domingo, 5 de septiembre de 2010

Oligarquías; Escriba, Artemio y Eduardo Fidanza

¿Qué nos depara la Praxis del quinquenio 2011/16?, mas allá de la disputa del Relato Republica vs. Populismo.

Mientras Artemio plantea, casi acríticamente, porque da por entendido muchos supuestos; “organizar es la tarea”.

http://rambletamble.blogspot.com/2010/09/organizar-es-la-tarea.html

Nicolás, el Escriba, plantea sus dudas y temores; rescatando al enorme Robert Michels, de “Los partidos políticos. Un estudio de las tendencias oligárquicas de la democracia moderna”, de ¡1911!

http://artepolitica.com/articulos/que-verde-era-mi-valle/

Una de las discrepancias fundamentales de ambos enfoques, que es subjetiva, es de índole generacional.

Artemio nació, y se crío, en la Argentina de las Corporaciones y los Factores de Poder; 1943/76.

Donde la Identidad y Pertenencia, tenían como aglutinador la Autoridad Política; que no se basaba en “correcta Teoría”, sino en la “eficiencia” de las Estructuras/Organizaciones de “contención y encausamiento” de la Masa.

El peronismo de la Resistencia “Vieja”, 1955/70, se dio un profundo debate entre la Praxis Concreta y la Legitimación Teórica.

Frente al “Vandorismo”, la Praxis cruda y dura; otra fracción del peronismo, que incluía de Cooke a Guardia y los Demetrios, se planteaba una impugnación superadora, que generara una Teoría que corrigiera, los “excesos pragmáticos” de la “Burocracia”.

Aquí una digresión; seria interesante que Artemio, como estudioso del Bebe y componente de la JSP, colgara sus análisis y reflexiones sobre el tema de la Burocracia de Cooke.

Volviendo al tema, existe una caracterización de Rodolfo Walsh de 1977, que ilumina la cuestión.

Dentro de ese cuadro solamente sectores del peronismo sindical -Luz y Fuerza y Portuarios- han conseguido frenar el avance enemigo librando conflictos que terminaron en empate.

La posibilidad de tal resultado está dada en ambos casos por la naturaleza crítica de la producción, que es permanente en el caso de los servicios eléctricos, y estacional en el servicio portuario (próxima exportación de cosechas).

En el caso de Luz y Fuerza debe computarse además la permanencia de una organización reivindicativa de calidad superior.

Walsh no se refiere a la LyF de Tosco, revolucionaria y clasista; sino a la de Oscar Smith, reformista y nacionalsindicalista.

Mas cercana, ideológicamente, a Osinde y López Rega; que a Firmenich y Santucho.

Ahora bien, por su propia naturaleza organizativa, TODA Burocracia Sindical es un contrapoder de desafía a las Minorías Dominantes.

Solo pueden “sobrevivir” y/o “mantenerse”, siendo “eficaces” en la lucha reivindicativa; y eso implica, en ultima instancia, una sustitución de minorías, elites u oligarquías.

Aquí es invalorable “La industria y el sindicalismo de base en la Argentina”, que describe la dialéctica entre “Bases” y “Cúpulas”.

http://www.pagina12.com.ar/diario/economia/2-149196-2010-07-10.html

En lenguaje de Georges Lakoff, los “Moyano” sacan a la superficie las contradicciones entre identidad e intereses.

Los “desprecio”, pero quiero ser afiliado a Camioneros; ergo, “exijo” a mis “dirigentes identiditarios” que sean tan “eficientes” en las reivindicaciones como el Negro.

Es en este contexto, que hay que leer “La guerra de las elites” de Eduardo Fidanza, y las aproximaciones a Mosca de Grondona.

http://www.lanacion.com.ar/nota.asp?nota_id=1293864

Porque Nicolás, y todos aquellos sub. 40; nacieron, y se criaron, en un ambiente fuertemente anti-corporativo y anti-autoritario; que en ultima instancia es el individualismo liberal decimonónico encarnado en el “AlfonCinismo” ochentoso, y su versión noventista de Menemismo, el Frepaso y la Alianza.

El Ciudadano Individual frente al Estado, que solo moviliza y “participa” cada dos años; sin más intermediarios que la “Clase Política” mediatizada por los Medios.

O sea, hay “Oligarquías” de Michels, pero sin Bases Organizadas; ¿recuerdan el Asambleismo del 2001/03?

