viernes, 30 de enero de 2009

1955, desde el piso del “miti y miti” discutir la Productividad.


Se que el Documento es largo, pero creo que es oportuno saber que existe, así el Compañero Artemio se lo alcanza a su amigo Pierre.


Porque ahora que el peronismo triunfa hasta en USA, Anónimo Bostero dixit, seria un papelón no estudiarlo; además de peligroso.


Los Neo Lib. y/o Neo Con. pueden estar en bancarrota ideológica, pero no perdieron las mañas, y para ellos la Plusvalía no es coparticipable.


Por eso, ante la Ofensiva de Socializar las Perdidas hay que estar atentos; el ‘trickle down effect’ o derrame siempre funciona, cuando se trata de la Miseria.


SEÑORES:

 

Yo pienso que desde 1944, cuando iniciamos las reformas de tipo social y económico en el país, no ha habido para muestra economía y para nuestro bienestar social ningún acto más trascendente ni más importante que el que comenzará con la realización del Congreso Nacional de Productividad y Bienestar Social.


Con él se iniciará para la República, diríamos, la segunda e imprescindible etapa de realizaciones para su triunfo económico y para su bienestar social. 

El congreso que se organiza no es, como algunos creen, algo referido exclusivamente a los empresarios y a los trabajadores del país; es un congreso que debe interesar a cada uno de los argentinos, porque el problema de la economía y del estado social no es de incumbencia exclusiva de un sector particular, sino de todos los argentinos. 

Nosotros hemos sostenido en 1944 que en la comunidad argentina no debe haber lugar para aquel que no sea capaz de producir, por lo menos, lo que consume.


Esa etapa ha sido superada, y, por lo tanto, debemos iniciar una nueva con un nuevo objetivo, estableciendo que aquella premisa no es ya para nuestra actualidad económica y social un postulado; el nuevo postulado es que cada argentino debe producir al máximo para engrandecer y enriquecer a la República.


Nueva etapa de superación nacional

 

Por esa razón, es halagador presenciar la realización de este congreso, que pone en marcha esa nueva etapa de superación nacional.


Los factores preponderantes en él serán, .indudablemente, el Estado, las empresas y el pueblo que trabaja.


Es evidente que en esos tres factores se conjugarán todas las realizaciones. 

Es sabido que se pueden realizar dos clases de congresos: aquel de tipo formal, que, imbuido de un método ideal, traza grandes concepciones que pueden o no realizarse, y el congreso efectivo, el real, que va a llevar a cada argentino la necesidad de que produzca y de que trabaje, y la convicción de que su sacrificio encontrará en las realizaciones nacionales la justa retribución de sus afanes.


Yo creo que el segundo método es el que nosotros debemos adoptar, y para ello es necesario que nos pongamos a trabajar, que interesemos a cada uno de los argentinos en este problema y que lo persuadamos de la necesidad imprescindible de realizar esta etapa.


Si lo conseguimos, el congreso será de una efectividad extraordinaria; de lo contrario, será un congreso más, intrascendente e inoperante como otros tantos que se realizan. 

De ahí la preocupación que he de poner en todo lo que corresponda al Estado, a sus organizaciones y al Gobierno, para interiorizar a todo el pueblo argentino de la necesidad de una compenetración y de un convencimiento profundo de que el destino de la Patria está estrechamente ligado a este Congreso de Productividad y Bienestar Social. 

Cada argentino debe saber que han terminado las posibilidades de un bienestar social que no esté afirmado en una mayor riqueza, y que el camino que conduce a esa mayor riqueza es únicamente el de la productividad. 


Producir más y mejor

 

Es por esto que, en nombre del Gobierno y del Estado, empeño mi palabra de trabajar incansablemente para cumplir con las dos funciones fundamentales que corresponden al Gobierno y al Estado.


La primera función es la intrínseca, vale decir, aquella que el Gobierno y el Estado deben realizar como productores para el bien de la comunidad.


La segunda es la de posibilitar; a través de las medidas del Gobierno y del Estado, el cumplimiento, por parte de cada uno de los argentinos, de la consigna de producir más y mejor.


No estaríamos en nuestro lugar si nuestro trabajo no estuviese encaminado a posibilitar a cada argentino la realización de su trabajo en las mejores condiciones posibles y con el mayor margen de retribución beneficiaria. 

En este sentido, señores, trabajaremos incansablemente y trabajaremos en colaboración y en cooperación permanente con la Confederación General Económica y con la Confederación General del Trabajo.


En la medida de nuestras posibilidades, haremos todo aquello que beneficie al trabajo de la comunidad. 

Nosotros hemos empezado esta tarea hace ya largo rato.


Un Estado bien organizado y un gobierno bien racionalizado son, probablemente, el punto de partida de lo que al Gobierno y al Estado les corresponde cumplir como función específica. 

En el futuro, todas las medidas que adopten el Estado y el Gobierno estarán encaminadas a favorecer esa función específica en lo social y en lo económico: luchar por una mayor productividad y por un mayor bienestar social.


En esta función, señores, comprometo el nombre del Gobierno y del Estado, como así también el prestigio de los hombres que trabajan para realizar dicha función. 

Este problema, desde el punto de vista de nuestra concepción social, encaja perfectamente bien en nuestra reforma.


Nosotros comenzamos a luchar para que en la comunidad argentina terminasen los problemas que significaban una rémora para su organización, para su economía, para su riqueza y para su bienestar social. 

Hemos luchado desde el comienzo por una mejor distribución de la riqueza, por abatir un sistema que descapitalizaba el noventa por ciento de la comunidad para capitalizar un pequeño sector, a fin de dar acceso a la propiedad y acceso a la capitalización, sea en empresas o sea por el ahorro, a todo el pueblo argentino. 

