martes, 8 de abril de 2008

El Pecado Original de la Oposición Inorgánica

En los últimos 5 años la “Sociedad Civil” ha generado numerosos lideres emergentes.

A trazo grueso podemos hablar de Blumberg a De Angelis, sin entrar a analizar las diferencias evidentes, quiero centrarme en una de las características de sus bases.

Los une el espanto, no el amor; su proyecto se reduce al aquí y el ahora; no existe razón para permanecer unidos el día después.

Copio y pego un viejo post, del 13 de Julio, donde analizo un editorial de James Nelson.

Donde se preanunciaba la estrategia ideal para el Republicanismo realmente existente; y cual era el principal escollo, según ellos, para batir la “hegemonía” k.

Yo sigo manteniendo mi postura, no tendrán éxito mientras no se tengan “affectio societatis”; o en su defecto, la Administración K, se siga olvidando de las “necesidades” de las bases peronistas.

La Guerrilla Liberal y la affectio societatis

Aunque a veces la "hegemonía" de un caudillo determinado puede durar varios años, luego de cuatro o cinco suele empezar a manifestar síntomas de debilidad que preanuncian el fin.
Para asombro de quien se suponía el dueño absoluto del escenario y, a menudo, de los encuestadores también, surgen rebeliones en distintas partes del país.
Con rapidez desconcertante, un panorama político que le parecía risueño se transforma en un baldío inhóspito, resucitan enemigos que supuso bien muertos y gestos que antes le sirvieron para arrancar aplausos sólo merecen desprecio.
Les sucedió a los militares, a Raúl Alfonsín y a Carlos Menem.
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Si sigue rabiando contra lo que Macri llamó "los fantasmas del pasado" como si aún estuviéramos en el 2003, quienes aplaudieron lo que tomaron por valentía se alejarán de él en busca de un líder menos anticuado, pero si opta por modificar su estilo para dialogar amablemente con todos, lo que le costaría mucho, correrá el riesgo de brindar la impresión de estar batiéndose en retirada frente a una horda de adversarios que no le perdonarán los agravios que les propinó cuando pensaba que la mejor forma de "construir poder" consistía en denigrar a los demás.
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Por ahora, los opositores no parecen estar en condiciones de derrotarlo en una batalla frontal, pero si podrán librar contra él una especie de guerra de guerrillas, atacándolo donde esté más vulnerable desde la izquierda, la derecha y el centro, hasta que en octubre le resulte imposible acumular una cantidad de votos suficiente como para ahorrarse el ballottage en que podría perder.
En la ciudad de Buenos Aires, sectores supuestamente progresistas apoyaron a Macri en la segunda vuelta no por sus propios méritos sino porque no era kirchnerista.
Sería por lo menos factible que el mismo fenómeno se reprodujera en el país en su conjunto luego de las elecciones del 28 de octubre, puesto que es tan notable el talento del Presidente para crearse enemigos que para entonces muchos izquierdistas podrían preferir a Lavagna o incluso a López Murphy a cuatro años más de lo mismo, mientras que a los de la "centroderecha" les parecería mejor arriesgarse con Elisa Carrió que con el pingüino o pingüina que lleve la bandera oficial.
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Si resulta que tienen razón los meteorólogos oficiales que pronostican que los meses próximos serán fríos y secos, podría frenarse el crecimiento chinesco que tanto ha contribuido a la popularidad del presidente.
Lo que ya hemos visto –fábricas paralizadas por falta de gas o electricidad, apagones esporádicos, cosechas en peligro de perderse y taxistas enfurecidos– puede ser nada más que un preludio benigno de lo que nos espera a menos que el clima decida colaborar con un gobierno que ha hecho de la imprevisión una cuestión de principio, de ahí la negativa obstinada a incomodar a los usuarios residenciales con tarifas equiparables con las habituales en Brasil y Chile.
Tanta preocupación por el bolsillo ciudadano es conmovedora, pero también es hipócrita, ya que los más pobres y quienes viven en zonas rurales que dependen de gas en garrafas tienen que pagar lo que les exige el mercado y de este modo subsidian a la relativamente próspera clase media porteña, detalle éste que no inquieta demasiado al Gobierno que, realista en fin, está más interesado en los votos que en el bienestar de los sectores de recursos exiguos que según parece son congénitamente peronistas.

http://www.revista-noticias.com.ar/comun/nota.php?art=494&ed=1592

No los une el amor, sino el espanto; la trillada frase del Bardo liberal, es el resumen de este sesudo análisis.

