La primera vez que escuche su nombre fue en el 71, había pasado de 1º Industrial a 2º Bachillerato.
Tenía 8.25 de promedio, pero me había llevado Taller a Marzo; miope, zurdo frustrado y las imprecisiones de la pubertad me convirtieron en inhábil para las herramientas.
Ya comenzaba a ser hegemónico el eslogan “Ni Votos ni Botas, Fusiles y Pelotas”.
Para entender la Época no hay que olvidar a la Juventud Radical Revolucionaria, Cherasny y Pascual; o la Toma de los Quirquinchos, Santa Fe, por los ¡Demoprogresistas!
La posibilidad de “la salida electoral” me parecía menos costosa que la “insurrección popular”, no porque fuera un enano sabio, tenia el privilegio de viejos familiares con una tradición de lucha de mas de ½ siglo.
Así que no le veía el lado romántico a la Revolución, y las elecciones del 57 al 65 eran pruebas suficientes de que se podía romper la “trampa electoral”.
Esta postura “demoburguesa”, que me dejaba en minoría, me permitió conocer en profundidad a un profesor que también era minoría en su partido.
Don Hipólito, todos los radicales tenían como segundo nombre Hipólito o Leandro, era un seguidor de RA.
En las charlas que teníamos, en realidad me estaba meloneando, me explico el Proyecto.
Que era lógico y simple.
Perón y Balbín eran hombres de edad, como mucho vivirían entre 5 a 10 años.
Sin Perón como aglutinador, el peronismo estallaría; y aunque ganáramos la elección no teníamos experiencia de gestión, sumado a la violencia interna terminaríamos en un desastre.
Ellos, aun no eran Renovación y Cambio, serian quienes tomarían la posta desde el radicalismo.
El peronismo solo seria un hiato histórico, nacido el 17 de Octubre, en la centenaria historia de la UCR.
En realidad querían volver al 43, cuando la Intransigencia le disputaba a los alvearistas la Conducción.
Mi objeción principal era la visión elitista de este neo Lebensohnismo, que no tomaba en cuenta la autonomía de las Masas.
Para quienes no lo recuerden, Moisés Lebensohn (hermano del alma de Evita) creía que era necesario un cuerpo social con capacidad docente, para que el Pueblo madurara.
Una Vanguardia benevolente e ilustrada a cargo del Estado, lo que después se llamaría “Clase Política”; muy similar al "pactismo" Venezolano y Colombiano, o a los “elencos” chileno y uruguayo.
La vorágine de los setenta hizo pasar a un segundo plano a RA, y recién tomo visibilidad para mí el 12 de Setiembre de 1979; hacer clic aquí .
Estuvo junto a Bittel y Herminio Iglesias; pero no en su condición de Radical, sino como miembro de la APDH.
Balbín y Contin mantuvieron al margen a la UCR, muchos de sus miembros soñaban con ser la Cría del Proceso.
Si alguien puede acceder a la Lista de invitados al Asado de Victorica le agradecería que me la enviara.
“Según crónicas de la época, durante el festejo se consumieron 7 toneladas de carne, 2.500 metros de chorizos (2 mil kilos), 3 mil kilogramos de pan, otro tanto de tomates, 5 mil de hielo, 5 mil litros de bebidas y 400 mil kilogramos de leña,…”
En fin, para hacerla corta llego el 83, y el Proyecto ya maduro nos paso por encima.
El Sujeto histórico dejo de ser el Proletariado para ser los Sectores Medios, el UNICO intermediario entre el Pueblo y el Estado seria la Clase Política, encuadrada en los Partidos Políticos.
Pero mi objeción a mi querido amigo y profesor se demostró tan certera como sus afirmaciones.
En la Argentina ya no era posible una “elite benevolente” como en España o Italia, la dinámica social con sus movilizaciones desbordaba cualquier marco rígido.