Este objetivo ha sido alcanzado.


Nosotros podemos hoy asegurar que no hay ninguna comunidad en el mundo donde el acceso a la riqueza esté mejor asegurado que en la República Argentina, y yo pienso, como termina de expresar el señor presidente de la Confederación General Económica, que cada argentino tiene la posibilidad de alcanzar esa riqueza y esa felicidad si no equivoca el camino y si sabe emplear sus energías, sus esfuerzos y aun sus sacrificios para alcanzarla.


Esa posibilidad es, en todas las comunidades, lo más difícil de asegurar, y en la nuestra ha sido feliz y definitivamente alcanzada.


Hemos cumplido todo un programa

 

En esto, señores, hemos cumplido todo un programa.


Nosotros encontramos una comunidad donde la distribución de la riqueza era injusta y era desigual, y, lo que es más grave, donde un gran sector de esa comunidad tenía vedado el camino para alcanzar su mejora económica y su bienestar social.


Para corregir ese mal, nosotros hemos procedido a la realización de una reforma que se ha cumplido íntegramente, y hoy podemos decir que los beneficios de las empresas ya han sido justa y ecuánimemente distribuidos en la comunidad, respetando la capitalización indispensable para, la realización de las empresas.


No podríamos ya echar mano a los recursos de esa capitalización para mejorar el bienestar social.


Se ha llegado ya a límites que no permiten que ese bienestar social pueda afirmarse sobre lo que hoy existe como capitalización en nuestro país. 

Si queremos mayor bienestar social debemos producir mayor riqueza o, de lo contrario, será siempre una ilusión el que pretendamos alcanzar un mejor “standard” de vida y un mejor bienestar social sin producir la correspondiente riqueza que ha de apuntalarlos, sostenerlos y consolidarlos. 

En otras palabras, se ha repartido lo posible.


Para más, hay que producir.


Este es el punto de partida de este momento y de este congreso.


La República Argentina tiene, potencialmente, riqueza suficiente como para mantener el “Standard” de vida alcanzado.


Si queremos algo mejor, es necesario que lo alcancemos trabajando y produciendo.


Las riquezas potenciales del país son inmensas, pero esas riquezas potenciales no satisfacen necesidades; quizás puedan satisfacer ilusiones.


Pero ni los hombres ni las comunidades viven de esa clase de ilusiones.


Es necesario que esa riqueza en potencia la coloquemos en acción, y entonces el bienestar social, el aumento del “Standard” de vida, como el aumento de la felicidad que de ello puede desprenderse, podrán ser repartidos en la comunidad.


Ese problema es tan simple, que creo resulta innecesario abundar en ninguna otra consideración. 

El aumento de la producción y el empresario

 

Señores:


Esta productividad tiene también, fuera de la acción estatal a que me he referido, el aspecto empresario.


El empresario puede influir en el aumento de la producción a través de su organización, de su eficiencia, de su buen gobierno de la empresa y de una dirección adecuada de la misma. 
Eso es lo que el empresario puede realizar.


Y no tengo ninguna duda; sé que será realizado en nuestro país, que inicia una etapa de superación en la dirección de las empresas y en la administración de las mismas.

Su acción estará referida, entonces, a una producción eficiente, en primer término, y, en segundo término, suficiente.


Eficiente en su calidad, en su costo, y suficiente en la cantidad necesaria para el consumo y, ulteriormente, para la exportación. 

Yo tengo la seguridad de que la producción en nuestro país, en lo que a este aspecto se refiere, no es todavía ni eficiente ni suficiente.


Alcanzar esos dos objetivos es lo que debemos proponernos todos: empresarios, Gobierno y trabajadores del país. 

En cuanto a la productividad, en el sentido del trabajo, también tiene, en este aspecto, una importancia extraordinaria el último punto que hemos mencionado para las empresas: eficiencia y suficiente producción.


En la eficiencia la mano de obra tiene una importancia extraordinaria.


Con chapuceros no llegaremos nunca a una perfecta producción cualitativa.


De manera que esto impone también que nuestros obreros se capaciten altamente para producir.


Esa etapa la hemos iniciado con las escuelas profesionales y hemos de completarla con cursos de aplicación y de perfeccionamiento en todos los aspectos, para que un empresario que se preocupe por su administración y por un gobierno eficiente tenga también un obrero que no le eche a perder todas sus previsiones por falta de calidad en su mano de obra.


Esto, señores, es obligación del Estado, del empresario y del obrero.


Ningún obrero puede decir a conciencia que está ganando bien su salario si su producción es deficiente en calidad, por falta de capacidad en la mano de obra.


Ese obrero está, en realidad, por debajo de su salario, que no gana lícitamente, porque lo que produce no tiene la calidad para la cual él se compromete como operario capacitado.


El que no esté en condiciones debe dedicar algunas de sus horas de descanso para ir a la escuela de aplicación o a la escuela profesional a perfeccionar sus conocimientos y su habilidad manual para la producción. . 

Este es un punto de partida indefectiblemente necesario y debe realizarse en nuestro país. 

La producción cuantitativa y la mano de obra

 

Ya en 1944, pensando en esto, creé desde la Secretaría de Trabajo y Previsión las escuelas profesionales.


Todavía no hemos alcanzado el número indispensable ni la cantidad suficiente de operarios para satisfacer esta necesidad.


También esto es un punto importantísimo. 

En lo referente a la producción cuantitativa, también la mano de obra tiene sus exigencias.


Es menester proporcionar bien en el análisis lo que es el trabajo cuantitativo, vale decir el tiempo de trabajo en relación con la producción.