Brilla por su ausencia, el cemento primordial de toda comunidad que pretende trascender en el tiempo.

Los Romanos, gregarios hasta para el sexo, lo denominaban “affectio societatis”.

Esa necesidad de pertenecer, compartir, disfrutar, sufrir; una identidad.

No es estatus, ni religión, ideas, o intereses materiales.

Para entender de qué hablamos, ¿Qué tienen en común las siguientes personas?

De la Rua; Héller, Cavallo, Macri y Aliverti; Cafiero, Oscar Cardoso y Roman Lejtman; Sasturain, Artemio López y Mario Pergolini.

Pueden odiarse en lo personal, denigrarse en lo ideológico; pegarse una puñalada trapera, o trompeadura publica.

Pero Boquita los une, llegan al ridículo del sentimentalismo, concientes.

En un salón rodeados de otras personas, ni se dirigen la palabra.

Pero ante el ataque a uno de ellos, en su condición de bosteros, se unen y defienden los trapos.

No hablemos de la posibilidad de verdeguear a una Gallina, desata el espíritu de la jauría, compiten por la gracia más cruel y se festejan mutuamente.

Si llegaran a compartir el tablón en Tokio, veríamos la bacanal desatada.

Aliverti llorando junto a Cafiero, Héller y Macri besándose las mejillas.

Cavallo, Artemio, Pergolini y De la Rua, haciendo pogo en cueros.

Esto es lo que le falta a la oposición; aceptarse por el afecto de “ser”.

La esperanza de continuar juntos, se gane o pierda.

Reconocer que el otro esta en mejores condiciones tacticas, para encabezar.

La voluntad de combatir la propia angurria del poder, y saber compartir; no como una gracia, sino como un derecho ganado por el esfuerzo.

James Nielson, tiene un análisis certero, se basa en verdades de a puño, y la estrategia es la acertada.

Pero los egos desmesurados, el narcisismo de tener la razón, la voluntad de imponer el Diktat, lo echa a perder.

No es fluida, como el agua que persiste y horada, es humo.

http://deshonestidadintelectual.blogspot.com/2007/07/la-guerrilla-liberal-y-el-affectio.html

12 comentarios:

Charlie Boyle dijo...

El poncho emocional abriga mas que el intelectual, o por lo menos por mas tiempo

Dos dijo...

Lo que los jode (y, en caso que se impongan, nos jode a todos) es que los une el "no-proyecto"; el odio descarado a quien no acata sus ideas.
Lo que más lamento es la sordera del gobierno que he votado. No oir el ruido de abajo es, sencillamente, despilfarrar todo lo que se ha conseguido a costa de nuestro esfuerzo.
En fin....
Abrazo
Portuario

Néstor Sbariggi dijo...

Manolo te cuento un chisme que me pasaron. La CC le ofreció el 2do puesto de la lista de DN por Capital al Bulldog, iría detrás de Prat Gay. El otro día hubo "trompadas republicanas" en el local de Recrear Capital por el tema entre los que bancaban el acuerdo y están con el Bulldog y los que están con Macri. Ahora que los PRO-Macri lo desbancaron a LM en Pcia. el acuerdo parece más firme.

El dirigente que me lo contó cuando le recordé lo del episodio antes de las elecciones me dijo que eso era un acuerdo político y que esto era una especie de "rescate humanitario". Justo lo que vos decís, el acuerdo se logra cuando uno de ellos no está en condiciones de imponer nada.

