lunes, 7 de mayo de 2007

Una Negrita cualquiera y sus cartas de amor

El 13 de octubre Perón fue detenido en el departamento de la calle Posadas y confinado en la cañonera Independencia que zarpó hacia la Isla Martín García.

Ese mismo día Perón le escribió una carta a su amigo el Coronel Mercante en la que le menciona a Eva Duarte, llamándola Evita:

“Le encargo mucho a Evita, porque la pobrecita tiene sus nervios rotos y me preocupa su salud. En cuanto me den el retiro, me caso y me voy al diablo”

El 14 de octubre Perón le escribió a Eva una carta desde Martín García en la que le dice entre otras cosas:

“... Hoy he escrito a Farrell pidiéndole que me acelere el retiro, en cuanto salgo nos casamos y nos iremos a cualquier parte a vivir tranquilos... ¿Qué me decís de Farrell y de Avalos? Dos sinvergüenzas con el amigo. Así es la vida... Te encargo le digas a Mercante que hable con Farrell para ver si me dejan tranquilo y nos vamos al Chubut los dos....Trataré de ir a Buenos Aires por cualquier medio, de modo que puedes esperar tranquila y cuidarte mucho la salud. Si sale el retiro, nos casamos al día siguiente y si no sale, yo arreglaré las cosas de otro modo, pero liquidaremos esta situación de desamparo que tú tienes ahora...Con lo que yo he hecho estoy justificado ante la historia y se que el tiempo me dará la razón. Empezaré a escribir un libro sobre esto y lo publicaré cuanto antes, veremos entonces quien tiene razón ...”

Participación de Eva en la campaña electoral

Eva comenzó abiertamente su carrera política acompañando a Perón, como su esposa, en la campaña electoral con vistas a las elecciones presidenciales del 24 de febrero de 1946.

La participación de Eva en la campaña de Perón fue una novedad en la historia política argentina.

En aquel momento las mujeres carecían de derechos políticos (excepto en San Juan) y las esposas de los candidatos tenían una presencia pública muy restringida y básicamente apolítica.

Desde principio de siglo grupos de feministas, entre los que se destacaron personas como Alicia Moreau de Justo, Julieta Lanteri, Elvira Rawson de Dellepiane, habían reclamado sin éxito el reconocimiento de los derechos políticos para las mujeres.

En general, la cultura machista dominante consideraba una falta de feminidad que una mujer opinara de política.

Eva fue la primera esposa de un candidato presidencial argentino en estar presente durante su campaña electoral y acompañarlo en sus giras.

Perón venía proponiendo desde 1943 que había que reconocer el derecho al voto de las mujeres pero en 1945 la Asamblea Nacional de Mujeres presidida por Victoria Ocampo y otros sectores conservadores se opusieron enérgicamente por considerar que era una maniobra electoral y el proyecto finalmente no logró imponerse.

El 8 de febrero de 1946, pocos días antes de finalizar la campaña, el Centro Universitario Argentino, la Cruzada de la Mujer Argentina y la Secretaría General Estudiantil organizaron un acto en el estadio Luna Park para manifestar el apoyo de las mujeres a la candidatura de Perón.

Debido a que Perón no pudo asistir por encontrarse agotado, se anunció que María Eva Duarte de Perón lo reemplazaría en el uso de la palabra.

Era la primera vez que Evita hablaría en un acto político.

Sin embargo la oportunidad resultó frustrada porque el público reclamó airadamente la presencia de Perón e impidió que pudiera pronunciar su discurso.

Durante la campaña electoral Eva no pudo ir más allá de su condición de esposa de Perón.

Sin embargo ya en ese momento era evidente que su intención era desempeñar un papel político autónomo, incluso aunque las actividades políticas estuvieran prohibidas para las mujeres.

Esta visión que ella misma tenía de su papel en el peronismo está expresado en un discurso pronunciado años después, el 1 de mayo de 1949:

Quiero terminar con una frase muy mía, que digo siempre a todos los descamisados de mi patria, pero no quiero que sea una frase más, sino que vean en ella el sentimiento de una mujer al servicio de los humildes y al servicio de todos los que sufren: "Prefiero ser Evita, antes de ser la esposa del Presidente, si ese Evita es dicho para calmar algún dolor en algún hogar de mi patria".