La destrucción deliberada de toda estructura de intermediación, sumada al rechazo viseral de las “burocratizaciones”; esta encarnada, arquetípicamente, en la Dra. Carrio.

Al igual que Chacho Álvarez et al, le huyen a la “gestión”, porque es imprescindible la “eficiencia”; y eso implica la Burocratización Weberiana, en el mejor de los casos, o la Stalinista, en el peor.

Quienes están sumergidos, hasta las orejas, en este tipo de conflictos, son los Agrarios.

Para vencer en la 125, se vieron obligados a utilizar la metodología Vandorista; con su “Plan de Lucha”, pero sin las “Campañas de esclarecimiento” que se daban en tiempos de “negociación”.

La Crisis del “Complejo Agro mediático”, como lo denomina Artemio; no esta relacionado con la “disolución” del Colectivo Corporativo; sino con la lucha metodológica por el predominio “intra-oligárquico”.

La SRA, al igual que los Medios, prefieren los “ámbitos recoletos”; donde las exigencias de las “Bases” pueden ser diluidas.

Traducido a porteño, que vuelvan detrás de las tranqueras, como en las épocas de oro; 1853/1916, 1930/43, 1955/73, 1976/2006.

La “representación” parlamentaria, similar al tercio sindical; implica movilización permanente por abajo en Campañas de Esclarecimiento, sumada a “acuerdos” estructurales por arriba; en el típico Quid pro Quo de cualquier Democracia Madura.

El famoso, en otros tiempos, programa mínimo del Revisionismo Reformista.

Que es a quien se refería Robert Michels en su obra de 1911; el SPD alemán, hegemonizado en la Praxis por Eduard Bernstein, y enfrentado desde el Discurso Vanguardista por Karl Kautsky.

http://es.wikipedia.org/wiki/Las_premisas_del_socialismo_y_las_tareas_de_la_socialdemocracia

En este contexto, Robert Michels es el puente entre Lasalle, el Poder Organizado y Sociedad Civil; y Lenin y Gramsci.

l.- Poder organizado e inorgánico

El instrumento de poder político del rey, el Ejército, está organizado, puede reunirse a cualquier hora del día o de la noche, funciona con una magnífica disciplina y se puede utilizar en el momento en que se desee; en cambio, el poder que descansa en la nación, señores, aunque sea, como lo es en realidad, infinitamente mayor, no está organizado: la voluntad de la nación, y sobre todo su grado de acometividad o de abatimiento, no siempre son fáciles de pulsar para quienes la forman: ante la inminencia de una acción, ninguno de los combatientes sabe cuántos se sumarán a él para darla.

Además, la nación carece de esos instrumentos del poder organizado, de esos fundamentos tan importantes de una Constitución, a que más arriba nos referíamos: los cañones.

Cierto es que los cañones se compran con dinero del pueblo: cierto también que se construyen y perfeccionan gracias a las ciencias que se desarrollan en el seno de la sociedad civil, gracias a la física, a la técnica, etc.

Ya el solo hecho de su existencia prueba, pues, cuán grande es el poder de la sociedad civil, hasta dónde han llegado los progresos de las ciencias, de las artes técnicas, los métodos de fabricación y el trabajo humano.

Pero aquí viene a cuento aquel verso de Virgilio: Sic vos non vobis! ¡Tú, pueblo, los haces y los pagas, pero no para ti!

Como los cañones se fabrican siempre para el poder organizado y sólo para él, la nación sabe que esos artefactos, vivos testigos de todo lo que ella puede, se enfilarán sobre ella, indefectiblemente, en cuanto se quiera rebelar.

Estas razones son las que explican que un poder mucho menos fuerte, pero organizado, se sostenga a veces, muchas veces, años y años, sofocando el poder, mucho más fuerte, pero desorganizado, de la nación; hasta que ésta un día, a fuerza de ver cómo los asuntos nacionales se rigen y administran tercamente contra la voluntad y los intereses del país, se decide a alzar frente al poder organizado su supremacía desorganizada.

Mientras Lenin se enfoco en los cañones; ¿Qué hacer? con sus “Revolucionarios Profesionales” que no dependen del “espontaneismo” de las Masas, es una oligarquía meritocratica; que…está organizado, puede reunirse a cualquier hora del día o de la noche, funciona con una magnífica disciplina y se puede utilizar en el momento en que se desee…Estas razones son las que explican que un poder mucho menos fuerte, pero organizado, se sostenga a veces, muchas veces, años y años, sofocando el poder, mucho más fuerte, pero desorganizado, de la nación…

Gramsci, sin desconocer la importancia de los “Revolucionarios Profesionales”; se enfoco en la Sociedad Civil.

