martes, 12 de mayo de 2009

Gangster government gives Chrysler to UAW


Give President Barack Obama credit — he at least made the proverbial offer Chrysler’s secured creditors couldn’t refuse.

The way Obama strong-armed creditors who rightfully expected to be treated justly under the law was right out of Juan Peron’s playbook.

Like the Argentinian strong man, Obama muscled the owners and creditors out of a productive private company and gave it to union leaders, who will then fill his campaign coffers in gratitude for his generosity.

The Examiner’s Michael Barone — who has forgotten more about American government and politics than most Washington, D.C., political experts know — was correct to dub Obama’s Chrysler heist “an episode of Gangster Government.”

Forget what anybody in the White House or what is left of the Chrysler executive corps claims to the contrary because the UAW effectively owns the company now, holding 55 percent of its stock.

True, the union doesn’t get an explicit controlling majority of the board of directors, but who needs that when you’ve got the White House guaranteeing your work and the U.S. Treasury Department making sure you never have to worry about the bottom line.

UAW President Ron Gettelfinger’s place in Big Labor’s Hall of Fame is now secure.

He found a sugar daddy with an endless supply of cash. So UAW members and retirees can keep right on drawing those pay and benefits so excessively generous they made it impossible for the old Chrysler to compete with Toyota and Honda.

Contrasting mightily with the Pennsylvania Avenue Gang’s thuggery is the quiet confidence of Ford Motor Co.’s president and CEO, Allan Mullaly.

He had the foresight three years ago to strengthen his firm’s cash and credit reserves in anticipation of the inevitable decline of auto sales.

He also invested heavily in more fuel-efficient products at just the right time for market conditions.

When GM and Chrysler headed hats-in-hand to Washington last fall, Mullaly said Ford didn’t want a bailout and then watched quietly as his two crosstown rivals committed corporate suicide.

Now, Ford is positioned strongly to be the last great American car company.

With a guy like that at the helm, it’s enough to make people who love American free enterprise go out and buy a new Ford.


http://www.sfexaminer.com/opinion/Examiner-Editorial-Gangster-Government-gives-Chrysler-to-UAW-44573667.html

 

http://es.wikipedia.org/wiki/San_Francisco_Examiner

 

4 comentarios:

Andrés el Viejo dijo...

Hallazgo, compañero. No es la única muestra posible. La derecha norteamericana está enloguecida. No les parece tan mal tirar la plata del Estado para recuperar empresas, pero no soportan que el sindicato tenga voz y voto. Eso es populismo, gangsterismo y (en las versiones más delirantes) socialismo soviético. Para el Examiner, está en el manual de Perón.
Cómo están.

Andrés dijo...

Interesante, Manolo

Parece que la reacción de "la gente" es igual en todos lados.

Blasfeman contra la movida de Obama, pero no dicen ni pío de las toneladas de dinero que el Treasury vuelca a las instituciones financieras que les salva sus trabajos de white collar.

Me parece que algunas de las críticas del artículo son exageradas (sobre todo las que dan a entender que los trabajadores y los jubilados podrán sacar la cantidad de dinero que quieran), pero sería saludable que la UAW no tome que el status quo actual durará para siempre. Tendrán que demostrar que pueden administrarse autárquicamente.

Los sindicatos automotrices vienen bajando las pretensiones salariales (de hecho, lo hicieron en Canadá) y, si ahora tienen que asumir la responsabilidad del futuro de la empresa, la realidad los forzará a volverse competitivos (o al menos no exageradamente ineficientes).

Quienes llaman a comprar Ford porque refleja el "American way of doing business" pueden terminar viendo lo contrario: Que los estadounidenses preferirán comprar autos Made in USA y que generan peustos de trabajo, evitando que Detroit se convierta en la ciudad fantasma de la película de Robocop (suponoendo que ofrecerán igual calidad por igual precio) con su secuela de desocupación y criminalidad.

Saludos,

Andrés

PeSeis XXI dijo...

Lo interesante Manolo, es que estos escribas de la versión "pasa en la vida" de "El Ciudadano", a diferencia de los garcas locales es que, aún siendo clasistas, neocons y flexibilizadores, no le dicen a "la gente" que compre japonés, les dicen que compren Ford.
O sea, son unos explotadores clasistas pro-mercado y anti-estado pero no son, además unos cipayos vendepatrias. Nosotros tenemos la versión full full (Clasistas + Cipayos).

Otrosí digo: Notable la involuntaria atribución de mérito a Juan Perón.

Anónimo dijo...

elmundo.es 16/04/2009 18:57

Madrid.- El presidente estadounidense Dwight Eisenhower(1890-1969) diseñó en los años cincuenta la columna vertebral de Estados Unidos: su red interestatal de autopistas. El actual inquilino en la Casa Blanca, Barack Obama, quiere emularle con el plan de infraestructuras "más ambicioso" desde entonces. Su modelo, el tren de Alta Velocidad español.

El presidente de EEUU, acompañado por el vicepresidente Joe Biden -"fan número uno del ferrocarril"-, ha anunciado que su Gobierno realizará un gran esfuerzo para desarrollar la alta velocidad a través de "una histórica inversión", 8.000 millones de dólares ahora y otros 5.000 millones en los próximos cinco años.

El ejemplo no puede ser más claro en su discurso, al que ha tenido acceso la prensa estadounidense. "En España, un tren de alta velocidad entre Madrid y Sevilla ha tenido tanto éxito que la mayoría de los ciudadanos viajan entre ambas ciudades por ferrocarril antes que en coches y aviones juntos", ha pronunciado en un discurso en Washington en el que ha defendido su ambicioso proyecto.

El modelo español es clave. Después están China, "cuyo servicio comenzó hace sólo dos años, pero tienen más kilómetros que cualquier otro país de los últimos cinco años hasta ahora", y Japón, "la nación que reveló su primer tren de alta velocidad y que ahora trabaja en el próximo: conectar Tokio y Osaka a velocidades de más de 300 millas por hora (más de 450 kilómetros por hora)".

También menciona a Francia: "el tren de alta velocidad ha transformado ciudades poco activas en destinos turísticos al alza".