domingo, 15 de julio de 2007

Verbitsky y sexo adolescente

En la adolescencia muy pocos se dan el lujo de elegir compañeros de cama, por sus dotes personales.

No importa si sos mujer o varón; hetero, homo o bi; te conformas con quien te da bola.

La alternativa, es pagando en efectivo o especies, conducta que no es mal vista a esa edad ante la desbocada producción de hormonas.

Esta praxis tiene dos efectos colaterales no deseados.

El primero, "Billetera mata galán", en lugar de seducir o "vender" tu mercadería con un marqueting que se adapte a tu personalidad; "compras".

La seducción no solo sirve para obtener sexo, es la herramienta fundamental de relacionarte con el resto de los mortales.

Esta falla de origen en la personalidad lleva al otro defecto, ser considerado un pajero; temible calificación en los años tempranos, pero en la edad adulta solo es otorgada a los irrecuperables.

Hace muchos años, un viejo militante de la resistencia, de origen ácrata; mostraba su desprecio por los stalinistas aborígenes con la siguiente frase:

"Para ellos la realidad es un travesti hermoso".

Recién lo entendí cuando vi al Puma Goity haciendo de Emilio Uriarte, en Los Roldan.

Acostumbrados a "comprar" entran en crisis cuando encuentran resistencia, el "objeto" se convierte en obsesión, obnubilando la razón.

Paso en el 45 y se repitió en el 73, pero viene de muy lejos.

"El movimiento obrero inglés gira desde hace una serie de años en un estrecho círculo sin salida de huelgas por salarios y acortamiento de jornada de trabajo, y ciertamente no como expediente profesional y medio de propaganda y organización, sino como fin último.
Las
trade-unions excluyen hasta ahora por principio y estatutariamente toda acción política y con ello la participación en toda actividad de la clase obrera como clase.
Los obreros se dividen políticamente en conservadores y liberal-radicales, en partidarios del ministerio de
Disraeli (Beaconsfield) y en partidarios de1 ministerio de Gladstone.
Puede aquí, por lo tanto, hablarse de un movimiento obrero, sólo en cuanto se hable de cómo andan las huelgas que, victoriosas o no, no hacen avanzar el movimiento un solo paso.

Tales huelgas [...] mediante las cuales la clase obrera no adelanta para elevarse a combates de importancia histórica mundial,[...] sólo pueden hacer daño [...].

No puede silenciarse que en este momento no existe aquí un verdadero movimiento obrero en sentido continental [...]".
(37)

El Perro, en su función de Comisario Político, hoy define un tema señalado anteriormente por Artemio y tratado extensamente en La Barbarie.

"Mientras Duhalde buscará recuperar el control de los restos de su aparato y utilizarlo para embestir contra ella, cuando deje la presidencia Kirchner intentará organizar una nueva estructura partidaria capaz de sostener a largo plazo el proyecto que con los apuros de la emergencia comenzó a poner en práctica el 25 de mayo de 2003.

Tal como Cristina hizo al comenzar su gobierno, Kirchner desaparecerá de la escena política para permitir que su esposa ocupe en plenitud el centro del espacio.

Ya tiene organizadas más de cuarenta conferencias en el exterior
, que le ocuparán buena parte del primer año del próximo gobierno, dentro del mismo circuito internacional en el que se desplaza el ex presidente de los Estados Unidos Bill Clinton.
De regreso tratará de trasplantar a la Argentina
el modelo organizativo que aplican los grandes partidos españoles, de pocos cuadros con alta capacitación, que monitorean el desempeño del gobierno y se preparan para asumir la función en el futuro.
Para ello ya ha establecido algunos contactos tendientes a obtener f
inanciamiento de fundaciones europeas.
Kirchner
cree que bastará con
15.000 cuadros, de los cuales 12.000 deberían ser jóvenes que recién se incorporen a la política.

Los cuatro millones de afiliados del “partido más grande de Occidente” podrían sumarse como adherentes."


Esta conducta masturbatoria es comprensible cuando se es un imberbe; pero a los 50, 60, o 70 años; es digna de Uriarte.

Se olvidaron de avisarle que la "reproducción" necesita de un "vientre", del cual carecen los Traviesos Tranversales.

No leyeron a Toynbee, donde explica la diferencia entre "Minorías Creadoras" y "Minorías Dominantes", las primeras se generan y nutren del Proletariado.

Las segundas se encierran en si mismas y solo pueden conducir por el temor y el control.

Su hybris los lleva a creer que pueden crear algo reclutando en la clase de los idiotas, y que el proletariado, masa informe y descerebrada, no va a intentar sacárselos de encima.