El Juicio a las Juntas, que originalmente seguía el modelo griego, hacer clic aquí; término estallando en una impugnación global contra los Autores Materiales del Proceso.
Por supuesto los Autores Intelectuales aprovecharon para mimetizarse como los "Capitanes de la Industria".
Hago un alto para contradecir al Compañero Menchevique Artemio; él, como muchos Progresistas hablan livianamente de Pacto de Impunidad en el 83.
Están firmemente convencidos que los peronistas nos habríamos comportado como los Chilenos , Uruguayos , Brasileños y Sudafricanos.
Que caeríamos en el mismo Horror que la Concertación , el Frente Amplio, el PT y Mandela con su CNA.
Demonizarnos, cuando se hablan maravillas de quienes mantuvieron los “Pactos de Reconciliación” , solo demuestra los prejuicios pequeñoburgueses.
Ya somos grandes, y nos conocemos de memoria; como dijo ese gran compatriota y gaucho judío, Chacho Jaroslasky: “no hay problema en contarnos los pelos del culo”
Cuando se recuerdan los Paros de la CGT, se olvidan que las vanguardias estaban integradas por muchos compañeros que hoy están en la CTA.
La proletarización de los Docentes termino convirtiendo a la CTERA en la Confederación más numerosa y Combativa; ¿recuerdan la Marcha Blanca de 1988?
Para más datos ver Suteba en Wikipedia,hacer clic aquí.
Todavía debo explicar la comparación con De Gaulle, como él, Alfonsín quiso regenerar y refundar la Republica.
La III había dado paso en 1945 a la IV, pero seguían los problemas de inestabilidad económica y política, que se sumaban a las guerras coloniales de Vietnam, Suez y Argelia.
La Patria de la Revolución Burguesa por excelencia, se había rebajado al nivel de una Republiqueta bananera.
Quienes me leen seguro que conocen, o han visto, “La Batalla de Argel”, un paradójico manual de instrucciones para la guerrilla y la contrainsurgencia; el problema radica en que Pontecorvo omitió el desenlace político.
Aun quienes leyeron a Fanon o a Jean Lartéguy, recordar "Lost Command", se olvidan del Gambito Argelino.
Abortar “Le putsch des Généraux”, hacer clic aquí; no solo libero a Argelia, también creo la V Republica, modelo de estabilidad aun con la Cohabitación.
“Au nom de la France, j'ordonne que tous les moyens, je dis tous les moyens, soient employés pour barrer partout la route à ces hommes-là, en attendant de les réduire.
J'interdis à tout Français et, d'abord, à tout soldat, d'exécuter aucun de leurs ordres”
Perón consideraba este “gambito” una obra sublime del Arte de la Conducción, no solo subvertía la cadena de mando, inhabilitaba a los golpistas.
Además, no hay que olvidar la Huelga General por tiempo indeterminado, que se decreto después este llamado.
En Semana Santa Alfonsín desaprovecho la oportunidad histórica, no solo era apoyado por el PJ Renovador, rechazo la propuesta de Lorenzo Miguel y Saúl Ubaldini.
Proclamar en la CGT, o en el Salón Blanco si así lo prefería el Presidente de la Nación, la Huelga General por Tiempo Indeterminado.
La respuesta fue Felices Pascuas.
Yo no creo que fuera un problema de miedo, era la movilización la que molestaba a Alfonsín, aun siendo un magnifico orador de barricada prefería los “ámbitos recoletos”.
Por eso, a pesar de su decadencia electoral, mantuvo una primacía indiscutible frente a sus pares.
Cafiero, Menem, Chacho Álvarez, Duhalde, Cavallo, Ibarra, Macri, De la Sota, Manzano, Bordón, Lavagna, etc.
Corrían presurosos a sus citas, aun cuando no pudiera ser elegido Intendente de Chascomus.
Un Radical de Pura Cepa, Félix Luna, dijo una vez que existían dos tipos de políticos exitosos.