Cierto es que los cañones se compran con dinero del pueblo: cierto también que se construyen y perfeccionan gracias a las ciencias que se desarrollan en el seno de la sociedad civil, gracias a la física, a la técnica, etc.

Ya el solo hecho de su existencia prueba, pues, cuán grande es el poder de la sociedad civil, hasta dónde han llegado los progresos de las ciencias, de las artes técnicas, los métodos de fabricación y el trabajo humano.

……….

Como los cañones se fabrican siempre para el poder organizado y sólo para él, la nación sabe que esos artefactos, vivos testigos de todo lo que ella puede, se enfilarán sobre ella, indefectiblemente, en cuanto se quiera rebelar.

La frase de Michels que cita Nicolás:

“En realidad, el miembro aislado de la clase trabajadora está indefenso, en las manos de quienes son más fuertes económicamente.

Sólo mediante una combinación que los lleve a constituir un conglomerado estructural de proletarios podrán adquirir la facultad de resistencia política y alcanzar dignidad social.

La importancia y la influencia de la clase trabajadora son directamente proporcionales a su fuerza numérica.

Pero tanto la representación de esa organización de fuerza numérica como la coordinación son indispensables.

El principio de organización es condición absolutamente esencial para la lucha política de las masas”.

Esta directamente ligada al análisis de un pensador insospechado.

No es difícil, sin embargo, prever cuál de las partes vencerá en la disputa y forzará a la otra a aceptar sus condiciones.

Los patronos (Amos-Masters), al ser menos en número, pueden unirse fácilmente; y además la ley lo autoriza, o al menos no lo prohíbe, mientras que prohíbe las uniones de los trabajadores.

No tenemos leyes parlamentarias contra la asociación para rebajar los salarios; pero tenemos muchas contra las uniones tendentes a aumentarlos.

Además, en tales confrontaciones los patronos pueden resistir durante mucho más tiempo.

Un terrateniente, un colono, un comerciante o un fabricante pueden, normalmente, vivir un año o dos con los capitales que ya han adquirido, y sin tener que emplear a ningún trabajador.

En cambio, muchos trabajadores no podrían subsistir una semana, unos pocos podrían hacerlo durante un mes, y un número escaso de ellos podría vivir durante un año sin empleo.

A largo plazo, el trabajador es tan necesario para el patrono como éste lo es para él, pero la necesidad del patrono no es tan inmediata.

Se suele decir que la unión de los patronos es muy rara y que la de los trabajadores es muy frecuente.

Pero los que, de acuerdo con estos dichos, piensen que los patronos raramente se unen, son tan ignorantes de lo que pasa en el mundo como de este asunto.

Los patronos están siempre y en todas partes en una especie de acuerdo tácito, pero constante y uniforme, para no elevar los salarios por encima de su nivel actual.

La violación de dicho acuerdo es, en todas partes, impopular, y somete a quien así procede al reproche de sus vecinos e iguales.

De hecho, oímos poco de estas uniones porque es lo normal, incluso se puede decir que es el estado natural de cosas de las que nunca se oye hablar.

Los patronos constituyen, a veces, incluso uniones específicas para reducir los salarios por debajo de aquel nivel.

Estos acuerdos se llevan a cabo siempre con el más absoluto silencio y secreto hasta que se ejecutan, y nunca se hacen públicos cuando los trabajadores se someten, como a veces ocurre, sin resistencia.

No obstante, estas uniones se encuentran a menudo frente a uniones defensivas de los trabajadores, quienes en ocasiones, sin existir siquiera una provocación de este tipo, se unen para elevar los salarios.

Las razones que esgrimen estriban a veces en el alto precio de los bienes de subsistencia y, a veces, en los grandes beneficios que los patronos sacan de su trabajo.

Ahora bien, sean sus uniones defensivas u ofensivas, se suele hablar mucho de ellas.

Para precipitar una solución recurren siempre a grandes alborotos y a veces a la violencia y a los atropellos más sorprendentes.

Están desesperados y proceden con el frenesí propio del hombre en ese estado, cuya alternativa es morirse de hambre o forzar a sus patronos a que, por miedo, cumplan sus exigencias.

