lunes, 4 de junio de 2007

Izquierda y Derecha en la Ciudad de la Furia. Houston; tenemos un problema.

“Un partido de centro derecha debe estar disponible para digamos, estimemos el 40% de ciudadanos que pueden demandarlo en ciertas circunstancias, un espacio partidario de centro al viejo estilo atrápalotodo pero más estructurado debiera poder existir en la argentina post crisis para otro tanto de la población que lo requiera y por último el inefable partido progresista o de centro izquierda que es necesario para un sector importante de la ciudadanía, circa de un 20% que, con alianzas pertinentes y en ciertas circunstancias históricas podría también acceder al gobierno y con un sistema equilibrado, sobre todo podría terminar su período de gestión”.

Artemio López 14 de Febrero de 2007

El querido primo tenia claras las tendencias de la ciudad de la furia, aunque se quedo corto.

La centroderecha, es derecha y en esto sigue la tendencia de las grandes metrópolis, Paris y New York, donde llega casi a la mitad mas uno.

El centro atrápalotodo de Mr T y la Dra. Carrio solo llego a un 20%, suficiente para darle entidad a una alianza con la Izquierda.

Pero, Houston tenemos un problema, el hombre de la Izquierda es Ibarra.

Un cuarto de los vecinos de Buenos Aires es parte del espacio Progresista, y él tiene en el bolso el 60% de apoyo.

Es el sueño dorado, el ladriprogresismo como oposición es como no tenerla.

La experiencia de K, a nivel nacional, demuestra lo ventajoso de tener contreras impresentables.

El hombre alado podrá ocultarse o dormir, en la figura de Gabriela, mientras el sobrevuela el territorio nacional hasta el 2011.

Para caer como un ave de presa o una flecha salvaje, cuando llegue la noche.

¿Quienes serán sus aliados?

Blumberg, a quien ocultaron en cuanto llego; o Daniel, el desterrado.

Deseaban un país normal, con Izquierda y Derechas definidas, y están a punto de lograrlo.

Pero no es lo que esperaban y el Apolo 13 comenzó su retorno.

Buenos Aires se ve tan susceptible
Ese destino de furia es
Lo que en sus caras persiste