Los que eran productos de su época; como Frondizi, Sarmiento, Pellegrini, Mitre, Alvear, Urquiza, o Menem.
O los que IMPREGNABAN un época; Rosas, Roca, Yrigoyen.
Perón fue ineludible durante 30 años, Don Raúl lo fue durante ½ de siglo.
Pude desagradarnos, o no; pero es de necios negar que hemos vivido, y vivimos la Era Alfonsinista.
Por ultimo pego unas reflexiones de Denis Merklen, en el reportaje sobre la presentación de “Pobres Ciudadanos”
La Argentina es un caso paradigmático de un doble recorrido, más fuimos ciudadanos, más fuimos pobres.
Contradice cierta lógica progresista ¿cómo puede ser que un país se democratice y se empobrezca a la vez?
Ni siquiera los países del Este europeo hicieron este camino, porque no se han democratizado cabalmente.
………………………………………………………………
El peronismo tiene un capital simbólico, el de haber representado como nadie a la clases populares.
Y también ha sido el que mejor se adaptó a las nuevas situaciones, aun cuando contribuyó a destruir el mundo del trabajo.
Está mucho más atado con la realidad.
Hubo un momento clave, en el año ’87.
El alfonsinismo, que disputaba las clases populares con la renovación peronista, se encontraba con los ocupantes de tierras y se preguntaba cómo hacer para respetar la institucionalidad (violada por las intrusiones) y para no reprimir.
(El luego presidente Eduardo) Duhalde, en la Municipalidad de Lomas, dice “no me importa que las ocupaciones sean ilegales, eso es un hecho.
Yo hago mi política social a partir de ese hecho”.
El peronismo resolvió esa ambivalencia, sin muchos pruritos legales, ...
14 comentarios:
Manolo, siempre brillante y estratégico. El sabio de la tribu. Sin embargo, no sólo porque el menche lo diga, pero me parece que sobreestima a las posibilidades reales de realizar una política de castigo por parte del peronismo suizo de Luder. Si, las vanguardias presionan y condicionan, pero no parecía estar en los planes de nadie del peronismo suizo la opción por el conflicto con los militares porque implicaba revisar políticas propias del '75. Implicaba también un juicio a la incapacidad propia para tratar la cuestión de la guerrilla, Lopecito y otras. Era más fácil para Alfonso hacerlo y así y todo después de negociar e intentar que fueran los propios militares que se autodepurasen. Me parece.
Creo que en general se subestima la situación y el poder del partido militar en lo primeros años de democracia.
Se bancaron de mala gana el juicio a las juntas, pero en el 87 ya Alfonsn estaba más desgastado.
Y los autores directos de violaciones a los derechos humanos eran capitanes, mayores, tenientes coroneles con mando de tropa. Los lazos de los retirados con el poder financiero seguían vigentes.
Algún día les cuento las conversaciones que tenían en la Escuela de Guerra, allá por el 81, donde un íntimo amigo mío(4º año de Economía) hacía la colimba, y los ayudaba con los "deberes".
Como decía Alfonsinb, el tigre estaba suelto, y había que ir siempre con la silla por delante.
Yo recuerdo escuchando Semana Santa en la 7, de viaje, y, escuchando Felices Pascuas
creo que, deberia haber enviado a la Gendarmeria a Campo de Mayo, las disputas intermilitares se resolvian contando a cuantos tenian de cada lado, tipo Lopez Aufranc
y, lamentablemente no se hizo, y eso fue el germen de todo lo que vino despues
ahi desaparecio la gran esperanza blanca
Gendarmería? También hubo uno que pretendía mandar a Luz y fuerza.
Las FFAA se dividían entre los que jamás iban a alzar un arma contra sus compañeros sublevados (al revés de lo que pasó 8 años después), y los que estaban dispuestos a loque fuera.
Alfonsin eligió no jugarse la suerte del Estado de derecho y la Democracia a una jugada que si salía mal terminaba en un baño de sangre.
