jueves, 18 de junio de 2009

Debate CABA, dos Tangos para el 29J.

El Tango Canción es una fuente de sabiduría popular; que sirve de Consolación de la Filosofía, cuando ya es irreversible; o de I Ching, para consultar los espíritus cuando hay que decidir.

Como soy testigo vivo, del des anclaje político de los últimos 30 años en Baires, casi ni es necesario adivinar.

Cuando hay inserción social, y no importa si se es de Derechas o Izquierdas, los actores políticos tienen limites objetivos para sus volteretas.

Las Internas, si se tiene voluntad de ser “mayoritario”, ya ponen restricciones antes de comenzar la competencia intrapartidaria.

Pero con la mediatización, donde de actor transformador se pasa a ser objeto de consumo, se cortan todas las amarras; y se convierten en personajes pirandellianos.

Para quien quiera disfrutar “Seis personajes en busca de Autor”, aquí esta el link.

Así pueden explorar la sensación que deben sentir los Duran Barbas.

Resumiendo, a los personajes y la línea argumental “los conozco desde que eran naranjos”; y por lo tanto me permito compartir estos dos tangazos que sirven de consolación y profecía.

¡Qué desencanto más hondo,
qué desencanto brutal!
¡Qué ganas de hecharse en el suelo
y ponerse a llorar!

Cansao de ver la vida,
que siempre se burla
y hace pedazos
mi canto y mi fe.

La vida es tumba de ensueños
con cruces que, abiertas,
preguntan... ¿pa' qué?

Y pensar que en mi niñez
tanto ambicioné, que al soñar
forjé tanta ilusión;
oigo a mi madre aún,
la oigo engañándome,
porque la vida me negó
las esperanzas que en la cuna
me cantó.

De lo ansia, sólo
alcancé su amor,
y, cuando lo alcancé,
me traicionó.

Yo hubiera dado la vida
para salvar la ilusión.
Fue el único sol de esperanza
que tuvo mi fe, mi amor.

Dulce consuelo
del que nada alcanza.
Sueño bendito
que me hizo traición.

Yo vivo muerto hace mucho,
no siento ni escucho
ni a mi corazón.

Desencanto

Música: Enrique Santos Discépolo
Letra: Luís César Amadori / Enrique Santos Discépolo

Versión de Virginia Luque, hacer clic aquí.

Estás desorientado y no sabés
qué "trole" hay que tomar para seguir.
Y en este desencuentro con la fe
querés cruzar el mar y no podés.
La araña que salvaste te picó
-¡qué vas a hacer!-
y el hombre que ayudaste te hizo mal
-¡dale nomás!-
Y todo el carnaval
gritando pisoteó
la mano fraternal
que Dios te dio.

¡Qué desencuentro!
¡Si hasta Dios está lejano!
Llorás por dentro,
todo es cuento, todo es vil.

En el corso a contramano
un grupí trampeó a Jesús...
No te fíes ni de tu hermano,
se te cuelgan de la cruz...

Quisiste con ternura, y el amor
te devoró de atrás hasta el riñón.
Se rieron de tu abrazo y ahí nomás
te hundieron con rencor todo el arpón

Amargo desencuentro, porque ves
que es al revés...
Creiste en la honradez
y en la moral...
¡qué estupidez!

Por eso en tu total
fracaso de vivir,
ni el tiro del final
te va a salir.

Desencuentro

Música: Aníbal Troilo
Letra: Cátulo Castillo

Versión de Almafuerte, hacer clic aquí.

1 comentario:

YukioM dijo...

No es para tanto Manolo, para mí el tango sigue siendo el de Eladia. Ni vos sos Klauss ni yo el forense, pero viene a cuento algo que leí hace años gracias al por entonces director del Palais de Glace, un conspicuo peronista:
“...porque es mi pueblo el que se está abriendo su propio camino. ¡Quién sería yo para excluirme! ¿Sé de algo mejor? ¡No! Puedo tratar de llevarlo, en la medida de mis posibilidades, allí donde quisiera verlo, pero si no lo consiguiera, seguiría siendo mi pueblo. Y un pueblo es mucho” (correspondencia Gottfried Benn - Klauss Mann)

Un abrazo peronista,

Yukio