Todo el sistema moderno de la organización del trabajo se basa, precisamente, en eso.


Y si la conquista de ocho horas de trabajo, hoy aceptada en todo el mundo, tiene algún valor, es siempre referido a la cantidad de producción en esas ocho horas.


El hombre ha conquistado esta jornada de trabajo, y el que no produce lo que debe producir durante la misma está en contra de ella.


Antes el hombre trabajaba veinticuatro horas para poder subsistir, para poder vivir, y a medida que fue organizando una mejor producción, vale decir obteniendo un mayor provecho con un menor esfuerzo, fue conquistando el derecho a descansar más y a trabajar menos. 

Desde cuando trabajaba veinticuatro horas para subsistir ha pasado mucho tiempo, y la conquista de trabajar una tercera parte de ese tiempo está condicionada a que él pueda producir en las ocho horas lo que antes producía en las veinticuatro.


Si no, no se explica la jornada de ocho horas; no se explica esa conquista si no está proporcionada a esa producción.


Si el hombre no produjese en ocho horas lo necesario para subsistir, indudablemente llegaría un momento en que estaría obligado a trabajar mayor cantidad de tiempo.

Todo esto exp1ica también por qué si mañana el hombre, por una mejor producción cuantitativa y cualitativa, pudiese trabajar seis horas en vez de ocho, sería mejor.


Pero eso es todavía una ilusión, pues los márgenes de producción no alcanzan a satisfacer las necesidades existentes,


El problema, referido solamente a nuestro país, está demostrando que, si nosotros no somos capaces de aprovechar bien estas ocho horas de trabajo y producir lo suficiente, todavía no hemos asegurado esta jornada en los hechos. 

Cómo vamos a hablar en nuestro país de desocupación si en este momento no producimos lo necesario para nuestro propio consumo, sin pensar todavía que tenemos que producir para exportar.


Es preciso que cada hombre que tiene como medio de subsistencia su trabajo manual se persuada, de una vez por todas, de que en esas ocho horas él debe producir bueno y abundante, y de que cuanto más produzca, más se irá acercando paulatinamente a la disminución de sus horas de trabajo.  


Pero pensar en disminuir horas de trabajo, antes de haber producido lo necesario para consumir, es una ilusión que no resiste el menor análisis. 

Es imprescindible que cada argentino se convenza de que en esto no hay milagros: o producimos lo necesario para vivir y para exportar o, de lo contrario, no vamos a cumplir el ciclo que estarnos obligados a desarrollar. 

Por esto, señores, creo que el camino de comenzar a conversar y a discutir estos problemas, para llevar la persuasión absoluta a cada uno de los argentinos sobre la necesidad de combinar nuestros empeños para una mayor producción con un menor esfuerzo, es, sin duda, el punto de partida más trascendental de toda la acción que nos corresponde realizar en el futuro.

Muchas veces se ha dicho -y esto es algo que suele jugar también en los ambientes de las discusiones obreras sobre la producción-:


“¿Para qué vamos a producir? ¿Para que el patrón se ponga mas rico y mas gordo?” 


Esto puede ser cierto en algunas partes, pero no en otras.


Frente a un individualismo capitalista de explotación eso es justo, es real, como también lo es ante un Estado explotador, frente a esa organización estatal de explotación donde el obrero, produzca más o produzca menos, siempre está explotado por el Estado.


Pero en un país como el nuestro, donde ya hemos superado esa etapa, donde sabemos que hoy los dirigentes obreros discuten con sus patrones a la luz de la producción, de la economía, de la ganancia, de las pérdidas de los precios, la posibilidad de que sus asociados de los sindicatos puedan ganar proporcionalmente a sus esfuerzos y a la producción de las empresas, eso no se justifica.


En otras palabras: donde no hay explotación y donde el producto del trabajo se reparte ecuánime y justicieramente, sostener que se trabaja para el patrón es sostener una mentira; no es sostener una realidad ni una verdad.


Por eso entiendo que en esta tierra, donde hemos superado esas etapas -no superadas en otros países-, la obligación de producir, por parte del obrero, no es solamente un deber, sino también una acción que le conviene, ya que a una mayor producción le corresponderá a él también una mayor ganancia.


Pues si una empresa prospera por sus grandes realizaciones, parte de esos grandes beneficios van también al que los produce trabajando.


En consecuencia, a una mayor producción, él tendrá también un mayor beneficio.

Me he referido muchas veces al caso de una conversación con un amigo industrial a quien un día le pregunté si él creía que del lado empresario podía aumentarse la producción, alcanzarse una mayor productividad.


“Aumentando los beneficios, sí”, me contestó.


“De acuerdo”, le dije.


Indudablemente, es un estimulante natural y lógico.


Volví a preguntarle: “¿Y del lado de los obreros?” 


“Trabajando más”, me respondió.


Le expresé entonces que no estaba de acuerdo, porque él medía al empresario con un patrón y al obrero con otro, siendo que eran dos hombres iguales, con las mismas aspiraciones, los mismos sentimientos y las mismas necesidades.


¿Por qué no creía él que aumentando el beneficio el obrero no iba también a aumentar su producción?


Aumentar la productividad y aumentar los beneficios


Yo creo que en eso reside especialmente la posibilidad de interesar.


Mientras nosotros lo hagamos sólo con el sentido patriótico del deber, con el sentido ético del trabajo, conseguiremos algo; pero mucho más vamos a conseguir si a ello le agregamos el beneficio, que será de orden materialista, pero que es, sin duda, un estimulante que resulta bastante eficiente para la realidad de la vida.