No lo banqué entonces, pero ahora, mirándolo en retrospectiva, creo que tenía razón.
Y por baño de sangre me refiero a sangre civil. Y no me refiero a acciones de combate, que hubiera durado 5 minutos, sino a las listas de personas a ejecutar si los milicos ganaban.
sabes, justamente creo lo contrario, pero en fin, la historia nunca es contrafactica
PS: Ya que estamos, el Gral, o Coronel, como mas te guste, los conocia de adentro y decia que los corria con los bomberos.
y, yo creo que si, conociendolos
El peronismo del 83 tambien reverenciaba los "poderes reales" tanto como el Alfonsinismo. Acuerdese de Monseñor Plaza en el gabinete de Herminio.
Despues hay que ver que pasaba, a lo mejor en la oposicion en el 89 asumia Alfonsin con el 70% de los votos y una pata peronista de verdad...
El año de semana santa yo ingresaba a la universidad. El recuerdo de la dictadura estaba muy presente y habia miedo y mucho en Tucumán.
Y fué todo muy rápido, muy tenso. La decisión tenía que ser rapida.
Tal vez hubo la posibilidad De Gaulle. Tal vez Alfonsín no la pensó seriamente o la considero riesgosa. No me parece una situación equivalente a la francesa, aunque haya sido parecida.
Me parece que mas que el miedo a la gente en la calle prevaleció el miedo a las posibles muertes.
A la distancia se puede decir que la salida tal vez pudo haber sido mejor. No lo sabremos. Pero no me parece que haya sido incorrecta, mas allá que lo puteamos en el momento.
Uno entre la sangre y el tiempo eligió el tiempo, ¿al otro le pedían que elija sangre?
Buenas,
Concuerdo con que teóricamente Alfonsín podría haber ido más allá, pero no sé si la sociedad estaba en condiciones de acompañarlo.
La política en ese preciso momento era patrimonio casi exclusivo del radicalismo alfonsinista y la renovación peronista.
Había una muy clara visión de cómo debía estructurarse la representación de la sociedad, al menos al más alto nivel. La concepción de la política a semejanza del pentapartito italiano estaba en la mente de Alfonsín y de Cafiero, y de muchos a quienes ellos representaban.
Creo que la UCR y el PJ apostaron por un concepto de transa permanente entre dos partidos "socialdemócratas" que debían consolidarse, al costo de perder representatividad. Reparto de cargos, de presupuestos, de espacios. Toma y daca.
Ese concepto de "entre nosotros arreglamos todo" tuvo sus miserias, pero también, visto a la distancia, sus beneficios.
Ayer el Tony Cafiero dejó en claro que en 1987, por primera vez, un opositor no golpeó la puerta de los cuarteles para aprovechar la volada y sacarse de encima al gobierno para beneficiarse.
La clase política cerró filas ante los carapintadas. Por conveniencia propia, sí, pero en beneficio de las "instituciones" (partidos políticos y las reglas de juego democráticas para dirimir los conflictos).
Puedo estar loco o equivocado, pero me parece muy groso que se haya logrado eso, incluso si Casella y Cafiero se abrazaban con un poco de asquito en el balcón de la Casa Rosada en esos días intensos mientras se tiraban con todo en el llano.
Las reglas de juego estaban todavía consolidándose. Hoy ya están bastante sólidas y se puede reclamar cambios dentro de ellas.
Tomó un tiempo, pero se pudo "romper la trampa" de la democracia como vía cerrada para lograr cambios de fondo.
Dicho sea de paso, al Tony le cabe un espacio en la historia similar al de Alfonsín y se merecerá un homenaje en forma cuando le llegue la hora. Salvó al peronismo, lo modernizó y se la bancó piola cuando le tocó perder contra el Turco al muy poco tiempo. Y esto lo digo aunque Cafiero no sea mi político predilecto, como tampooc lo es Alfonso.
