miércoles, 24 de marzo de 2010

Baradero, Bob Row y la guerra del cerdo.


Debo respuestas a los amables amigos y comentaristas, de este post.

El estimado Compañero Bob Row comparte con nosotros su erudición;

“Hasta ahora tuvimos cuatro posturas sobre el estallido de violencia:
a) Es expresión del distanciamiento de la población respecto a un modo de gobernar desde arriba, sin abrir canales de participación desde abajo.
b) Es consecuencia del aprovechamiento de la conmoción popular por grupos opositores preparados para desgastar la imagen de las autoridades.
c) En toda movilización popular hay un pequeño porcentaje de energúmenos violentos, sin objetivos políticos prefijados.
d) Es expresión de un sentimiento antiautoritario contra el discurso represivo sobre la inseguridad.

Empiezo por responder a esta última postura. Basta leer los comentarios en ese mismo link que traje (pero seguramente se podrían hallar muchos otros) para ver que los baraderenses hacía poco habían realizado marchas pidiendo mayor seguridad vial a causa de una muerte anterior (se refieren al caso Paternoster). Lo cual habría provocado la actitud inflexible del intendente en exigir el cumplimiento de las normas viales (uso de casco, secuestro de vehículos)”.

Ahora me gustaría llamar la atención sobre otros dos niveles de análisis posibles:
1) El nivel sociológico local.
2) El nivel psicológico cultural contemporáneo.

En el primero de ellos, las imágenes televisadas, así como las expresiones de los entrevistados sugieren una estado generalizado de frustración de una amplia capa poblacional con esperanzas de ascenso social. En esas esperanzas aparecen dos instrumentos recurrentes: la escuela técnica y el ciclomotor. Los baraderenses parecen sentirse marginados de los súbitos golpes de prosperidad experimentados por localidades vecinas, más ligados que ellos al boom agropecuario. El hecho de que en Baradero predomine el sector fabril (de crecimiento más lento en los últimos años) parece vivirse como una postergación. Lo que me resulta notable y significativo. El ciclomotor es un medio crucial para moverse entre la escuela y el trabajo (no hay transporte público), siendo su posible secuestro vivido como un ataque a sus posibilidades de ascenso personal.

El segundo nivel es más generalizante y discutible. Pero creo no errar mucho si digo que, desde que el Capitalismo de Posguerra, ligado al Estado de Bienestar, entrara en decadencia mundial a mediados de los setenta, las representaciones políticas han perdido densidad. La revolución tecnológica y la imposición de facilidades a la movilidad de los capitales han transformado a los gobiernos en rehenes de éstos y a los partidos políticos en plataformas retóricas incapaces de asegurar el control de los flujos y de brindar opciones previsibles de futuro a sus votantes.

En estas condiciones se ha vuelto muy problemática la aceptación confiada de la Ley social por parte de amplias capas, que por lo tanto, cambian histéricamente de demandas según la falla que inevitablemente aparece por un lado u otro de la cada vez más dificil tarea de contención que compete al Estado.

No es casual que en los agitados años '30 del siglo XX, tras la debacle financiera de Wall Street y el desborde de las élites políticas por la agitación social (comunismo, fascismo, anomia) ante su incapacidad de dar respuestas estabilizadoras, Sigmund Freud escribiera su agudo análisis del problemático paso de las pulsiones infantiles del Ello a la insatisfactoria aceptación de la Ley del Superyó. El malestar en la Cultura es hoy más que nunca un referente de pistas para entender este difícil presente nuestro.

Hoy, Mariano Grondona editorializa en La Nación; Un día de furia, hacer clic aquí.

Desde su propia perspectiva, le termina dando la razón a Roberto; los textos en color rojo.

Pero aquí; quiero agregar otro elemento, que no es secundario, y explica parte del cambio histérico de las demandas.

En las demandas de mayor seguridad, predominan los adultos; que le terminan exigiendo al Estado que imponga el Orden que ellos mismos no logran con SUS hijos.

De la Ley antiboliches de los 90, a la exigencia de cascos para los ciclomotores.

Mientras que el desborde fue básicamente adolescente, al igual que las expresiones de los últimos días.

Yo conozco Baradero, por razones de trabajo, y la movilización del domingo a la Madrugada; de 05.00 AM, a 08.00 AM, fue conducida por la Jarra Loca, no por los muchachos de Tachuela.

Según mis conocidos; la masa crítica se genero a la salida de los boliches bailables, y tuvo mas parecido a la Vuelta Olímpica del nacional Buenos Aires, que al Santiagueñazo con los Juárez.

