viernes, 24 de septiembre de 2010

Asambleismo, Sindicatos y Poder.

Acompañar con esta lectura de Fede Vazquez.




¿Es casualidad, que las críticas más acerbas al funcionamiento de los sindicatos, provengan de la pequeña burguesía radical?

No hablo únicamente de la UCR, o de la izquierda “radicalizada”; sino de ese movimiento decimonónico con fuerte énfasis en la Republica, que fue el espacio de expresión político de las pequeñas burguesías, centrales o coloniales.

A diferencia de los partidos republicanos de la época el radicalismo contaba con estructuras formales y efectivas de funcionamiento, muchas de las decisiones en cuanto a ingreso a coaliciones ministeriales o electorales así como definiciones políticas importantes se realizan en debates y votaciones en sus congresos anuales.

Las bases comunes de su programa están en el Programa de Belleville (1869) propuesto por Léon Gambetta y en posteriores eventos partidarios a partir de 1901. Estas son:

Otros rasgos eran un anticlericalismo y profunda fe en los avances científicos (positivismo)

Sus aportes históricos son innegables e indiscutibles; pero tienden, lamentablemente; a trasladar su funcionamiento, mecánicamente, a los otros sectores de la sociedad.

Sin tomarse la molestia de averiguar, ¿porque lo hacen?, ¿cuáles son las razones históricas y materiales que fundamentan ese comportamiento?

Tenemos una constante, desde los tiempos de Marx y Lasalle, el centralismo teórico de las fracciones pequeño burguesas y la autonomía reformista del proletariado.

El mejor ejemplo es la tensión que sufrió la vieja Social Democracia alemana.

En lo formal, su discurso era “radical” e internacionalista; en la Praxis eran Reformistas prácticos, con un fuerte acento en la “Cuestión Nacional”.

En 1914; se demostró que el proletariado, más que destruir la sociedad existente, quería pertenecer.

Hoy, vemos que se quiere trasladar, mecánicamente, el Asambleismo Fubista a los Gremios.

Acusando de fascistas o burocráticos, a los métodos de Consenso tradicionales; dando por descontado, que la Autonomía de las bases es inexistente.

Es el mismo mecanismo que se utiliza para descalificar de Clientelismo, en el Ámbito Territorial.

Ellos, los pequeños burgueses ilustrados; van a liberar de la Cárcel Burocrática o Clientelar, a los pobres de espíritu.

Que como sabemos, no tienen idea de sus intereses, son subnormales; necesitan lazarillos.

Sobre la Democracia Sindical, basada en el Consenso, voy a apelar a una fuente no peronista.

Pero con la que tenemos, por razones “genéticas”, una relación de descendencia.

Las votaciones en la anarcosindical

En la CNT se procura no votar y llegar a acuerdos por consenso.

Desgraciadamente mientras mayor es el número de personas que discuten más difícil es el ponerse de acuerdo y llega un momento en que hay que votar.
En la asamblea de sindicato este problema se resuelve con facilidad.

Normalmente no se vota porque las personas que componen el sindicato se conocen directamente y del roce cotidiano suelen tenerse más o menos las mismas ideas, y si hay que votar se hace por número de asistentes, cada uno con su voto.
El problema surge cuando las decisiones tienen que ser tomadas en plenos locales, regionales o congresos.

Ya se ha explicado que la estructura básica de la CNT son los sindicatos de ramo y si no existen, los de oficios varios

Pues bien, no hay forma justa por la que las decisiones puedan ser tomadas en votación.