En estas ocasiones los patronos reclaman tanto como ellos, y exigen la ayuda de los magistrados civiles, y el cumplimiento riguroso de las leyes establecidas con tanta severidad contra la asociación de sirvientes, trabajadores y jornaleros.

Los obreros, en consecuencia, muy rara vez obtienen ninguna ventaja de la violencia de estas acciones desesperadas.

En parte por la intervención del magistrado civil (Estado), en parte por la firmeza superior de los patronos (Amos-Masters), y en parte por que la mayor parte de los trabajadores están bajo el nivel de subsistencia.

Por eso, generalmente, terminan en nada más que el castigo, o la ruina, de los cabecillas.

http://deshonestidadintelectual.blogspot.com/2009/11/sindicatos-segun-adam-smith-traduccion.html

Puede parecer sorprendente este texto de Adam Smith; pero lo que describe, es la realidad concreta que oculta la Tesis del Individualismo Liberal.

La Unión/Organización de facto de los “Masters” (Amos/Patrones) exigen la ayuda de los magistrados civiles (Estado), en defensa de la Seguridad Jurídica, el cumplimiento riguroso de las leyes establecidas con tanta severidad contra la asociación de sirvientes, trabajadores y jornaleros.

Resumiendo, es cierto que cualquier Organización Popular tiene el costo de la “Oligarquización Burocrática”; pero es inevitable si se quiere enfrentar a la Organización de Facto de los Masters (Oligarquía tradicional).

Porque lo que esta en discusión no solo es la “subsistencia” de los Trabajadores, elevando los salarios y mejorando las condiciones laborales, sino el Magistrado (Estado), que Gramsci definía como “Espacio en Disputa”, en una “Guerra de Posiciones”.

Donde la Elite/Establishment/Minoría Dominante; sabe que será desalojada y sustituida por la Vanguardia/Burocracia Oligarquizada de las Organizaciones.

--Cuando yo uso una palabra --insistió Humpty Dumpty con un tono de voz más bien desdeñoso-- quiere decir lo que yo quiero que diga..., ni más ni menos.

--La cuestión --insistió Alicia-- es si se puede hacer que las palabras signifiquen tantas cosas diferentes.

--La cuestión --zanjó Humpty Dumpty-- es saber quién es el que manda..., eso es todo.

A través de espejo, y lo que Alicia encontró al otro lado.

Lewis Carroll

http://www.guiascostarica.com/alicia/a2/cap06.htm

5 comentarios:

Patucho dijo...

Muy bueno doctor

Mendieta dijo...

Lo que precisamente, creo, pone en cuestión Escriba, es empezar a cuestionar ciertos supuestos generacionales que tan bien describís vos acá, Manolo. Esos que claramente tenemos como generación los ochentistas y posteriores. Y qué querés? No conocimos otros cosa de nuestros dirigentes!
Es por eso que me poarece tan importante el aporte de Nicola´s.
Abrazo.

OMIX dijo...

Grosso, grosso, pero grosso, grosso eh. E-NOR-ME y todas esas sandeces que quieren decir que coincido.

Mensajero dijo...

Finalmente la prédica de AyJ resultó contundente.
En lugar de la proclamada como necesaria etapa de Dicatdura del Proletariado ahora evolucionamos a la mansa aceptación de la Oligarquización de sus Representantes.
A los trozkos juveniles nos resulta más reposado evolucionar hacia el individualismo (hervíboro en mi caso). Es que nos asusta toda alineación o alienación detrás de un evangelio. La madurez no puede ser una excusa.
La nueva oligarquía en formación parece destinada a confirmar la vieja máxima: "los nuevos amos siempre son peores".
En el fondo son cuestiones estéticas. Con que garca uno se siente más a gusto.
Laclau aún no entiende que les falta un Hugo Boss (Fuerza Bruta no es suficiente).

Si me permite Manolo.
¿No le parece que va siendo hora de entregar una de sus banderas?
Por respeto a dadaístas, letristas, situacionistas, hippies y punks, deje de llamar al peronismo contracultura.
Sus prtensiones hegemónicas deben reconocer al menos ese límite. =P
Abrazo.

Nicolás Tereschuk (Escriba) dijo...

Creo por eso que no podemos seguir sin organización y que las organizaciones no pueden seguir repitiéndose. No "pueden", no tienen la capacidad de seguir repitiéndose, ni siquiera pueden ser lo que fueron. Estamos en una transición y creo que en la forma en que se dé esa organización se juega mucho.
Muchas gracias por leer.
Un abrazo grande