sábado, 20 de septiembre de 2014

¿Voto Conservador o voto Revolucionario?, “Ingeniería Social: el Arte de Hackear Humanos”




Ariel Torres “explicando” a Eduardo Fidanza.





El enorme poder de la ingeniería social reside en que nuestra mente es mucho más fácil de hackear que las computadoras.

¿Por qué?

Porque tenemos, por así decir, muchas más vulnerabilidades de software.

Nuestros deseos, el siempre insatisfecho narcisismo, las dificultades que estamos atravesando, nuestros puntos débiles, nuestros miedos, nuestras expectativas.

En términos informáticos, son miles de debilidades que el pirata puede explotar.

En la práctica es por completo imposible cubrir todas las bases.

Repito: imposible.

Y una vez más: imposible.

…....

Por fortuna, la ingeniería social tiene un punto débil.

Uno sólo, pero es suficiente.

No se trata de evitar la reacción emocional.

Eso es inhumano.

Ni de dejar de creer en todo.

Eso es más o menos lo mismo que estar muerto.

No.

…......

Hay un síntoma infalible: siempre tenemos que ejecutar alguna acción.

La ingeniería social necesita que hagamos algo: un clic, un doble clic.

Incluso hubo casos en Facebook donde te hacían copiar y pegar el código malicioso.


2 comentarios:

Charlie Boyle dijo...

Manolo buen post, no siempre ocurre así, los links que pone no necesariamente juegan juntos. Lo fundamental es el enclave, cómo se inserta el sistema en el entorno, a entornos voláticos y críticos el sistema deberá jugarle rápido y con decisión, a entornos tranquilos podremos jugar en el bosque mientras el lobo no esté. La democracia es justamente una posibilidad de la circulación de la voluntad popular, una medida de parlamento, a menor acoso externo más democracia, a mayor presión, los movimientos deben ser rápidos, urgentes, porque lo que está en juego es la supervivencia y eso es más viejo, de la manada traemos eso.
La adrenalina es la señal al cuerpo de que algo anda mal, lo que hace es anular las funciones del sistema en estado "manso y tranquilo" para pasarlo a alerta rojo; pero si esa alerta se prende a cada rato, lo primero que hacemos es no darle pelota, y nuestro organismo no puede actuar permanentemente en contra de nosotros mismos. Caso las placas rojas de Crónica.
Toda acción es un pase de "no hacer" a "sí hacer", un de 0 a 1, un swicheo. La acción es un poco individual y otro colectiva, si vamos a los que se deciden por hacer la acción tenemos que de los involucrados al principio hay 0% que lo hacen, luego algunos , luego una masa crítica que adopta la acción y luego los tardíos. La respuesta es una curva sigmoidea, o logística. Esto lo estudió Slálomon Asch en los cincuenta.
El pase de 0 a 1 estará modulado pòr el entorno, en entornos relajados podrá haber hasta una histéresis, algunos de acuerdo y otro no otros que cambian del si al no, en tiempos agresivos esto no puede ser así. La doctrina del shock es eso.
Aunque más no sea un engaño, actuamos como si fuera real.
http://elsiglodelafreternidad.wordpress.com/3-la-naturaleza-de-lo-natural/

Charlie Boyle dijo...

Mirá esto Manolo http://matteopasquinelli.com/algorithms-of-capital/