En Baradero tenemos una brecha generacional que estallo, una multitud de adolescentes de los Sectores Medios sin contención.

Ni familiar, ni del Estado.

No son lumpenes del GBA, los fieritas, sino los “chicos”, que son “la luz de nuestra vida”.

¿Alguien cree que es casual, que su centro de organización termine siendo la escuela secundaria, donde los velaron?

¿Alguien cree que un policía bonaerense se abstenga de reprimir, frente a una agresión masiva, si son villeros?

No, estimados, son los retoños de la parte sana y principal del pueblo; que tiene casi 30.000 habitantes.

¿Qué algunos “politizados” quisieron operar?, no hay duda, no solo la Izquierda extraparlamentaria esta a la pesca del espontaneísmo.

Pero es difícil imaginar que “agiten” un domingo de madrugada, cuando no están a la vista los síntomas objetivos.

Eso si, este caso es una prueba de la altísima capacidad de movilización social, del Pueblo argentino.

Y aquí, es donde divergen los análisis de Roberto y MG; el Compañero trata de comprender, mientras que el editorialista teme.

Él ve cientos de miles Michael Douglas argentinos, en su papel de un William Foster frustrado y descontrolado, y no tiene las herramientas para encuadrarlos y conducirlos.

Eso si, ni se le ocurre pensar en alternativas de contención, porque son populismo demagógico.

4 comentarios:

Unknown dijo...

El blogger hace justicia con usté manolo. Es imprescindible e impresionante su análisis de los sucesido, que seguí bastante, pero recién puedo concluir. Muchas gracias.

Politico Aficionado dijo...

Muy buen post Manolo y Bob Row.

Estaba bajo la impresión de que se trataba de un fenómeno esencialmente de clase media, pero muy lejos de hilar tan fino.

Fede M dijo...

Se te nota fachistoide con olor a represión,
general sin uniforme, Boris Karloff es mejor,
sos el mono relojero te compraste el reloj,

Si vos no podés dormirte porqué voy a dormir yo,
andate a dormir vos, yo quiero estar de la cabeza,
poder tomar una cerveza y emborrachar mi corazón,

Dejate de joder si estás mas duro que una mesa,
pero yo estoy de la cabeza, somos los dueños del reloj
Oh, Oh, Oh, Oh,

SOMOS LOS DUEÑOS DEL RELOJ

Kapanga

No es orgánica, no esta politizada, el problema de la incapacidad de los padres para dar respuesta a las expresiones y conductas de SUS hijos, se traduce en una delegación de facto en el Estado. Así como el "nene" nunca es el culpable, sino las malas compañías, o los del frente. Los nenes no mirán a sus papás, sino a las instituciones del Estado que lo reeemplazan.
Es un anti blumberg.

Bob Row dijo...

Manolo: Le agradezco que le dedicara un post a mi comentario (no tanto que me junte con MG).
Estoy un poco retrasado con el laburo. Pero le pido que lea los comentarios de los vecinos baraderenses a esta nota que me envió MauriK:

http://www.baraderohoy.com/2010/03/24/furia-dolor-y-dudas-por-giuliana-y-miguel/

En un lugar chico se diferencia rápido quién es quién. Los adolescentes clasemedieros NO incendiaron la Municipalidad.
Además eso no lo hicieron a la madrugada sino a la media mañana cuando ya estaban los medios capitalinos. El grupito fue provisto de gomas y combustible. Yo no sé si fue Tachuela ni hace falta. La metodología ya fue aprendida y la intención política (de quienes sean los opositores que aprovecharon la oportunidad) fue clara.

Independientemente de esto está la cuestión del estilo de gobierno y la "tolerancia cero" que seduce a tantos. Lejos de mí querer defenderlos.
Pero el problema de la demanda histérica de protección al Estado, rechazando al mismo tiempo a la Ley no se va a solucionar en dos días.
Sobre todo cuando la Oposición se pliega a ello y apoya el populismo hipócrita de los chacareros rentistas y su "derecho" a cortar las rutas y desabastecer. El que amenazó con quemar el Congreso hoy es un diputado. Así, el Reichstag no queda tan lejos.

Ahora espero sus reflexiones sobre las "simpáticas" declaraciones del Cabezón pidiendo un plebiscito a la uruguaya. Ls definiciones se aceleran y no parece que sean los K los que esten provocando la división del peronismo. Un abrazo.