Billetera, solo billetera sin inserción territorial; para el resto del 40% cautivo solo queda,"Che pibe, veni y vota".

Artemio
, avisale a tu amigo Pierre, que el Ottalagano inverso esta diciendo pavadas; que cierre la boca.

"La situación hoy es como la que le permitió a Kirchner ser candidato en 2003: hay un ala más hacia la derecha, más ligada a los años noventa y la convertibilidad; hay otra populista, con tintes de izquierda trucha; y está el peronismo de centro, que tiene un compromiso fundamental, que es la política social.

El peronismo recupera el compromiso con lo social –que ni la derecha, ni la izquierda se lo están dando– o pierde su esencia."

A ver si todavía la negrada que paga la garrafa a precio de mercado, le cortaron la luz en el ultimo mes 4, 8, o 12 Horas, y sigue esperando la llegada de "la Justicia Social" se raya y corta boleta.

http://rambletamble.blogspot.com/2007/02/vamos-de-paseo-tu-tu-tu.html
http://labarbarie.com.ar/2007/%C2%BFno-soy-roka/
http://www.eseade.edu.ar/servicios/Libertas/26_3_Cornblit.pdf
http://www.pagina12.com.ar/diario/elpais/1-88157-2007-07-15.html
http://es.wikipedia.org/wiki/Estudio_de_la_Historia_(Arnold_J._Toynbee)
http://es.wikipedia.org/wiki/Hibris
http://es.wikipedia.org/wiki/Idiota
http://www.pagina12.com.ar/diario/reportajes/25-88108-2007-07-15.html

Lassalle, Realpolitiker; segun Marx

Escrito hace casi 140 años, el Gran Teórico explica sus reparos ante el "posibilismo" de la "Realpolitik".
Critica al autor de
¿Qué es una Constitución?.
Al organizador del Movimiento Obrero y su partido político.
Aquel que imagino el Estado de Bienestar, señalando la herramienta primaria de la
Emancipación del Proletariado, el Estado.
Defensor de la inescindibilidad de la Cuestión Nacional y Social, el voto universal y la participación política como el arma popular por excelencia.
Ciento cuarenta años, y en Argentina seguimos defendiendo el "papel" y las teorias, en lugar de enfocarnos en "los factores reales de poder"


Carta a LUDWIG KUGELMANN, en Hannover


Londres, 23 de febrero de 1865

Estimado amigo:

He recibido ayer su carta, que me ha interesado vivamente, y respondo a sus diferentes puntos.

Ante todo, permítame explicarle en breve mi actitud hacia Lassalle.
Durante su agitación, nuestras relaciones fueron suspendidas:

1) a causa de sus impertinentes fanfarronadas, unidas al más desvergonzado plagio de obras mías y de otros autores;

2) porque yo condené su táctica política;

3) porque aquí en Londres, le expliqué y demostré con todo detalle, antes de que iniciase su agitación, que era un absurdo creer que el «Estado prusiano» podía ejercer una acción socialista directa.

En las cartas que me escribió (de 1848 a 1863), lo mismo que en nuestras entrevistas personales, siempre se declaró partidario del partido que yo represento.

Pero en cuanto se convenció en Londres (a fines de 1862) de que conmigo no lograría hacer su juego, resolvió actuar como «dictador obrero» contra mí y contra el viejo partido.

A pesar de todo, yo reconocía sus méritos de agitador, si bien hacia el final de su breve carrera su agitación parecíame, incluso, cada vez más equívoca.

Su muerte súbita, la vieja amistad, las cartas de duelo de la condesa de Hatzfeldt, mi aversión a la cobarde insolencia de la prensa burguesa respecto al hombre a quien tanto había temido en vida, todo eso movióme a publicar una breve declaración contra ese miserable de Blind[*] (Hatzfeldt envió la declaración a la Nordstern[1]).

Mi declaración no se refería, para nada, al contenido de las actividades de Lassalle.

Por las mismas razones y con la esperanza de poder apartar así a elementos que me parecían peligrosos, prometí, lo mismo que Engels, colaborar en el Social-Demokrat[2] (este periódico había publicado una traducción del Manifiesto Inaugural[**] y a petición suya escribí un artículo acerca de Proudhon con motivo de su muerte[***]) y después de recibir de Schweitzer un programa satisfactorio en cuanto al trabajo de su redacción, le permití que nos anunciara como colaboradores suyos.

Además, era para nosotros una garantía que W. Liebknecht fuese miembro oficioso de la redacción.