El 24 de febrero de 1946 se realizaron las elecciones triunfando la fórmula Perón-Quijano con un 54% de los votos.

Derechos de la mujer

En la historia argentina existe un reconocimiento unánime sobre el hecho de que Evita realizó una tarea decisiva para el reconocimiento de la igualdad de derechos políticos y civiles entre hombres y mujeres.

Durante su gira europea precisó con claridad su punto de vista frente a esta cuestión:

“Este siglo no pasará a la historia con el nombre de “Siglo de la Desintegración Atómica” sino con otro nombre mucho más significativo: “Siglo del Feminismo Victorioso”.

Sufragio femenino

El 27 de febrero de 1946, tres días después de las elecciones, Evita pronunció su primer discurso político en un acto organizado para agradecer a las mujeres su apoyo a la candidatura de Perón.

En esa oportunidad Evita exigió la igualdad de derechos para hombres y mujeres y en particular el sufragio femenino:

La mujer argentina ha superado el período de las tutorías civiles.

La mujer debe afirmar su acción, la mujer debe votar.

La mujer, resorte moral de su hogar, debe ocupar el sitio en el complejo engranaje social del pueblo.

Lo pide una necesidad nueva de organizarse en grupos más extendidos y remozados.

Lo exige, en suma, la transformación del concepto de mujer, que ha ido aumentando sacrificadamente el número de sus deberes sin pedir el mínimo de sus derechos.

El proyecto de ley fue presentado inmediatamente después de asumido el nuevo gobierno constitucional, el 1 de mayo de 1946.

La oposición de los prejuicios conservadores resultaba evidente, no solo entre los partidos opositores sino incluso dentro de los partidos que sostenían el peronismo.

Evita presionó constantemente a los parlamentarios para que lo aprobaran, causando incluso protestas de estos últimos por su intromisión.

A pesar de que era un texto brevísimo en tres artículos, que prácticamente no podía dar lugar a discusiones, el Senado recién dio media sanción al proyecto el 21 de agosto de 1946, y hubo que esperar más de un año para que la Cámara de Diputados sancionara el 9 de septiembre de 1947 la Ley 13.010, estableciendo la igualdad de derechos políticos entre hombres y mujeres y el sufragio universal en la Argentina.

Finalmente, la Ley 13.010 se aprobó por unanimidad.

El Partido Peronista Femenino

En 1949 Eva Perón buscó incrementar la influencia política de las mujeres fundando el Partido Peronista Femenino (PPF), el 26 de julio en el Teatro Nacional Cervantes de la Ciudad de Buenos Aires.

El PPF estaba organizado a partir de unidades básicas femeninas que se abrían en los barrios, pueblos y sindicatos canalizando la militancia directa de las mujeres.

Las afiliadas al Partido Peronista Femenino participaban a través de dos tipos de unidades básicas:

-Unidades básicas sindicales, si eran trabajadoras asalariadas

-Unidades básicas ordinarias, si eran amas de casa, empleadas domésticas, trabajadoras rurales.

En el Partido Peronista Femenino no había distinciones ni jerarquías entre los miembros.

El 11 de noviembre de 1951 se realizaron elecciones generales.

Evita votó en el hospital donde estaba internada, debido al avanzado estado del cancer que terminaría con su vida al año siguiente.

Por primera vez resultaron elegidas parlamentarias: 23 diputadas nacionales, 6 senadoras nacionales, y si se cuentan a las legisladoras provinciales fueron electas en total 109 mujeres.

Igualdad jurídica en el matrimonio y la patria potestad

La igualdad política de hombres y mujeres, se complementó con la igualdad jurídica de los cónyuges y la patria potestad compartida que garantizó el artículo 37 (II.1) de la Constitución de 1949.

El texto fue directamente escrito por Eva Perón.

En 1955 la Constitución fue derogada, y con ella la garantía de igualdad jurídica entre el hombre y la mujer en el matrimonio y frente a la patria potestad, reapareciendo la prioridad del hombre sobre la mujer.