Afortunadamente, nosotros conjugamos bien los dos factores, el moral y el material, y por eso digo que debemos llevar a la conciencia de los hombres de trabajo la necesidad de aumentar la producción a fin de incrementar sus beneficios.


El mismo nombre que inteligentemente se ha dado al congreso está diciendo que no se trata de aumentar solamente la productividad, sino también de aumentar los beneficios. 


¿Por qué?


Porque a la productividad se le ha agregado el bienestar social, lo que implícitamente predetermina que un aumento de productividad ha de traducirse en bienestar social.


Y cuando la riqueza se conjuga con miras al bienestar social, vale decir que la acción económica está en función social, se justifica cualquier hecho desde cualquier punto de vista.


Por eso, señores, la realización de este congreso, que se inicia con auspicios tan buenos, tan inteligentes y tan generosos, ha de encontrar eco en la comunidad argentina, y hemos de luchar porque cada uno de los argentinos se persuada definitivamente de que las conquistas del futuro dependerán de esa productividad.


Nadie debe llamarse a engaño de que podremos seguir elevando el margen de bienestar social si no elevamos aparejadamente el margen de los bienes económicos a través de una mayo y mejor productividad nacional. 

Señores:


Quiero cerrar esta conversación con las mismas palabras con que la empecé hace unos instantes.


Sabemos que siempre se realizan dos clases de congresos: tratemos de que éste sea una cuestión vívida y permanente; tratemos de despertar en cada una de las inteligencias de los argentinos y en cada uno de sus corazones la comprensión y el deseo de realizar esta acción.


Debemos empeñarnos en la medida que sea necesario para difundir en todo el país esta necesidad, a fin de que el hombre más modesto del más apartado rincón de la República sepa que él también es un soldado de la productividad y que, en consecuencia, debe trabajar incansablemente en su acción de todos los días para que aumente la productividad en el país, pensando en que si se trata de un árbol, él debe plantarlo; si se trata de un animal, él debe hacerlo reproducir; si se trata de una fábrica, él debe dar allí en su trabajo el máximo de energía para que se produzca más; si se trata de una empresa, él debe hacer todo lo que sea necesario para que la organización sea cada vez más perfecta, más racional, y produzca más con menor costo y menor esfuerzo. 

Es decir que cada uno de nosotros debe persuadirse de la imprescindible necesidad de realizar esta acción.


Si no hacemos esto, es inútil que vegetemos en una posición ya alcanzada.


Los verdaderos hombres de acción deben tener todos los días un nuevo objetivo de superación; y el nuevo objetivo de superación argentina es producir mejor y producir más.


http://www.ligacristianaba.com.ar/peroncongreso/peronpalabras.htm



«Buy American», ¿lo queee?


La misma ley que el Senado tramitará la semana que viene, con una factura que se aproxima a los 900.000 millones de dólares, va mucho más allá en estos requisitos proteccionistas conocidos como «Buy American» (comprar americano), al exigir que todos los proyectos financiados con el plan de estímulo utilicen materiales y equipamientos producidos en EE.UU.

Es una idea resucitada de las intervenciones gubernamentales durante la Gran Depresión y los años ochenta.

Para los defensores del «Buy American», en cuyas filas se encuentran los sindicatos y las patronales con mayores perspectivas de beneficio, estos requisitos proteccionistas son la única forma de garantizar que el plan de estímulo genere puestos de trabajo dentro de Estados Unidos.

De hecho, en defensa de su plan de estímulo, la Administración de Obama ha destacado el objetivo de crear o salvar entre 3 y 4 millones de puestos de trabajo.

Los opositores a mezclar las necesidades de estímulo económico con medidas de proteccionismo, voces críticas que incluyen a grandes multinacionales de Estados Unidos como General Electric o Caterpillar, insisten en que la insistencia en «Buy American» constituye en estos momentos el equivalente a una declaración de guerra contra el libre comercio.

ABC.es hacer clic aquí.

 

Antes que el estimado Critico Anónimo Bostero chille por la injuria del Midwest, le recuerdo que el Libre Comercio es como los Reyes Magos, historia para mentes infantiles.

La reacción de los USA’s es una respuesta eminentemente egoísta e individualista, Gordon Gekko coincidiría con Maquiavelo y Groucho Marx.

Por las dudas López Murphy, en su reciclaje CC+CCC, ya venia estudiando los siguientes documentos.

+Congreso Nacional de Productividad y Bienestar Social, 21 de marzo- 31 de marzo de 1955: sala de Sesiones de la Cámara de Diputados de la Nación.

-Gelbard, José B. Responsabilidad empresaria y productividad . -- Buenos Aires: Confederación General Económica de la República Argentina, 1955. 8 p.

Discurso pronunciado por el presidente de la C. G. E. don José B. Gelbard en el acto de inauguración del Congreso Nacional de Productividad y Bienestar Social, realizado en el recinto de la Honorable Cámara de Diputados de la Nación, el día 21 de marzo de 1955.

Por las dudas, si UD también se quiere reciclar, en el próximo post tiene el discurso sobre la Productividad de PERON, año 1955. 

Obama criticó a Bush y se acercó a los sindicatos


"No creo que el movimiento sindical sea parte del problema [económico]". 
Y agregó: "Para mí es parte de la solución". 
Nota de ¡La Nacion!, hacer clic aqui. 

Marcheeee una Mylanta saborizada, eso si, ojo con las contraindicaciones

jueves, 29 de enero de 2009

El “Síndrome de Hardoy” y la Política no Peronista.


“Los caudillos mantenían el Partido Conservador y juntaban los votos para una élite intelectual que residía en Buenos Aires, desde donde dirigía la agrupación y acaparaba las bancas en el Congreso, dejando los cargos en la Legislatura provincial para los dirigentes de las secciones electorales.”