  • Si cada sindicato dispone de un voto, un sindicato de 1000 afiliados dispondría de la misma capacidad de decisión de uno de 50. Dos sindicatos de 25 (2 votos) pueden imponer su opinión al de 1000 (1 voto).
  • Si se vota por número de afiliados, un sindicato de 2000 afiliados tendría 2000 votos, y 100 sindicatos de 20 afiliados dispondrían de la misma capacidad de decisión de un solo sindicato. La distribución geográfica de 100 es mucho más amplia que la de 1, y un acuerdo obliga a todos por igual de forma que los sindicatos pequeños tienen la misma responsabilidad que los grandes, pero muchas más dificultades.
  • Encontramos además el problema de las minorías. Un sindicato que en asamblea por ejemplo decidiera ir a una huelga por 400 votos contra 350, tendría que defender la postura de huelga, que es lo que ha salido en su asamblea. El sindicato B de la federación local dice que no a la huelga por cien contra 25. El sindicato C de la federación local dice que sí por unanimidad de 15 votos. Son dos sindicatos a favor de la huelga y uno en contra, y por lo tanto la huelga sería convocada si fuera un voto por sindicato.

Pero sumando los votos negativos a la huelga, saldrían 450 votos en contra de la huelga y 440 a favor.

Para minimizar en lo posible estos problemas se utiliza un sistema de votación proporcional basado en el número de afiliados o cotizantes de cada sindicato de la anarcosindical, según se muestra en la tabla de arriba.

Sin embargo el sistema no es infalible y puede propiciar situaciones discriminatorias para con los sindicatos con mayor número de afiliaciones:

Este sistema beneficia a las minorías, pero sigue siendo muy discutible.

Por ejemplo, diez sindicatos con 25 cotizantes, que sumarían 250 cuotas tienen 10 votos.

Más que uno de 2500, que con 10 veces más cuotas sólo tiene derecho a 7 votos.

En la CNT se considera que esto no es excesivamente grave, pues normalmente los acuerdos se consensuan tras largas discusiones, aunque se admite que el sistema podría ser mejorado.

El porqué no se busca otro sistema, es porque hoy día no es necesario.

Los acuerdos se consensúan tras discusiones que pueden parecer absurdas a los que empiezan en la anarcosindical, pero que son sumamente importantes para el sindicato o regional que las defiende.

De todas formas no estaría de más que alguien pensara algo al respecto.
Siempre que hay una votación, hay que saber que de lo que se discute es del problema del poder, y en la anarcosindical por tanto hay que procurar votar lo mínimo posible, y alcanzar acuerdos por consenso.

Todas nuestras votaciones son abiertas, y a mano alzada.

Nunca secretas.

Resumiendo, si se quiere modificar el sistema, debe ser desde adentro.

Ganar el apoyo de las bases; Comisión Interna, Seccional, etc.

En lugar de caer desde las alturas del Poder, para lograr su “porción de la torta” social.

Que se cree merecer, por ser la “Vanguardia esclarecida”; de la pequeña burguesía colonial realmente existente.

http://es.wikipedia.org/wiki/Partido_Radical_y_Radical_Socialista

http://es.wikipedia.org/wiki/Partido_Radical

http://es.wikipedia.org/wiki/Confederaci%C3%B3n_Nacional_del_Trabajo#Votaciones

http://www.cnt.es/sevilla/ait/modules/xoopsfaq/index.php?cat_id=1#q13


Publicado el 8 de febrero de 2008

http://deshonestidadintelectual.blogspot.com/2008/02/democracia-sindical-asambleismo-pequeo.html



3 comentarios:

papa oso dijo...

En la actualidad en la extructura sindical existen distintos estamentos, algunos mas burocratizados y otros mas dinamicos y democraticos. La parte mas dinamica y democratica del sindicato es la comision interna, alli el delegado gremial tiene el contacto directo con sus compañeros, los representa ante la empresa y ante su sindicato, en ese ambito dificilmente alguien pueda perpetuarse sino responde a sus compañeros.

desvinchado dijo...

hay que hacerte un monumento lito...aunque no me causa. Estoy tan caliente.

Vinimos por el Chori dijo...

Algun boludo de nuestro starsystem tendria que reeditar "Sindicatos y Poder" de Roberto Carri