianza Bonaerense requiere dinero para distribuir y lo está consiguiendo, al principio, repudiando la deuda pública, devaluando, confiscando los depósitos de una generación de argentinos y pulverizando sus ahorros jubilatorios.

En una segunda etapa, los fondos provendrán de la confiscación de las ganancias de empresas eficientes a través de los controles de precios, cambios y salarios. 

También quedan los patrimonios de las empresas extranjeras y las privatizadas que pueden ser nacionalizadas.

Muchos punteros políticos podrán encontrar interesantes fuentes de trabajo en el nuevo Estado Empresario.

Finalmente, siempre se puede recurrir al siempre fiel impuesto inflacionario.

Como dije al principio, el debate ideológico ya ha sido dado y los que detentan el poder saben claramente lo que quieren.

La única alternativa viable para un cambio es hacerlo políticamente en las urnas.

Para ello hace falta que las fuerzas de la Civilización, hoy dispersas, se unan en una propuesta superadora y moderna.

Carlos Alfredo Rodríguez, 12 de Febrero de 2002.