HARDOY, Emilio: Qué son los conservadores en la Argentina, Sudamericana, Buenos Aires, 1983, p. 17

Formación y crisis de una elite dirigente en el peronismo bonaerense, 1946-1951.*

Oscar H. Aelo, hacer clic aquí.

Lo que sigue no solo es una respuesta a los últimos post de Artemio y Mendieta, este ultimo en Artepolítica, es la clásica tirada de bolas de Compañero a Compañero.

Han dedicado tanto tiempo a competir, “intelectualmente”, en el ambiente político de la CABA que se olvidaron de los palotes elementales.

Superestructuras, Cuadros, Formación, Organización, etc., etc.; mucho Portantiero, Halperin Donghi, Germani, Sebreli, o Laclau; con cero resultados.

En los setenta hablaríamos de “colonización mental”, pero estamos en el siglo XXI, y seguimos insistiendo con las recetas de la versión progre o izquierda del Establishment.

¿Por qué lo afirmo?, porque en el fondo se trata de “recrear” la “Clase Política”, “Élite Dirigente”, o “Vanguardia Esclarecida”; que Perón y las Masas sepultaron en el 45.

Donde no existían estructuras, fuera de las Sindicales, y estas estaban en disputa.

Y los componentes estaban mas acostumbrados a cagarse a tiros, por sus orígenes sociales o ideológicos previos, que a “consensuar”.

A pesar de los lastres se construyeron no una sino tres estructuras, y la ultima nació “ex nihilo”

Sobre la dialéctica de las Ramas Políticas y Sindicales se puede empezar por “Sobre los Orígenes del partido peronista de María Moira Mackinnon, hacer clic aquí.

“Partido Peronista Femenino: la gestación política y legal de Carolina Barry”, hacer clic aquí, nos relata el tour de force de Juan y Eva Perón para crear una estructura nacional superadora, incorporando a la ½ del Pueblo argentino; emancipándola de la tutela masculina.

A lo anterior hay que sumarle la “desagradable” tarea de Gobernar, logrando en menos de una década transformar al país de tal manera que el peronismo se convierto en el “reformismo realmente existente”.

Como si fuera poco, diría el vendedor callejero; a 64 años del 17 de Octubre y 35 años de la muerte de Perón, aun somos EL REFORMISMO POSIBLE; que en las condiciones neocoloniales del subcontinente es SUBVERSIVO para el Orden Social reinante.

No es casual, entonces, que desde el Establishment nacional e internacional se insista con los “socialismos serios” de Chile y Uruguay, donde la Clase Política esta enquistada en grupos familiares cerrados, que solo respoden ante si.

Tampoco lo es, que el bolivariano recuerde, para incomodidad de los no P, que en Abril del 2002 solo la Argentina y Cuba salieron con los tapones de punta frente al “progresista” Carmona.

“Ustedes no saben el servicio que le han prestado a América Latina; ustedes no saben el servicio que le han prestado al mundo al hundir en la fosa del Pacífico –no sé cómo se llama ahora–, que tiene más de 8 000 metros de profundidad, el símbolo de la globalización neoliberal.

Le han insuflado tremenda fuerza al número creciente de personas que han ido tomando conciencia en toda nuestra América sobre qué cosa tan horrible y fatal es eso que se llama globalización neolibera”; hacer clic aquí.

Decía el Barba cuando asumía “Chirolita”, como “continuidad” de Tachuela, ¿o nos olvidamos de lo que no nos conviene?

No existía la Transversalidad, ni tampoco la Concertación Plural; hablar de Proyecto era ridículo, nadie negaba que solo se trataba de emparchar sobre la marcha sin volcar ni chocar.

Seis años más tarde, con todas las ventajas que significa tener a disposición el PEN, solo hay reproches porque el “dedo” de Balcarce 50 no alcanzo.

“Giro a la Derecha, Giro a la Derecha” o “Nunca fueron progresistas, ni nunca lo seran” entonan las plateas con la Soberbia Impotente que las caracterizan

Volvimos al 2003, unos en el barro bajo la lluvia y otros cómodamente sentados a cubierto.

Los primeros tratando de “compenetrarse” con la Masa, y los segundos añorando la “Republica Perdida” de Hardoy; donde eran la Oposición de Izquierda al Establishment, como en 1890/1916 o 1930/1943.

Una Izquierda “Científica” que no se sentía molesta por el Fraude y la Exclusión Popular.

Donde los Pinedo podían ser simultáneamente Marxistas y Oligarcas, sin caer en contradicciones fundamentales.

En el recuento de porotos de este año se discute algo más que la continuidad, o no, de los K; o quien va a sucederlos en el 2011.

Hay que decidir sobre la próxima década, en base a la relación de fuerzas, internas y externas.

“Seguimos siendo una Confederación de Distritos o nos convertirnos en una Fuerza Nacional Orgánica”

Decía Balestrini a fin de año en el Programa en TN de Blanck y Van der Kooy.

Ya no queda tiempo para esperar, la Brutalidad de la Crisis de la Globalización esta por llegar, y solo podemos enfrentarla con los que quieran.

Millones de desocupados, persecuciones xenofobicas, centenares de millones reducidos a la indigencia y el hambre, los “disturbios” previstos por el FMI contenidos a base de municiones de fósforo.

Para “enfrentar” exitosamente el desafió primero hay que contar las costillas, para luego consensuar las respuestas, aun con el riesgo de convertirnos en el Régimen Falaz y Descreído.

El PJ, único partido legal más o menos organizado de la Argentina, es tan solo el encuadramiento mínimo.