Saludos,
Andrés
Concuerdo con Mariano T. En la época de Alfonsín, los que iban a los estrados estaban todos en actividad y, perdidos por perdidos, iban a ir a fondo.
Por otro lado, la solución de Alfonsín con el Punto Final y la Obediencia Debida fue consistente con como se manejaron ese tipo de procedimentos en muchos países del mundo: Juzgar a la cúpula y hacer la vista gorda con el resto.
El despelote lo armó el Turco con sus indultos a mansalva -- y lo hizo en una situación de gran precariedad económica para no tener otro frente abierto.
La represión del levantamiento del 91 fue posible por la pre-existencia de los indultos.
Cada uno que lo siguió fue manejando el tema según su conveniencia y otro tanto hace la administración actual -- porque sabe que la amenaza militar, hoy, no existe.
Saludos,
Dudo que Cafiero hubiese golpeado los cuarteles, si hubiese habido un golpe, la ligaban también, al menos los renovadores.
No deja de sorprenderme Manolo. Sus post borgeanos, como dice la compañera Eva, se merecen varias lecturas para llegar a abarcarlos.
¡Le dió con todo al alfonso!
Pero con un nivel impresionante.
Hasta se permite la generosidad de adjudirale 25 años al lado de los 31 de Perón. En realidad fueron sólo siete, baste recordar que en los 90s le decian pollo al espiedo.
De entrada nomás desenmascara en las palabras de su profesor el caracter gorila del proyecto de Alfonsín.
Que buena la mención al ruso Lebensohn. Que franja morada ochentista no lo conocía, era sinónimo del programa de Avellaneda. En la franja morada noventista no lo conocía nadie, resultado del vaciamiento ideológico de la política llevada a los set de televisión y el denuncismo permanente.
Da en la clave respecto al temor al pueblo movilizado y a semana santa.
En esa encrucijada no le quedaba otra jugaba, al rebolear la cola todo el derrumbe posterior era inevitable.
Más que demócrata o republicano era un lider con sustento popular, quizás a pesar suyo, por ahí la historia lo superó. Ese día ante el pueblo movilizado traicinó su condición de lider y comenzó su eclipse.
Para mi es así de fácil. Leo las justificaciones de la agachada y en algunos casos teniendo de cuenta de donde vienen no me extrañan.
Se olvidan que en el siglo pasado no hubo ningún golpe militar, todos fueron golpes cívicos-militares. Llamados y bancados por partidos políticos y corporaciones. Al estar el peronismo con su brazo sindical al lado del gobierno no había lugar para otra dictadura, para sobresaltos claro que sí.
El comienzo del post otra joya. Desde la revolución peronista hasta los 90s varias generaciones pasamos por las escuelas técnicas, esas trituradoras de carne que expulsaban a más de la mitad de sus alumnos sin terminar la secundaria. Los cuales sin traumas se incorparaban a la fuerza laboral con la sóla capacitación dada por la disciplina de una escuela técnica y haber pasado por un taller. Usted, descendiente de proletariados peronistas estaba destinado a nadar contra de la corriente hasta convertirse en el gran herrero que es.
Manolo:
Releyendo su post, recordé una anécdota personal que paso a compartir. En los comienzos de mi amistad con Jorge Roulet (uno de los tres que con Dante Caputo y Jorge Sábato eran la pata intelectual del proyecto Alfonsín) el me contaba, para remarcar su no gorilismo pero también un poco extrañado, que en su infancia en Misiones, cuando su familia la pasó mal, el recordaba que las manos extendidas venían más de peronistas que de sus correligionarios. Y me decía con aire pensativo, "Mirá, a mi me parece que, en promedio, los peronistas son mejores tipos que los radicales. Pero también creo que la dirigencia radical es, en promedio, un poquito mejor que el tipo de base. Y ustedes, me da la impresión que su dirigencia, en promedio, es peor que su base"
Saludos
Publicar un comentario