Sin embargo, muy pronto se descubrió --las pruebas de ello cayeron en nuestras manos-- que Lassalle había, de hecho, traicionado al partido.

Había cerrado un contrato formal con Bismarck (sin que éste naturalmente le diese ninguna garantía).

A fines de septiembre de 1864 debía dirigirse a Hamburgo y allí (con el loco de Schramm y con Marr, confidente de la policía prusiana) «forzar» a Bismarck a la anexión de Schleswig-Holstein, es decir, a proclamar dicha anexión en nombre de los «obreros», etc.

En compensación, Bismarck había prometido el sufragio universal y alguna que otra charlatanería socialista.

¡Es una lástima que Lassalle no pudiera desempeñar esta comedia hasta el fin!

¡Le habría hecho aparecer en la situación más ridícula y estúpida, poniendo fin, de una vez y para siempre, a las tentativas de este género!.

Lassalle emprendió esta falsa senda porque era un Realpolitiker [político práctico] del tipo del señor Miquel, sólo que de mayor envergadura y con fines más vastos.

(Dicho sea de paso, hace tiempo he calado a Miquel tan hondo, que puedo explicarme su actitud, pues la Nationalverein[3] es un medio soberbio para que un abogadillo de Hannover pueda hacerse oír en Alemania fuera de su pequeño barrio y, elevando así la «realidad» de su propia persona, lograr de manera retroactiva ser reconocido en su terruño y desempeñar el papel del Mirabeau de Hannover bajo la protección de «Prusia».)

Lassalle quiso desempeñar el papel del marqués de Posa del proletariado con Felipe II[4] de la Marca Ukerana, reservando a Bismarck el papel de alcahuete entre él y la corona prusiana, del mismo modo que Miquel y sus actuales amigos se agarraron a la «nueva era»[5] proclamada por el príncipe regente de Prusia para incorporarse a la Nationalverein y pegarse así a la «cúspide prusiana», del mismo modo que Miquel y sus amigos han desarrollado su «orgullo ciudadano» bajo la protección de Prusia.

Lassalle no hacía más que imitar a los señores de la Nationalverein.

Pero mientras estos últimos apelaban a la «reacción» prusiana en interés de la burguesía, Lassalle estrechaba la mano a Bismarck en nombre de los intereses del proletariado.

Los señores de la Nationalverein tenían para ello más fundamento que Lassalle, por cuanto el burgués está acostumbrado a estimar cosas «reales» solamente los intereses que tiene ante sus mismas narices.

Por otra parte, de hecho esta clase ha concertado en todas partes un compromiso incluso con el feudalismo, mientras que la clase obrera, por la propia naturaleza de las cosas, debe ser sinceramente «revolucionaria».

Para un hombre tan teatralmente fatuo como Lassalle (a quien, sin embargo, no se podía sobornar con frioleras como cargos, la dignidad de burgomaestre, etc.) era muy tentadora la idea de ¡una acción directa en interés del proletariado realizada por Fernando Lassalle!

Pero, en realidad, era demasiado ignorante en cuanto a las verdaderas condiciones económicas de tal proeza para poder mantener una actitud crítica respecto a sí mismo.

Por otra parte, debido a la vil «política de realidades», en virtud de la cual la burguesía alemana había soportado la reacción de 1849-1859 y era un simple espectador del embrutecimiento del pueblo, los obreros alemanes estaban demasiado «desmoralizados» para no aclamar a este salvador charlatanesco que les ofrecía llevarles, de un solo salto, a la tierra prometida.

Bien; volvamos al grano.

Apenas fue fundado el Social-Demokrat, se vio que la vieja Hatzfeldt quería, por fin, ejecutar el «testamento» de Lassalle.

Mantenía relaciones con Bismarck por mediación de Wagener (del Kreuz-Zeitung[6]).

Puso a disposición de Bismarck el Arbeiterverein (de toda Alemania)[7], el Social-Demokrat, etc.

La anexión de Schleswig-Holstein debía ser proclamada por el Social-Demokrat y Bismarck reconocido, en general, como protector, etc.

Todo este magnífico plan se vino abajo gracias a que en Berlín, y en la redacción del Social-Demokrat, teníamos a Liebknecht.

Aunque a Engels y a mí no nos placía la redacción --el lisonjero culto de Lassalle, el coqueteo ocasional con Bismarck, etc.--, era mucho más importante por el momento, naturalmente, mantener una ligazón pública con el periódico para frustrar las intrigas de la vieja Hatzfeldt e impedir que el partido obrero se viese por completo desacreditado.