Todos sabemos que la “herramienta electoral es insuficiente, y hay que dar el salto cualitativo y cuantitativo que significa el Movimiento Nacional.

Sin sectarismo ni exclusiones, pero tampoco sin prejuicios ni complejos; por que es el Pueblo el que decidirá Quienes, Cuando y Como.

Todo lo demás es paja de torre de marfil, si hacen clic en la imagen entenderán porque estoy tan seguro.

lunes, 26 de enero de 2009

Ausentismo Electoral como Incógnita.


Calculadora en mano, todo el mundo especula con la cantidad de diputados que renovaran cada una de las fuerzas políticas existentes.

Como Pecador Consuetudinario también lo hago, pero hay un ruido de fondo que me molesta.

Que yo sepa, nadie toma en cuenta el nivel de participación, y es un dato que puede cambiar los resultados.

A ver si me explico, no es lo mismo las elecciones presidenciales del 83/89 donde el ausentismo llego al 15%, que las del 2007 que llegaron al 24%.

Tradicionalmente las de “medio periodo”, que son legislativas puras, movilizan mucho menos.

Entonces, según se movilicen o no, esos ¿2.000.000? de electores cambian el panorama; no hay encuesta que soporte semejante margen de error.

Para completar el Combo tenemos los míticos votos en blanco y/o anulados, que en el 2001 representaron la 1ª fuerza en la CABA (29%) y la 2ª en la PBA (19%).

Si fuera responsable de la estrategia electoral, en alguno de los dos distritos, me estaría devanando los sesos para movilizar y/o anular las tendencias que se insinúan.

Un 20% de votos en blanco en la CABA es un golpe mortal para las aspiraciones presidenciales de Macri y Carrio.

Baja participación en la PBA, sumada al potencial voto en blanco, dañaría al Ejecutivo; pero para la Oposición seria un fracaso estruendoso.

Los votos “no positivos” son igual de impactantes en el Senado como en el llano; pero tienen el mismo efecto nulo en la construcción de Poder.

Solo le sirve a quienes YA tienen estructuras en funcionamiento.

No se puede alegar fraude y/o robo de boletas con mas de un digito de anulados o blancos.

Porque es la demostración de la impotencia organizativa, antitesis de lo que se pretende de un gobierno; aunque sean Republicanos intachables como Frondizi, Illia o De la Rua.

Entonces queridos amigos solo queda calzarse zapatillas cómodas y empezar a caminar, o en su defecto romper el chanchito para que algún genio del 1ª Mundo arme una campaña movilizadora; si saben como.

Anexo sobre hipótesis de Clase y Espíritu Cívico

“Los pobres están condenados a la participación”

–Pobres ciudadanos, el título de su reciente libro, une dos términos que suelen verse como contradictorios en muchos relatos políticos o periodísticos en boga. ¿Pensó en eso cuando lo tituló?

–Pensé en eso esencialmente. Pensé en esa lectura que se hace solamente en la Argentina. Si usted dice lo mismo (“pauvres citoyens”) en Francia la lectura es “católica”, compasiva. “Pobre ciudadano, qué mal que le ha ido.” Pero no hay la tensión que se observa acá. La Argentina es un caso paradigmático de un doble recorrido, más fuimos ciudadanos, más fuimos pobres. Contradice cierta lógica progresista ¿cómo puede ser que un país se democratice y se empobrezca a la vez? Ni siquiera los países del Este europeo hicieron este camino, porque no se han democratizado cabalmente.

–Se suele decir que los pobres no tienen acceso a la ciudadanía toda vez que “la política de los pobres” es de segunda. Los pobres son definidos como rehenes, sometidos a las redes del clientelismo.

–En realidad, son pobres y son ciudadanos, con todas las fuerzas que esos dos términos tienen. La pobreza, incluso en casos muy duros, no disuelve la conciencia del ciudadano. Cuando uno trabaja con gente de sectores populares ve que tienen una conciencia ciudadana mucho más aguda de lo que podría imaginar a priori. Esos tipos, que están en condiciones de vida muy embromadas, tienen posibilidades de desarrollo político más limitadas que otras personas, pero no debe abusarse del concepto de clientelismo. El clientelismo es un punto de vista muy fértil para criticar al Estado o al sistema político, porque es cierto que el deterioro de las condiciones de vida limita las posibilidades políticas. El problema viene después, cuando se piensa en cómo construir fuerzas populares. La idea del clientelismo lleva a un callejón sin salida, porque piensa sólo en términos de dominación negando la potencia que existe para liberarse.

Denis Merklen y Mario Wainfeld; hacer clic aquí.

Los datos del ausentismo son de Andy Tow, hacer clic aqui

domingo, 25 de enero de 2009

PJPBA, el Mito de Minerva y Ripley’s


"La manera en que se reparten las cartas, así como los resultados de las diversas partidas que se juegan en la fase originaria de una organización y en los momentos inmediatamente posteriores", ha sostenido Panebianco, "continúan en muchísimos casos, condicionando la vida de la organización a decenios de distancia [...] los resultados de las primeras "partidas" o, dejando la metáfora, las opciones políticas cruciales puestas en práctica por los padres fundadores, las modalidades de los primeros conflictos por el control de la organización, y la manera en que éstas se consolidan, dejarán una impronta indeleble. Pocos aspectos de la fisonomía actual así como de las tensiones que se desarrollan ante nuestros ojos en muchas organizaciones, resultarían comprensibles si no nos remontáramos a su fase de formación"55.

 


Sobre los Orígenes del partido peronista

María Moira Mackinnon (1), hacer clic aquí.

 

 


Una de las anomalías del peronismo, que mas molesta a la clase dirigente argentina, es la subsidiariedad de la “herramienta electoral”.