Un abrazo compañero

Anónimo dijo...

Manolo:

hace algunos días vengo siguiendo tu blog.

Debo confesarte que me desconciertan muchas cosas, pero al mismo tiempo, no puedo dejar de admirar la claridad y la certeza de tus análisis.

Un cordial saludo y adelante!

Luis

Rodrigo dijo...

Manolo,

Lo paradójico es que, a medida que pasa el tiempo y la imagen de Perón y Evita es más lejana y difusa, lo que une a los peronistas, cada vez más, es el "anti-gorilismo."

Saludos,

Anónimo dijo...

Amigo Manolo:

La verdad (con toda honestidad) yo no lo entiendo, ni medio.

Medio burro,si;sin experiencia y lenguaje politico,si;igual no lo entiendo.

Pero, mi lectura es la siguiente:la clase media, que voto a Alfonso,que despues lo voto a Menen y no a al radical de lapiz rojo ( un Menen patilludo),la clase media lo volvio a votar a Menen, y despues al Cacho, la Meijide y a DeLaRua(en ese orden) y despues del desastre,provocado - sustancialmente - por el brillante Machinea(peronista, si los hay)-y despues la clase media (dividida por un oligofrenico,Duhalde,el pescador) le dio el voto a Menen.

A pesar de eso, el ganador de las dos ultimas internas peronistas(formal vs cafieradora/informal vs el lupo) quedo afuera.
Muy democratico.(El problema es que la clase media no es democratica).Por esto se subieron al colectivo del tuerto.

Pero el lupo, fuera del poder formal (muy importante) le erra el vizcachazo: y le toca el bolsillo a la clase media peronista.

Amigo Manolo, no se rompa la cabeza,consulte con Madison(federalista 10), y el tema por ahi, se aclara.
Sinceramente
anonimo bostero

Andrés el Viejo dijo...

Manolo:
Me parece que la clave está en que después de 2001, cuando llegamos al borde de la disolución social, la única forma de salir del desastre era un cambio de la política económica. Eso lo inició Duhalde y lo continuó Kirchner (en esta etapa Fernández de Kirchner).
En este tema crucial, nadie ha tenido hasta ahora una alternativa concreta. Por eso, muchos hinchamos por la mejora en trabajo, ingresos, condiciones laborales, salud, educación, pero no impugnamos el "modelo" en sí mismo. Otros prefieren agarrarse de la corrupción. Pero también sin alternativa global. Otros, más audaces, bregan por el retorno a las políticas económicas descartadas en enero de 2002, con maquillajes varios. Pero esto tiene poca audiencia, como es de razón.
Este aspecto es un obstáculo formidable para la constitución de un conjunto opositor con relativa homogeneidad. Falta el cemento de un objstivo común, que vaya más allá de sacar del medio a los odiados K.
El reciente lock out de los empresarios agrícolas viene a ofrecer un camino alternativo. Si bien carece de homogeneidad, se unifica en un objetivo común (el rechazo de las retenciones). Si triunfara y más allá de lo que tengan en sus cabezas De Angelis y Buzzi, la lógica de desarrollo de ese único punto de coincidencia nos lleva de cabeza a una nueva edición del "libre mercado".
Claro que nadie puede decirlo en esos términos (muchos, tal vez ni pensarlo), pero esa es la tendencia. Precisamente, porque es un cemento de poca resistencia y la heterogeneidad no se atenúa, muy por el contrario, con el maridaje de Castells y Miguens o de Carrió y los laderos de Macri (este es siempre el mismo timorato y vuelve a pararse en una tarima para no embarrarse los zapatos).
No vale subestimar la fuerza que, en un punto y momento determinados, pueden tener esas mescolanzas. Masones y curas, conservadores y comunistas, nacionalistas y admiradores del coloniaje se unieron en el 55 y el golpe fue exitoso.
Pero ya se sabe que, cuando se ha superado al maldito de turno, los socios descubren que el affectio societatis que los unía era tan efímero como un levante en una noche de borrachera. La Fusiladora es sólo uno de los muchos ejemplos de esto.
Con más razón en estos tiempos, en que la vuelta lisa y llana al "libre mercado" es una utopía más irrealizable que el comunismo anárquico de la FORA del V.
Son muchas las torpezas y errores del kirchnerismo. Algunos usted los desecciona con precisión. Por ahora, ese es el principal por no decir único bagaje de la oposición.