Debido a ello poníamos bonne mine à mauvais jeu[*], aunque privatim[**] escribíamos a la redacción que debía luchar contra Bismarck en la misma medida que contra los progresistas[8].

Entonces incluso tolerábamos las intrigas de Bernhard Becker --ese tonto presumido que ha tomado en serio la importancia que Lassalle le había legado en su testamento-- contra la Asociación Internacional de los Trabajadores.

Mientras tanto, los artículos del señor Schweitzer en el Social-Demokrat iban tomando un carácter cada vez más bismarckista.

Yo ya le había escrito antes que se podía intimidar a los progresistas en la «cuestión de las coaliciones»[9], pero que el Gobierno prusiano nunca y por nada del mundo accedería a abolir plenamente la ley sobre las coaliciones, pues ello abriría una brecha en el régimen de burocracia, conduciría a la concesión de derechos civiles a los obreros, a la destrucción del reglamento para los domésticos [Gesindeordnung][10], a la abolición del derecho de los nobles a apalear a los campesinos, etc., etc., abolición que Bismarck jamás permitiría y que era, además, incompatible, con el Estado burocrático prusiano.

Añadía yo que si la Cámara rechazaba la ley sobre las coaliciones, el Gobierno saldría del paso con frases (diciendo, por ejemplo, que la cuestión social exige medidas «más profundas», etc.), para mantener en vigor estas leyes.

Todo esto se confirmó.

¿Y qué hizo el señor von Schweitzer?

Escribió un artículo en favor de Bismarck y reservó todo su heroísmo para emplearlo contra magnitudes tan infinitesimales como Schulze, Faucher, etc.

Estoy persuadido de que Schweitzer y consortes obran de buena fe, pero son «políticos prácticos».

Quieren tener en cuenta las circunstancias existentes y no desean abandonar el privilegio de la «política de realidades» a Miquel y Cía.

(Estos últimos desean, por lo visto, reservarse el privilegio de colaboración con el Gobierno prusiano).

Saben que la prensa obrera y el movimiento obrero en Prusia (y por tanto en el resto de Alemania) sólo existen por la gracia de la policía.

Por ello quieren tomar las cosas tal como son, no provocar al Gobierno, etc., del mismo modo que nuestros Realpolitiker republicanos están dispuestos a «aceptar» un emperador de la casa de los Hohenzollern.

Pero como yo no soy Realpolitiker, he estimado necesario declarar públicamente, lo mismo que Engels (pronto podrá usted leer nuestra declaración en cualquier periódico), que nos negamos a seguir colaborando en el Social-Demokrat.

Esto le permitirá a usted comprender por qué en el presente no puedo hacer nada en Prusia.

El Gobierno prusiano se ha negado categóricamente a restituirme en mis derechos de ciudadanía de Prusia[11].

Se me permitiría hacer agitación en Prusia si ella revistiese formas gratas al señor von Bismarck.

Prefiero cien veces la agitación que llevo ahora a cabo a través de la Asociación Internacional.

La influencia sobre el proletariado inglés es directa y de la mayor importancia.

Ahora hacemos hincapié en el problema del sufragio universal, que aquí tiene, como es lógico, una importancia completamente distinta que en Prusia[12].

En general, los progresos de esta Asociación aquí, en París, en Bélgica, en Suiza y en Italia han superado todas nuestras esperanzas.

Sólo en Alemania se oponen a mí, como es lógico, los sucesores de Lassalle que:
1) de la forma más estúpida temen perder su influencia, y
2) saben que soy un enemigo declarado de lo que los alemanes llaman «política de realidades».
(Se trata de una «
realidad» que pone a Alemania muy a la zaga de todas las naciones civilizadas.)

Como todo el que adquiere por un chelín un carnet puede ser afiliado de la Asociación, como los franceses (ditto[*] los belgas) han elegido esta forma de adhesión individual, porque la ley les prohíbe adherirse a nosotros como «asociación»; como en Alemania la situación es idéntica, he resuelto invitar a mis amigos de aquí a y mis amigos de Alemania a formar en todas partes pequeñas sociedades, no importa con qué número de afiliados, para que cada uno de éstos adquiera un carnet inglés.

Como la sociedad inglesa es legal, este método no encuentra obstáculos ni siquiera en Francia. Celebraría mucho que usted y sus amigos más cercanos establecieran, de este modo, relaciones con Londres...

http://marxists.org/espanol/m-e/cartas/m23-2-65.htm
http://www.lanacion.com.ar/archivo/nota.asp?nota_id=629512&origen=relacionadas