Viento de Cola y el Derecho de Admisión.

Por el “agite” de los Mercados, los “gurúes” mas prestigiosos están “corrigiendo” sus “proyecciones”.

La Administración sigue siendo una abominación, un montón de amateurs encaprichados en desconocer la centralidad y autonomía del MECON.

La subordinación de la Economía a la Política, encarnada en unos “caudillejos” suburbanos y sindicalistas “mafiosos”, es un insulto al ego de quienes fueron ninguneados públicamente por Rudi Dornbusch en el 2002.

El Mercado Financiero Global espera recuperarse pronto, apenas se terminen de socializar los incobrables “activos tóxicos”.

Con efectivo caliente tienen que poner en marcha las bicicletas, y no hay muchos Estados que no estén endeudados hasta el cuello.

Las “economías reales”, esa que es mano de obra intensiva, tardaran bastante en recuperarse; los optimistas calculan que para fines del 2010 o mediados del 2011.

Aunque en realidad puede tardar mucho más, una tasa de “obsolencia” y/o excedencia laboral del 20% no es fácil de manejar en Democracia.

Wall Street quiere seguir siendo autónomo de Main Street, y espera que las Administraciones Nacionales se encarguen de las “turbulencias” de esta ultima.

Así que, con la codicia como motor, se sale a búsqueda de gangas; y el castigado de la última década es el bocado más apetecible.

Nuestros comisionistas se desesperan ante la idea de perder esta oportunidad de integrarnos al Mundo del 10%.

Cuando estuve compartiendo en la Blogera con MEC, Gerardo y Mendieta; cite un estudio de Morgan Stanley, que decía que después de Noruega la Argentina era el país mas desahogado financieramente.

Un escucha critico, fundado en datos ciertos de hace 1 año, dijo que era ridícula la comparación.

A ver si puedo ser mas preciso; aun con los billones de dólares y euros volcados, por los Estados serios, para tapar los agujeros de la Globalización; nadie esta seguro si alcanzaran, o si hay que seguir “inyectando” cantidades similares.

No solo se deben desenterrar los muertos en el placard Financiero, también se debe contener socialmente a las masas de desocupados y/o quebrados.

A nadie le gusta reprimir a sus propios votantes.

Si bien no somos una pinturita, no tenemos las potenciales explosiones sociales de Méjico o Brasil; o los gastos de España, Gran Bretaña o Irlanda para mantener tranquilos a sus desocupados.

¿Se entiende?, somos la gordita fácil, que esta sola en un boliche, a las 5 de la mañana.

Ya nadie discute que el 29J se armara la Mesa Grande para definir el próximo quinquenio, y para sentarse allí hay un Derecho de Admisión; representar una fuerza social y tener votos; muchos votos.

La “Escribanía” tendrá un papel estelar, pero no será el “ámbito recoleto” que muchos desean, donde los lobbys pueden manejarse en las penumbras.

Desde afuera, la sociedad real, ejercerá mucha presión y control; que será directamente proporcional a su “masa critica” y “poder organizativo”.

Vienen tiempos difíciles para los que están acostumbrados a la rosca superestructural, o a los cócteles exclusivos; las “Charlas de Quincho” perderán el Poder de Decisión que mostraron en el periodo 83/2001.

Destartalados locales de los suburbios, o parrillas a la vera de las rutas; tan poco fashion, che; tendrán poder de veto sobre las Comisiones de trabajo Legislativo.

Los madrugadores madrugaran a quienes prefieran las largas sobremesas de madrugada.

Parece un trabalenguas, y me disculpo; pero el horario del 95% de nuestro pueblo funciona de 07.00hs a 20.00hs, que es cuando ejecutan las decisiones.

Si no estas, o estas dormido, fuiste.

Además; como cada punto en discusión esta sujeto a la “Dictadura de la Mayoría”, y estas solo se construyen con mucho trabajo previo, los holgazanes y los intransigentes pronto quedaran fuera de juego.

El Quid pro quo será la norma; como en el Capitol Hill, Palazzo Montecitorio, Palais Bourbon, Palacio de la Cortes, o Reichstag.

Precisando, la Mesa es Grande porque tendrá más de 100 comensales grupales, y las exquisiteces no son para estómagos delicados, predominan los bufónidos como condimento principal.