En una sociedad exacerbadamente individualista, la única manera de participación ciudadana en el manejo del Estado es el Partido, fuera de él solo es posible el “Corporativismo”.


Toda Organización Social; Sindicatos, Estudiantes, MMSS, Profesionales, ex Combatientes, Sociedades de Fomento, ONG,  etc.; debe ser “repartida” entre los Partidos, y estas “partes” estarán “subordinadas” fuertemente a las Estrategias de la Cúspide partidaria.


Para nosotros es a la inversa; es la Comunidad representada por sus Organizaciones Libres del Pueblo como conjunto, la que Organiza al Partido.


Un MOO, un Movimiento Estudiantil, etc.; que mediante LAS “herramientas electorales” que sean necesarias, disputan el Control de Estado.


Por definición, en la Argentina, el Partido solo existe si puede participar de la Administración de la Cosa Publica; sin sus “recursos” se evapora.


¿Quién no recuerda las Cenas de Agasajos durante el Proceso?


El anclaje Social del peronismo, que se manifiesta en todo tipo de Organizaciones Comunitarias, le ha permitido sobrevivir décadas sin Partido y sin acceso al Estado.


Como muestra MMM (1) en sus trabajos, siempre existió una lucha entre la concepción de Partido Jerárquicamente Organizado y la “autonomía” de la “Unidades Básicas”.


Estas últimas, que pueden ser disímiles en forma y tamaño, comprenden desde la CGT y los Sindicatos a la Cooperativa Escolar de un pueblito de la Puna.


Tan exótica estructura, por desconocimiento de la Realidad Social, llevo a los estudiosos no peronistas al Mito de Minerva.

 


Minerva era hija de Júpiter, quien tras haber devorado a Metis, la Prudencia, sintió un gran dolor de cabeza.


Recurrió a Vulcanoquien le abrió la cabeza de un hachazo, surgiendo de ella Minerva, armada y en una edad que le permitió ayudar a su padre en la Gigantomaquia (guerra contra los Gigantes), donde se distinguió por su valentía.

 


Perón (Júpiter) sin tener la Prudencia (Metis) “invento” al Peronismo (Minerva), para que lo ayudara en su Guerra contra la Republica (los Gigantes). ;-P


Nosotros, los peronistas, creemos que fue al revés.


El Pueblo en su lucha por la Dignidad; en una Patria Justa, Libre y Soberana; “invento” a Perón eligiéndolo como Conductor.


Su Conducción fue indudablemente Carismática, pero a diferencia de tantos otros ungidos del “óleo sagrado” que terminaron en la cuneta de la historia, comprendió como nadie la “dialéctica del Carisma”.


Aunque la “compenetración” Conductor Masa es un tema clave, pero poco estudiado, solo voy a dar un par de principios.


-La Masa no es “un mudo y torpe rebaño”.


-La conducción es un arte de ejecución simple: acierta el que gana y desacierta el que pierde. 


-“…la masa ideal para conducir, es la masa fácil, la que se conduce sola, porque hay momentos que pierde la acción del conductor, que "se va de la mano del conductor", y en esos momentos debe conducirse sola”


Esos principios elementales son, entre otros, los que no solo permitieron la pervivencia del peronismo durante los últimos 35 años; sino que además fue la estructura que contuvo a TODA la Argentina durante el Colapso del Estado en el 2001.


Hasta el 2007 la “Herramienta electoral” fue considerada innecesaria, en el caos general la “desorganización organizada” era suficiente, mientras la Sociedad se recuperaba de las laceraciones de las ultimas 3 décadas.


Pero nuevos datos fueron reconocidos “capilaramente”, por el conjunto de la Masa, y en Orden de Importancia fueron:


1/ La Crisis de la Globalización, cuando el resto de la Sociedad Argentina “papaba moscas” lamentando estar fuera del Mundo exitoso, ya se olfateaba el Katrina Global.


2/ La Crisis de Santa Cruz, una inadmisible perdida del Control Territorial.

Existe un principio sindical incorporado a la mentalidad peronista, “Los problemas de Plata solo se arreglan con Plata”.

Si la Moneda esta, no hay coartada que justifique la demora o negación de los fondos, hay que pagar en tiempo y forma.

La Confianza Política, raíz de la Lealtad, implica compartir los esfuerzos, pero también los beneficios.

Si estos son retaceados sin necesidad evidente, se pierde la Confianza, y por lo tanto la Lealtad MUTUA esta en duda.


3/ La Concertación Plural y las colectoras + listas espejo, con la intención de desgarrar el Conjunto.

Perder en Buena Ley no es un problema, solo hay que hacer saludo uno y volver al fondo de la cola, esperando la oportunidad de intentarlo mas adelante.

Pero los “buenos números” de aceptación, que tenía la Administración a principios del 2007, genero un exceso de confianza en los “aliados”, y se fueron de boca.

Como la Transversalidad no tenia Masa Critica de cuadros para reemplazar a los Impresentables, se recurrió al único Colectivo capaz de rivalizar en cantidad y calidad, los Radicales K.


4/ La metodología de Conducción, centralizada, radial y TABICADA; donde la información y reclamos no eran tomados en cuenta; provoco el repliegue de la Masa hacia el único espacio común que estaba a su alcance sin romper con el Centro; la herramienta electoral.


Comenzaba la pejotizacion.


Justicia poética, “pejota” es el nombre que le daban los “Movimientistas” a la Renovación Peronista.


Quienes intentaron imponer el molde de la UCR al peronismo en los años 80.


De Octubre del 2007 a Enero del 2008, en un rush que dejo boquiabiertos a la Clase Dirigente argentina, se activo y reorganizo el Partido Justicialista, y en contra de la voluntad de los K.