Anónimo dijo...

Lo que no me cierra de su analisis no es el analisis en si mmismo (discutible pero sensato) sino que no hay proyectos de pais - hay una reedicion cada vez mas marcada del esquema peronismo-antiperonismo.
El rejunte opositor recalcitrante (ciego, sordo y lamentablemente no mudo en su postura de oposicion a ultranza) suponiendo que pudiera ganar algo, mas temprano que tarde derraparia por la propia naturaleza de los rejuntados.
Pero del lado oficialista tampoco se percibe un proyecto concreto para el pais - algunos atisbos de rumbos con sentido de autonomia pero que a la hora de los bifes no se traducen en ninguna certeza.
Por ejemplo, el discurso redistribuidor y el mamarracho del tren bala - o la permanencia de personajes (como moreno o jaime) que son disfuncionales en lo especifico y, para peor, un lastre permanente para el gobierno. Una situacion inentendible si la idea es construir "politicas de estado" en sectores clave.
Sea gobierno u oposicion, lo mas triste es que ninguno tiene la mirada mas alla de la nariz, obviamente, en el mientras tanto, nos vamos haciendo moco.
Saludos.

ram

Politico Aficionado dijo...

andrés el viejo: su análisis es clarísimo y lo comparto, excepto en un punto.
Si esta runfla republicana (por llamarla de algún modo) triunfa en un putsch, entonces la restauración liberal es posible.
La heterogeneidad de su composición, precisamente, hace verosímil que adopte el proyecto llave en mano que el imperio le ofrezca (¿recuerda el Plan Prebisch?).

Hard Core dijo...

Magistral lo suyo.

Rodrigo dijo...

Concuerdo con Manolo y muchos de los posts anteriores acerca de la falta de un "cemento" que aglutine a la oposición.

No creo que sea malo que la oposición no se junte. Para que exista ese "affectio societatis" tiene que haber algo más que voluntad -- un liderazgo, un proyecto en común...

Por el momento no está y eso no se debe simplemente a la incapacidad de la dirigencia opositora de aglutinarse, sino a que no se ha generado un eje diferente, distinto del viejo corte entre peronistas y no peronistas.

Para esto no basta simplemente la voluntad. Es necesario un determinado contexto que permita el surgimiento de ese proyecto y su posibilidad de plasmarse, como sucediera en su momento con el radicalismo y, más tarde, con el peronismo.

Si no hay contexto, si no es el momento, el proyecto se cae. No olvidemos que el Gobierno también intentó generar su "transversalidad" -- como recuerda Manolo a menudo -- y se le cayó a pedazos, aún con la economía creciendo a toda velocidad.

Saludos,

Andrés el Viejo dijo...

Político aficionado:
Gracias por el elogio. SObre su objeción, justamente el ejemplo que pone viene a favor de mi hipótesis. Con todo el cipayaje y liberalismo que impregnó a la dictadura de Aramburu-Rojas, fue incapaz de torcer por completo las políticas económicas anteriores, porque no sólo enfrentaba la resistencia de los trabajadores sino también la de sectores importantes del capital.
Por supuesto, usted tiene razón en que un giro en el sentido querido o consentido por la oposición sería un desastre social y económico, pero no podría ser la vuelta lisa y llana a los noventa. Lo que debí tal vez aclarar es que es posible una vuelta "ni lisa ni llana", complicada y parcial.
En todo caso, el curso exacto de los acontecimientos depende de demasiados factores, nacionales e internacionales, como para suponer que uno tiene el tarot infalible.