El paisito
se convirtió en importante narco-estado.
Dos escándalos
consecutivos encendieron las luces rojas.
Y este es el tercero.
El 25 de julio se
conoció que en mayo un avión que había despegado de Uruguay aterrizó en Francia
con 600 kilos de cocaína.
Una semana después, se
anunció que 4.500 kilos de esa droga habían sido confiscados en Hamburgo dentro
de un contenedor despachado en Montevideo.
El director de Aduanas
renunció al día siguiente en medio del escándalo.
Poco después, la
cadena alemana Deutsche Welle llamó a Uruguay “nueva
bisagra del narcotráfico global” e hizo sonar todas alarmas.
Uruguay, con todo,
está lejos de ser el epicentro del tráfico de América a Europa. Laurent Laniel,
investigador del Observatorio Europeo de las Drogas y las Toxicomanías (OEDT),
dijo a la AP que
los embarques de droga desde Uruguay comenzaron a notarse en 2019, pero el país
no es el mayor punto de envío.
“No hay un país desde
donde no salga cocaína para Europa.
Los mayores
son Colombia, Brasil, Ecuador, luego Perú y Chile”, dijo el especialista.
Para tomar
la dimensión de la “montaña” de dólares/euros que implican los 3 decomisos.
Lo que
tiene que pagar la PBA
este año de Deuda externa equivale al valor de mercado de lo secuestrado en
Francia, Alemania y Montevideo.
Unos 2.200/
2.500 millones de euros/dólares en lugar de destino.
PD Narco
soja, porque va camuflado en la soja; al igual que Paraguay lo envía camuflado
en el arroz.