La reforma constitucional de 1957 tampoco reincorporó esta garantía constitucional, y la mujer argentina permaneció discriminada legalmente hasta que se sancionó la ley de patria potestad compartida en 1985, durante el gobierno de Alfonsín.

AUTORITARISME, IL DE LA FRANCE

Joaquín, Mariano, Jota Jota, Natalio y San Fonte, ¿me pueden explicar el reportaje del diario El País?

Porque yo pensé que la patria de la Igualdad, la Libertad y la Fraternidad era una Republica.

REPORTAJE: Elecciones presidenciales en Francia

El poder del rey republicano

El presidente francés no depende de la confianza del Parlamento y goza de completa inmunidad penal

El presidente francés está protegido frente a los intentos de pedirle responsabilidades políticas o judiciales, lo cual configura un papel mucho más fuerte del que ejercen en sus países jefes de Gobierno como Angela Merkel, Romano Prodi, José Luis Rodríguez Zapatero y cualquiera de los demás líderes, que dependen de la confianza de sus Parlamentos y actúan bajo jefes de Estado con facultades limitadas.

En Francia, el tantas veces llamado monarca republicano continúa en el cargo incluso con Gobiernos de signo adverso, lo cual ocurre cuando el partido del presidente muerde el polvo en unas elecciones legislativas.

La vida del presidente es más incómoda si ha de bregar con un Gobierno adverso, pero tiene la ventaja de disponer de tiempo para organizar la derrota de esa mayoría contraria a la primera oportunidad.

Así lo hicieron en el pasado François Mitterrand o Jacques Chirac.

El jefe del Estado goza igualmente de una completa inmunidad penal.

Este argumento fue usado el miércoles pasado contra dos magistradas que se presentaron en el palacio del Elíseo, dispuestas a registrar la oficina de un funcionario -no la de Chirac- durante la instrucción de un sumario por el asesinato de otro juez, hecho ocurrido hace ya 12 años.

Las dos jueces fueron bloqueadas por los gendarmes y confinadas en uno de los porches de acceso a El Elíseo hasta que se marcharon, hora y media más tarde, sin haber logrado pasar al interior.

El presidente de la República nombra al Gobierno, decide sobre el presupuesto presidencial -multiplicado por nueve durante el mandato de Chirac-, preside el Consejo de la Magistratura y designa personalmente más de un centenar de responsables o dirigentes de organismos públicos en sectores variados, desde económicos a culturales.

Incluso en un régimen tan presidencialista como el de Estados Unidos, una comisión del Senado tiene derecho a examinar los nombramientos presidenciales antes de que sean efectivos.

No ocurre así en Francia, si bien Sarkozy ha anunciado una reforma para que "algunas" designaciones puedan ser sometidas al escrutinio parlamentario.

La única sanción efectiva para el jefe del Estado francés consiste en hacerle perder la siguiente elección presidencial.

Teóricamente, las dos Cámaras parlamentarias pueden votar la destitución de un presidente por "graves faltas a sus deberes".

Pero ni la norma legal precisa en qué pueden consistir esas faltas -se ha especulado con temas como la alta traición o la corrupción demostrada-, ni impide al presidente disolver el Parlamento antes de que éste actúe contra él.

Así es la excepción constitucional francesa.

Francia es un país donde el presidente juega un verdadero papel político permanente.

Por eso se ha introducido en la Constitución un procedimiento posible de destitución, que en absoluto afecta al día a día.

El artículo 5 de la Constitución dice que el presidente asegura el funcionamiento regular de los poderes públicos y la continuidad del Estado; sólo en caso de que no cumpla ese papel sería teóricamente posible introducir el procedimiento de destitución.

En la práctica, el único contrapeso al poder presidencial es que la mayoría parlamentaria no coincida con su campo político.

Por eso, el nuevo jefe del Estado va a empeñarse en que las legislativas de junio alumbren una mayoría absoluta favorable a su partido, que le dejaría las manos completamente libres.


Como dice el amigo Escriba, Mamita querida!!!!!!!!!