Solo hay que leer las crónicas de la época, desde Aliverti a Balestra.


A pesar de todos los defectos y limitaciones, incluyendo la “Gran Fernando VII” de NK; se recuperaba el ROL de lo político poniendo en Crisis al Modelo de la No Política.


Fue cuando Jorge Fernández Díaz, en La Nación, publico su “Critica a la Razón Antipolitica”.


Para leerlo hacer clic aquí, del Compañero Emo peronista.


Un año mas tarde, cuando con motivo de la Interna de la PBA los Impresentables lo mandan a Néstor a la cola, vuelve a publicar; pero esta vez es “Critica a la Razón Progresista”.


Hacer clic aquí, para ver la nota que tanta roncha levanto.


Lo que no existía en el 2006, se había convertido no solo en un riego para la Republica Mediática, sino también en un “Giro hacia la Derecha”.


No importaba que el soporte de 2003 sea el mismo de 2007, molesta la pretensión de que las reglas de validadacción sean las tradicionales de cada provincia.


La pejotizacion no es todo el Partido Justicialista, ni tampoco todos los distritos, por ejemplo Capitanich y Urtubey.


ES la PBA y sus tradiciones seculares.


Aquí es donde entra Ripley's Believe It or Not! y la fama de Leviatán del peronismo bonaerense.

 


1/ Believe It or Not!, la dos primeras internas fueron en 1947 y 1949.


2/ Believe It or Not!, participaron mas de 100.000 y 200.000 militantes.


3/ Believe It or Not!, las elecciones no solo fueron competitivas, con mas de una lista distrital, 63 de 112 presidencias de distrito cambiaron de Titular.


4/ Believe It or Not!, ni Perón ni Eva incidieron en las internas.


5/ Believe It or Not!, Mercante se convirtió en una potencia territorial después de la elección de 1949.


6/ Believe It or Not! Con los datos a la vista, la participación del Conservadurismo fue mínima, mientras que el aporte de Forja solo cede numéricamente ante el Sindicalismo.


7/ Believe It or Not!, No solo se aceptaba el fraccionalismo, como muestra de la Democracia Interna, además se respetaba puntillosamente la proporción de espacios y porcentaje de votos.


8/ Believe It or Not!, ex Radicales, ex Forjistas, ex Militares, ex Sindicalistas Revolucionarios, ex Comunistas, ex Socialistas, ex Aliancistas, ex Conservadores; en resumen todos aquellos que se habían sumado en 1945; tenían el Derecho y la Obligación de revalidar con el voto su situación.


9/ Believe It or Not!, En los años que transcurren entre 1947 y 1950 el peronismo bonaerense conformó, entonces, un real y muy exitoso partido político “de masas”, participativo y representativo, al mismo tiempo que un “equipo dirigente” de envergadura provincial en cuyo núcleo se encontraban las personas que lo representaban en los cuerpos colegiados.

En franco contraste con las interpretaciones del “verticalismo”, las dos elecciones consecutivas para elegir la conducción partidaria en cada uno de los 112 distritos de la provincia indican la intensa actividad de militantes, dirigentes y candidatos a dirigentes en las labores internas de la agrupación.

Con todo, no deseamos extremar las posibilidades “democráticas”: ciertamente, los peronistas “de base” no pudieron elegir directamente su conducción política en la provincia.

Los motivos pueden ser varios, pero es evidente que en la complicada tarea de dotar al peronismo de una dirección orgánica, sus dirigentes priorizaron elecciones de tipo indirecto, tanto en lo relativo a la gestión partidaria, como para elegir candidatos a las elecciones generales.

De alguna manera, esto parece haber imposibilitado (estuviera o no en las intenciones de aquellas personas) la conformación de “corrientes” internas extendidas por todo el territorio provincial.

Ello, sin embargo, no invalida la comprobación principal: no puede seguir pensándose al Partido Peronista como una maquinaria burocrática o, peor aún, como una agencia estatal, sino como una verdadera organización política autónoma con respecto al Estado.

 


El Gobierno Mercante. Estado y Partido en la provincia de Buenos Aires, 1946-1951.

Oscar H. Aelo (UNMdP), hacer clic aquí.

 


Formación y crisis de una elite dirigente en el peronismo bonaerense, 1946-1951.*

Oscar H. Aelo, hacer clic aquí.

 


Resumiendo, los Defensores de la Republica descubren que el único partido existente, según los requisitos Constitucionales, es el Justicialista.


No solo esta Organizado, además tiene elecciones internas para elegir autoridades y candidatos.


La Patria Mediática y los No Políticos; que dependen del personalismo para imponer candidatos, se desayunan con que el PJPBA puede ser inmune a sus metodologías, además de poder prescindir de su apoyo.


La Izquierda Cultural y el Progresismo abandonan el barco porque el voto popular es más fuerte que el dedo de Balcarce 50.


No importan ni los Títulos ni el Reconocimiento, solo los porotos.


Cubanos y Venezolanos, a diferencia de los “socialistas” internos, ven la pejotizacion como un fortalecimiento de la tendencia popular, mas que un supuesto giro.


La Dra. Carrio, Médium de los Sectores Medios, se propone como reemplazo de la Pata Burguesa.


¿ Believe It or Not!?, repito Lilita se propone ante la Mazorca como reemplazo de los Ibarra y Macri.


De yapa trae a los chinos para que sustituyan a Libres del Sur y Barrios de Pie.


La inevitabilidad de la Crisis y la imposibilidad de remplazar a los Cuadros medios peronistas o peronizados solo dejan una opción.


Incorporarse al Dispositivo o quedar afuera de las Decisiones.